Lo comentó el periodista Salvador García Soto, de El Universal, en su colaboración del jueves.
Dijo que empleados de la Coordinación de Asesores de la Presidencia afirman haber sido testigos de un “encontronazo” entre el jefe de la Oficina presidencial, Francisco Guzmán y el vocero y coordinador de Comunicación Social, Eduardo Sánchez, en los pasillos de Los Pinos.
Según estas versiones, en el altercado Guzmán le recriminaba a Sánchez por qué no se había capitalizado el tema de la «Chapodiputada», Lucero Sánchez, del PAN para cuestionar el discurso anticorrupción del dirigente panista Ricardo Anaya.
García Soto concluye el tema mencionando que no es la primera vez que Guzmán cuestiona un “vacío de comunicación” en el gobierno federal y sus dependencias.
Ese caso sería el ejemplo más fresco, más claro, para explicar el retorno de Alberto Silva Ramos a la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno de Veracruz: Simplemente, para resolver el «vacío de comunicación» que padecía la administración estatal.
Hoy los temas se atienden al momento, no se dejan crecer hasta que ya no tengan solución.
Ahí está el caso de «Los Porkys». A partir de la llegada del nuevo vocero estatal, la información está fluyendo. El propio fiscal, Luis Ángel Bravo, se acercó a los reporteros para atender a sus cuestionamientos y anticipó que muy pronto habrá resultados.
También se ha dedicado a explicar las razones jurídicas por las que no se ha impedido que los jóvenes señalados abandonen el país (la averiguación no ha concluido y, por lo tanto, no hay ordenamiento de ningún juez que impida que viajen) y además ha puesto énfasis en aclarar que los juicios mediáticos en nada influirán al momento de hacer las consignaciones del caso.
Todo esto se pudo aclarar mucho antes y se habrían evitado muchos dolores de cabeza.
Claridad, transparencia, oportunidad, son conceptos que estaban borrados en el ámbito de la comunicación social del Gobierno de Veracruz.
Ese es el camino.
Este mismo jueves, en el periódico Excélsior, Francisco Garfias llama la atención sobre otra crisis en territorio veracruzano: La delincuencia en el sur de la entidad.
El analista de Excélsior menciona que dos conocidos médicos fueron secuestrados en Minatitlán, lo que provocó que sus colegas de la región sur se manifiesten para exigir a las autoridades que pongan un freno a estos delitos que son de alto impacto. «Están hartos de la ola de plagios, extorsión y muerte que los lastima», narra Garfias.
El comentario remata admitiendo que para aquella región las autoridades federales han destinado efectivos, pero al parecer son insuficientes.
Es momento de actuar. Si las corporaciones estatales no son capaces de imponer el orden en esa zona, ya va siendo momento de que acudan a las instancias federales. Hoy Tierra Blanca y Papantla están en calma, a partir de que policías federales y elementos del Ejército Mexicano fueron trasladados a esas dos regiones a imponer el orden.
Para resolver cada problema, el principal requisito es reconocer su existencia. Hay en el territorio veracruzano «focos rojos» en materia de seguridad. Las autoridades los tienen ubicados y tienen que actuar para sofocarlos, antes de que ocurra otra desgracia.
filivargas@nullgmail.com