Somos JazzUV, / somos JazzUV, / somos JazzUV

Al principio venía cada semana pero desde el año pasado ya estoy viviendo acá. Ha sido mucho aprendizaje para mí estar en la escuela, podrás preguntarle a muchos chavos que han visto mi proceso dando clases, saben que he cometido errores y que la he regado pero he tenido esa oportunidad y me siento muy privilegiado por estar en la escuela, poder aprender y, más que nada, por tener un trabajo así, en lo que me gusta y con gente interesada en lo que a mí me gusta, eso es algo muy difícil de lograr, sobre todo en México porque no hay muchas escuelas de jazz.

Rafael Alcalá y Roberto Sánchez Picasso
Rafael Alcalá y Roberto Sánchez Picasso

Había dado clases de guitarra en Holanda y aquí en México, había dado clínicas y cursos cortos pero nunca había tenido la oportunidad de dar clases a este nivel. He aprendido mucho y he conocido mucha gente, muchos músicos y muchos chavos talentosos.
Además, también era parte de esas cosas que yo, en algún momento, había pensado, ya sabes que a veces te preguntan ¿cómo te ves en cinco años? y yo me acuerdo que hace años dije en cinco años tengo que estar dando clases en una escuela, tomar experiencia, grabar discos y estar en el movimiento, y yo pensaba en Xalapa y decía ojalá algún día se me diera la oportunidad de estar ahí, y sí, ya llevo tres años.
Cuando llegué la escuela era muy joven, la licenciatura tenía dos años pero ya tenía más tiempo del taller que hizo Édgar [Dorantes], de los seminarios, los festivales y me di cuenta de que había un movimiento ya bastante largo, de toda la gente que ha pasado por aquí, de todos los músicos increíbles que han venido.

Eduardo Piastro con docentes de JazzUV (Foto: Ricardo Aguilar)
Eduardo Piastro con docentes de JazzUV (Foto: Ricardo Aguilar)

La gente de Xalapa ha tenido el privilegio de tener mucho movimiento que no ha habido en todos lados; en otros lugares, a lo mejor, ahora empieza a haber pero aquí lleva muchos años porque ha habido mucha gente que ha trabajado y que luchó por eso, que no claudicaron en su lucha porque a la gente le gustara el jazz.

El jazz siempre ha ido a contracorriente, alguien dijo por ahí, no me acuerdo si fue Agustín Bernal o quién fue pero dijo que dedicarse al jazz en México es un acto heroico, es real, ahora ya hay un camino hecho por mucha gente que batalló muchísimo, no había escuelas, no había Internet, solo había discos. Si no hubiera pasado todo eso que pasó antes, no tendríamos lo que hay ahora entonces, el hecho de pasar por aquí es para mí muy significativo, dure lo que dure.

Roberto Sánchez Picasso y Alejandro Bustos en el 8o aniversario de JazzUV (Foto: Ricardo Aguilar)
Roberto Sánchez Picasso y Alejandro Bustos en el 8o aniversario de JazzUV (Foto: Ricardo Aguilar)

Si un día ya no soy útil para el proyecto o tengo que hacer otra cosa, de todas formas yo sentía que tenía que venir y creo que muchos músicos en México lo saben y también buscan acercarse a JazzUV porque es una escuela importante en México, es la tercera Licenciatura en Jazz del país en orden cronológico, la primera fue en la de la Escuela Superior Música, la segunda fue la de Chiapas y después JazzUV, son de las pocas escuelas de jazz a nivel continental latinoamericano, en Estados Unidos sí hay muchas pero cuestan mucho dinero pero en Latinoamérica son muy pocas, ahora, por un alumno de intercambio que viene de Colombia, me entero que ahí hay una Licenciatura en Música Popular en la que se estudia jazz, ha habido alguna en Córdoba, Argentina, hay en Puerto Rico y seguramente en Brasil debe haber alguna pública. En Chile y en otros países hay privadas pero una escuela pública como esta, hay pocas y estamos hablando de más de 600 millones de habitantes que hay en Latinoamérica entonces es una oportunidad única para mí y he tratado de aprovecharla durante todo este proceso.

Batajazz académicas

Cuando llegué a la escuela llegué en blanco, yo tenía muchas ganas pero no había programas de estudio bien definidos, había unos programas que teníamos en Internet y que estaban en el papel pero no teníamos bien definidos los materiales didácticos, ni las metodologías, ni sabíamos cuántos exámenes parciales iba a haber cada semestre o cómo eran los exámenes finales o qué tipo de trabajos se tienen que llevar con los alumnos, y así era en general, en las academias de instrumento, en las academias de ensamble, en las academias de teoría. He tenido la suerte de poder trabajar en eso, nos han dado chance de hacer programas, trabajar con materiales de estudio, definir cosas.

