No sólo porque es nativo de Coatzacoalcos sino porque es ni más ni menos que el director general de Petróleos Mexicanos (PEMEX), José Antonio González Anaya está moral, legal y políticamente obligado a investigar a fondo las causas de la explosión en el complejo petroquímico de Pajaritos y deslindar responsabilidades contra quienes por negligencia u omisión hayan propiciado este lamentable siniestro que hasta ahora, según cifras oficiales, motivó la muerte de 24 trabajadores y dejó heridos a 136 más, aunque el número de decesos podría aumentar.

Este jueves, por lo mientras, en una entrevista radiofónica con el periodista Ciro Gómez Leyva, González Anaya mostró una gran falta de sensibilidad al declarar que “vamos a aprender de este accidente para mejorar nuestros protocolos de seguridad”.

¿Cómo, la empresa paraestatal más importante de México, luego de haber sido nacionalizada hace 78 años y de ser durante décadas la principal fuente de ingresos del gobierno federal, todavía está aprendiendo a “mejorar” sus protocolos de seguridad para prevenir tragedias como la suscitada este miércoles en la región sur de Veracruz, donde también están asentados otros tres complejos petroquímicos más: el “Morelos”, “La Cangrejera” y el “Cosoleacaque”?

Pues sí, eso le dijo González Anaya a Gómez Leyva: “Es una lamentable tragedia, es un accidente muy lamentable… no me sé la numeralia (si es el accidente más grave en mucho tiempo). Estos accidentes, cuando existe sobre todo una vida humana, tenemos que hacer lo indecible para que éstos no ocurran y prevenirlos. Vamos a aprender de este accidente para mejorar nuestros protocolos de seguridad”.

“Eso siempre se hace, siempre se va buscando qué pasó para que, si en caso de que haya habido algún error, que no se vuelva a cometer, a eso me refería”, arguyó el titular de PEMEX, quien hasta el 8 de febrero de este año venía despachando como director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

González Anaya, famoso por ser concuño del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, está por cumplir el 7 de junio próximo 49 años de edad. Pertenece precisamente a esa clase tecnocrática que durante el salinato se fue abriendo paso en la cúpula del gobierno federal. Es licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico de Massachussets y doctor en esa misma materia por la Universidad de Harvard. Fue economista para el Banco Mundial e investigador y profesor para el Centro de Análisis para el Desarrollo de la Universidad de Stanford.

En la administración pública federal ha fungido como coordinador de asesores del Subsecretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) así como responsable de la Unidad de Seguros, Valores y Pensiones, coordinador de Entidades Federativas; jefe de asesores del Secretario de Hacienda y Crédito Público, donde su último cargo fue como Subsecretario de Ingresos. El 4 de diciembre de 2012 fue designado director general del IMSS por el presidente Enrique Peña Nieto, quien hace un par de meses lo reubicó en la Dirección General de PEMEX en sustitución de Emilio Lozoya Austin.

¿Qué se podía esperar de un tecnócrata improvisado como González Anaya? Y es que de entrada negó que haya habido reportes de falta de mantenimiento y trató de explicar que la planta Clorados III que explotó forma parte de una sociedad de PEMEX con la empresa Mexichem, por lo que afirmó que se hará una investigación a fondo y hasta las últimas consecuencias para determinar responsabilidades.

“(La responsabilidad) se va a determinar de acuerdo a la investigación. Ahorita es demasiado pronto para decir. Es una sociedad con la cual somos dueños de la planta los dos, se van a deslindar las responsabilidades con toda transparencia, pero sí va a llevar algo de tiempo”, indicó.

Sin embargo, el reportero Germán Méndez, del portal de noticias Alcalorpolitico.com, contactó a uno de los trabajadores sobrevivientes, quien en entrevista grabada en video declaró que por sobrecalentamiento, derivado de la falta de mantenimiento, desde la mañana del miércoles ya temían la explosión. El obrero le reveló al periodista que por ratos metían y sacaban al personal a los patios, y que ya habían reportado fugas en una línea de gas pero que les dijeron que las arreglarían hasta el paro programado en junio.

Según la versión recogida por el enviado de ese diario digital, en el sitio de la explosión  había cerca de 200 trabajadores y que ellos vieron cómo algunos volaron en pedazos.

¿Alguien cree que van a proceder contra los verdaderos responsables de esta tragedia? Francamente se duda,  pues PEMEX firmó hace tres años un ‘‘convenio de integración’’ con Mexichem para convertir el complejo petroquímico Pajaritos en la compañía Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV).

En 2013, la dirección de esta empresa trasnacional, propiedad de Antonio del Valle Ruiz, tomó posesión de esa unidad porque tiene el 62 por ciento de participación accionaria, por lo que de inmediato pidió la renuncia del personal técnico, alrededor de 2 mil 500 ingenieros y técnicos petroleros, de los cuales sólo se recontrató a una tercera parte.

PAN-PRD: cunde desesperación

El cuarto de guerra del candidato del PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, entró en desesperación. No atinan a controlar los daños que le está provocando las verdades que se están divulgando en todo el mundo.

Dentro de sus errores fue cometer la bajeza de exhibir la vida privada de una menor en las redes sociales. A las ocho de la  noche decidieron utilizar la tragedia del sur como distractor  para desviar la corrupción del candidato en una evidente falta de escrúpulos y solidaridad con las familias del sur veracruzano.