Según una encuesta publicada este lunes 11 por el diario capitalino El Financiero, el candidato de la alianza PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, habría arrancado como puntero al inicio de las campañas por la gubernatura de Veracruz.
De acuerdo con los resultados de este ejercicio demoscópico, las preferencias electorales favorecerían de entrada al panista, posicionándolo 8 puntos arriba de Héctor Yunes Landa, de la alianza PRI-PVEM-PANAL-AVE y Partido Cardenista, quien figura con el 35 por ciento de las preferencias contra 43% de su primo hermano. En tercer lugar, con 16%, arranca el diputado federal con licencia Cuitláhuac García Jiménez, de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y muy rezagado aparece el candidato independiente Juan Bueno Torio, con 3%, mismo porcentaje que juntos suma el trío restante: Armando Méndez de la Luz, de Movimiento Ciudadano; Alejandro Vázquez Cuevas, “Pipo”, del Partido Encuentro Social (PES), y Alba Leonila Méndez Herrera, del Partido del Trabajo.
Sin embargo, un dato importante es que los 1,020 ciudadanos de la muestra fueron encuestados entre el 30 de marzo pasado y el 4 de este mes, cuando apenas iban dos días de campaña y aún no se medía la repercusión del escándalo periodístico “Panamá Papers”, detonado el domingo 3 de abril, ya que el principal damnificado político fue el candidato de la alianza PAN-PRD por el involucramiento de su hijo Omar Yunes Márquez, cuya primera reacción a través de su cuenta de Twitter, @omaryunesm, fue muy arrogante: “Típico de proles, atacar a gente a la que envidian”.
Yunes Linares y su hijo próspero no se vieron muy inteligentes para deslindarse del escándalo detonado hace nueve días por la revista Proceso, en cuya edición número 2058 publicó un reportaje titulado “Al desnudo, el tráfico clandestino de las fortunas de prominentes mexicanos”, en el que el reportero Jorge Carrasco Araizaga consignó que con la asesoría del despacho Mossack Fonseca, de Panamá, Omar Yunes intentó crear un fideicomiso en Nueva Zelanda para presuntamente ocultar dinero en paraísos fiscales.
Además de enviar una carta aclaratoria al semanario, en la que aseguraba que “nunca he llevado a cabo acción ilícita o indebida alguna en mi vida profesional ni por medio de este despacho ni por medio de algún otro”, que “no conoce ni es cliente del despacho” y que “no existe fideicomiso, empresa o cuenta alguna” a su nombre o al de su esposa, este hijo de Yunes Linares también declaró a reporteros porteños durante el acto inicial de la campaña de su padre, que estos ataques se los había ganado por ser un crítico del sistema.
Pero este domingo 10 la revista Proceso respondió con otro amplio artículo titulado “Secretos y mentiras de Omar Yunes y su padre”, en el que el reportero Álvaro Delgado refuta el desmentido del candidato del PAN-PRD, quien absurdamente alegó que “hay un señor que se llama Omar Yunes, que nadie dice que sea mi hijo” y que “hay 20 Omar Yunes en mi familia, para empezar, y muchos fuera de la familia”, arguyendo que “lo ponen a nivel de Putin, lo ponen a nivel de jefes de Estado, a nivel del rey de Arabia Saudita, a un joven que tiene unos restaurantes, es una tontería, no tiene nada que ver”.
Por su parte, Omar Yunes rechazó también, en entrevista colectiva, ser el titular y el beneficiario junto con su esposa, Ángela Ruiz Pérez, del fideicomiso en Nueva Zelanda. “Todo lo hago abiertamente, eso es lo chistoso, y por eso me atacan”, se quejó este hijo próspero de Yunes, quien dijo que haría una aclaración pero que “la realidad es que los medios, con todo respeto, los que quieren atacar publican lo que quieren…”
Sin embargo, el reportero del semanario Proceso aseguró que “padre e hijo mienten”, ya que “Omar Yunes Márquez gestionó, cotizó, contrató y pagó la creación del fideicomiso a través de Mossack Fonseca y el despacho mexicano Doporto y Asociados –cuyo dueño, Luis Doporto, participa en la reestructuración del mercado de la distribución de medicamentos en México–, una operación que hizo entre mayo y julio de 2012, en pleno proceso electoral en México”.
El periodista añadió que “incluso, el 3 de mayo de ese año el mismo Yunes Márquez se comunicó, por teléfono y vía correo electrónico, con Giovani Castillo, abogado de Doporto y Asociados, para dar instrucciones sobre el caso, según consta en los propios archivos de Mossack Fonseca obtenidos por Proceso, los cuales fueron reproducidos textualmente.
Así que lo más prudente será esperar la próxima encuesta para ver cuántos puntos le habría costado este escándalo a Yunes Linares. Y es que 8 o 12 puntos de ventaja sobre su más cercano competidor en realidad no son muchos. Recuérdese la sucesión presidencial de 2006, en la que Andrés Manuel López Obrador, de la coalición PRD-PT y Convergencia, inició con 20 puntos arriba del priista Roberto Madrazo Pintado, que arrancó en segundo lugar, y finalmente el ahora líder de Morena perdió con Felipe Calderón, del PAN, que había empezado en la tercera posición.
Pero así como podría derrumbarse, también Miguel Ángel Yunes puede despegarse todavía más. Y es que aparte de los aciertos o errores que cada quien se adjudique en las próximas siete semanas, otro factor que seguramente abonará o restará a los candidatos a la gubernatura será la postulación de sus alfiles a la diputación local, cuyas campañas comenzarán hasta el domingo 3 de mayo, un mes antes de las elecciones, por lo que aún no hay nada escrito ni definitivo para nadie. Si no, al tiempo.