Roberto Sánchez Picasso, Bruno Esteban Pitarch, Beto Jim y Edgar De la Torre
Roberto Sánchez Picasso, Bruno Esteban Pitarch, Beto Jim y Edgar De la Torre

En primer lugar se definieron los materiales didácticos para los Cursos Preparatorios porque, cuando yo llegué, pasaba que en todos los semestres era como ir a una master class y los alumnos no tenían la certeza del orden que llevaban desde el primero hasta el sexto semestre porque no había un seguimiento.
Todavía batallamos mucho, la escuela es joven y se sigue trabajando, pero ya cambiamos el plan de estudios de los Preparatorios (ahora me toca coordinarlos a mí), ya hicimos que las materias de entrenamiento auditivo sean entrenamiento auditivo, que las materias de teoría sean teoría, y pusimos un orden para determinar qué tienen que hacer los chavos en los exámenes parciales y qué tienen que hacer en el examen final, qué necesitamos que conozcan para pasar al siguiente nivel. Tratamos de que realmente sea un curso que los prepare para entrar a la licenciatura.
Ha sido bastante trabajo y cada vez hay que mejorarlo porque, aunque tengamos algunas cosas definidas, siempre estamos cambiando. En la academia de guitarra hicimos lo mismo, esa también me tocó coordinarla y trabajamos Alberto Jiménez, Édgar de la Torre, Bruno Esteban cuando estuvo, Frank Forke cuando estuvo, y yo. Trabajamos en los programas y, de la misma forma, tratamos de definir qué es lo que tienen que ver desde el Preparatorio hasta que terminen la Licenciatura, cómo hacer los exámenes, qué criterios aplicar. Todo ha sido empezar con una cosa y luego agregar y quitar otras pero ya está ahí y si llega alguien nuevo sabrá que hay un sistema de trabajo con un resultado final esperado en cada semestre y con metas específicas en cada parcial.

Seminario JazzUV
Seminario JazzUV

Yo creo que eso es lo que más me ha tocado hacer en la escuela aparte de dar clases, obviamente, pero siento que es el trabajo que me tocó hacer porque me tocó venir en este momento y me da gusto, me siento honrado de hacerlo y espero que sirva, que los chavos lo aprovechen. Parece que está funcionando en algunas cosas y en otras no, siempre tenemos que cambiar y probar cosas pero lo buenos es que los profesores siempre estamos dispuestos, no hay ninguno al que no le importe, siempre estamos diciendo mira esto no está funcionando, hay que cambiarlo, esto hay que mejorarlo, hay que agregar más material, hay que quitar este material, siempre estamos chambeando en eso.
Ahora también me tocó la Coordinación Artística y en esa es en la que estamos trabajando en los Seminarios. También estamos tratando de coordinar que la escuela tenga actividades organizadas semestre por semestre y planeadas con antelación para tener un poco más de orden.
Lo que intentamos definir ahora es que el programa artístico de la escuela tenga una finalidad artística pero académica, o sea, que esté relacionada con lo que están haciendo en la escuela; que se presenten los ensambles de la escuela, que se presenten las academias de instrumento de la escuela, que, por ejemplo, si traemos artistas que los chavos lo aprovechen lo más posible, por eso se hizo el Seminario, porque si se va a hacer un gasto, que no sea para traer un músico que hable dos horas y no lo vuelvan a ver, mejor traemos varios músicos que tengan un proyecto definido, que tengan proyectos personales, que trabajen esos proyectos con los muchachos y los que los conozcan y sepan qué estamos haciendo aquí y cómo tocan, y que los chavos se fogueen, que tengan contacto con gente de fuera, eso es bien importante el jazz.

Roberto Sánchez Picasso (Foto: JazzUV)
Roberto Sánchez Picasso (Foto: JazzUV)

En la Coordinación Artística me tocó proponer eso y algunas otras cosas que todavía faltan de definir, como protocolos para que las cosas tengan un seguimiento para que no tengamos propuestas que no tengan respuesta, creo que este semestre se van a definir pero el problema de la escuela es que es una casa adaptada y no tenemos auditorio entonces siempre tenemos que andar pidiendo auditorios a La casa del lago, al Ágora, a donde se pueda para que los chavos puedan presentarse pero es muy complicado.
A la escuela le urge un edificio, los salones son una barbaridad acústica que no tienes idea, estás dando clase y arriba está el de batería y al lado la big band, todo se oye en todos lados y parece un manicomio y, bueno, trabajamos así pero lo ideal es que haya instalaciones adecuadas. El otro día fui a una clase a la Facultad de Música y qué comparación, tienen unos cubículos de a de veras, bien sonorizados, donde realmente te puedes concentrar. Ojalá que algún día llegue algún rector o algún político o que la escuela pueda conseguir, de alguna forma, un edificio de verdad, un edificio decente para una escuela de música.

PRIMERA PARTE: El norte, donde las noches oyeron…
SEGUNDA PARTE: De Bruselas a la brújula

 


CONTACTO EN FACEBOOK        CONTACTO EN G+        CONTACTO EN TWITTER