La llegada a Xalapa, el trabajo en JazzUV Niños y su ingreso al ensamble vocal Vox Populi Project son los temas de esta segunda entrega de la conversación con Miriam Díaz.
Otras voces, otros ámbitos
Cuando vine para Xalapa en mi pensamiento estaba el ensamble vocal, hacer algo con mi voz pero junto con otras voces porque es mi instrumento favorito y poder multiplicar voces y hacer armonía con eso, hacer música total me parecía increíble. Cuando llegué escuchaba compañeros míos que me gustaba cómo cantaban y ni los conocía pero les decía oye, hay que hacer un ensamble vocal, ¿no? Así pasó con Fuensanta [Méndez Lecomte], la primera vez que la escuché le dije hay que hacer un ensamble vocal y me dijo que sí pero ella ni me conocía, no me había visto en la vida (risas).
Hace tres años entré a Vox Populi Project [ensamble vocal fundado y dirigido por Julio Morales] que es justo lo que estaba buscando, cantar con otras voces y no siempre ser la melodía sino ser armonía, ser ritmo, experimentar con la voz humana en muchas funciones entonces estoy muy contenta. He aprendido que la música tiene muchísimas finalidades, para mí es como el aceptarme a mí misma, amarme y contagiar eso a otras personas, poder dar un poco de felicidad. Me he dado cuenta que en mi otra carrera había mucha gente con poca fe, con enojo, tristeza o mucho individualismo con el que yo no me sentía identificada.
Ahora que veo que el público puede estar formado por personas de mil tipos diferentes y que a veces las cosas no nos llegan de forma directa sino subliminal, cada vez que estoy en el escenario trato de dar un poco de esperanza y de humanidad, de reconocimiento al público, trato de trasmitir que somos seres humanos y podemos ayudarnos o creer en algo grande, en algo mejor, independientemente de lo que vivamos. Hay momentos difíciles en la vida de todas las personas y la música te saca hacia adelante, yo he estado en esas situaciones y la música me ha ayudado mucho. Sea que tenga letra o no, con la música puedes ayudar muchísimo a las personas y entregarles fe, eso es lo que yo busco.
Trato de cantar solo música que a mí me gusta, que a mí me llega porque si no, no le puedo decir nada al público; no me gusta hablar de cosas negativas, incluso no me gusta cantar canciones de protesta, prefiero cantar cosas de esperanza.
Esos locos bajitos
Tuve la oportunidad de trabajar con niños en el proyecto de JazzUV Niños y eso me abrió la perspectiva de las edades, de ver cómo la música está en los niños desde el principio y también los sana en miles de formas porque, aunque creemos que todos los niños son felices, pues no, no es así, hay niños que tienen muchos problemas por su familia o por algo que sienten respecto a sí mismos, a veces son muy introvertidos.
También con ellos me di cuenta de que la música es algo positivo, y era mutuo, en ese momento yo estaba pasando por una situación difícil porque había fallecido mi papá mientras yo vivía aquí en Xalapa, fue de manera inesperada y yo me preguntaba ¿en qué momento sucedió?, ¿qué pasó? y sentía que tenía que agarrarme de algo. Eso me hizo reflexionar muchísimo acerca de la vida y de lo que yo hago, de lo que todos somos, cómo nos relacionamos. Tenía que estar con los niños cada sábado y, obviamente, no iba a llegar llorando ni de mal humor sino con una sonrisa de hola, ¿cómo estás? Buscaba que la música fuera algo positivo para ellos, no una imposición, que no fuera ya saliste de la primaria y ahora estás en otra escuela sino al contrario, vamos a divertirnos, vamos a sonreír, vamos a bailar y es una retroalimentación, lo que das, lo recibes entonces ellos fueron como unos ángeles porque me obligaron a sacar lo mejor de mí, estuviera como estuviera, estoy muy agradecida con los niños. En este momento ya no existe el proyecto pero es algo todavía que me interesa.
Vox Populi, inbox Dei
JazzUV invitó a Julio [Morales] para que diera clases de Coro, yo no lo conocía, a mi salón le dio clases muy poco tiempo pero yo me divertía muchísimo. Yo sabía que existía Vox Populi Project, había ido a un concierto pero no había visto la posibilidad de entrar hasta que un día Galia [Delgadillo], una compañera que ya estaba en el grupo, me dijo:
-Oye, Julio dice que si quieres entrar al grupo
En ese momento me agarró desprevenida y le dije que no sabía si tenía tiempo por la escuela y no sé qué pero después dije es que sí quiero, me gustaría mucho y un semestre después le escribí a Julio:
-Oye, yo era tu alumna, ¿todavía se puede?
-Estamos completos pero pronto va a salirse una alto entonces va a haber una vacante, ven a audicionar y, si quedas, puedes escuchar el repertorio y estar estudiando para que, cuando ella se salga, puedas relevarla
Hice la audición, les gustó, me quedé y para mí fue algo increíble. Yo soy mezzosoprano pero Julio hace sus arreglos y pone alto uno y alto dos, yo soy alto uno. Con Vox Populi Project he tenido muchas oportunidades, hemos viajado a festivales internacionales, conocido a personas que aman hacer lo mismo, maestros, directores de coros, compositores de varios lugares del mundo, he tenido la oportunidad de escuchar música de varios países. Nos fuimos a Ecuador, estuvimos allá en una gira de dos semanas en dos festivales internacionales.
Ay, Jalisco no te rajes
Nunca habíamos participado en un concurso pero el año pasado dijimos tal vez ya sea el momento y decidimos inscribirnos en el Festival Internacional Jalisco Canta.
Empezamos a tener mayor disciplina y a achicar un poco el formato porque el concurso pedía un máximo ocho o 10 personas. Julio hizo una selección y empezamos a vernos todos los días, casi, casi desayunábamos, comíamos y cenábamos juntos porque era temporada vacacional y podíamos hacerlo.
Fuimos, no sabíamos qué iba a pasar, nos encontramos competidores que ya habíamos conocido en otros festivales y se habían vuelto amigos y ahora nos tocaba competir con ellos pero hubo buena vibra en general. Ganamos el primer lugar en el Concurso Internacional de Ensambles Vocales y Julio ganó el primer lugar en Mejor Arreglo Coral con la canción Qué bonita es mi tierra, que también cantamos. Fue una euforia muy grande porque todo nuestro esfuerzo, ahí se vio recompensado.
Hemos seguido yendo a festivales, hemos regresado a Tlaxcala que es el festival al que más hemos acudido, es el mejor en el país, y también nos hemos encontrado con coros que ya nos conocían y nos han dicho:
-Han mejorado un montón, felicidades, sí se escucha que han trabajado más, que ya se van conociendo más.
PRIMERA PARTE: Del modo de producción a la canción
TERCERA PARTE: Now you’re singin’ with a swing…
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