Estamos a unas horas de que se dé a conocer la lista de candidatos del PRI a las diputaciones locales y el ambiente está en todo su apogeo.
A pesar de que muchos de los aspirantes ya están bien planchados, el PRI mandó a casi toda su caballería a registrarse, es decir, en muchos distritos no habrá eso que llaman candidatos de unidad. Quien quiera apuntarse lo puede hacer.
Hasta este miércoles por la tarde se habían registrado 17 connotados priistas, pero todavía falta la caballería gruesa.
Llama mucho la atención que entre estos 17 haya seis mujeres, pero cuatro van por dos distritos: Corintia Cruz Oregón y Andrea Maldonado Bandala van por el distrito 10 de Xalapa Urbano; y Lilia Christfield Lugo y Patricia Berlín Mendoza, aspiran a ser candidatas por el distrito 5 de Poza Rica.
Amanda Gasperín Bulbarela va por el distrito 24 con cabecera en Santiago Tuxtla y Michelle Gustin Cárdenas, se registró por el distrito 3 de Tuxpan.
El problema con Corintia Cruz y Andrea Maldonado es que no van solas, les incrustaron a Jaime Roberto Alarcón Sánchez que también aspira a la curul por Xalapa Urbano. Y lo mismo sucede con la tuxpeña Michelle Gustin que tendrá que competir con Rogelio Ábrego y el líder campesino Edmundo Cristóbal Cruz.
Aunque déjame decirte lector que eso del registro de aspirantes es parte del folclor del PRI. La lista ya está palomeada y bendecida.
Aun cuando faltan por registrarse la mitad de los aspirantes, el líder estatal del tricolor, Amadeo Flores Espinosa, tiene guardada bajo siete llaves la hojita con los nombres de los elegidos y la dará a conocer cuando se lo ordenen de allá arriba.
¿Quién palomeó esa lista? Si fue Héctor Yunes bien, muy bien. Pero si le ayudó el inquilino de Palacio de Gobierno será un punto en contra para el candidato del PRI que puede presagiar tormenta.
Eso lo sabremos si entre los enlistados aparecen nombres como los de Gabriel Deantes o Vicente Benítez, por poner dos ejemplos. Hasta los neófitos en política se darán cuenta que el señor gobernador metió las manos en la famosa lista.
Pero si el abanderado tricolor dio el palomazo solo, también debe tener mucho cuidado. Quizá sería bueno que recordara lo que le pasó hace siete años en Tuxpan.
En 2009 cuando Yunes Landa era presidente estatal del PRI, Genaro Ruiz Arriaga buscó la nominación de su partido a la diputación federal por Tuxpan. Pero Héctor prefirió dársela a su amigo Martín Cristóbal Cruz a quien cubrió de elogios y le auguró un futuro promisorio.
¿Resultado? Martín perdió ante el panista Miguel Martín López por un apretadísimo margen de 36 votos, pero hubo distritos como el de Álamo, donde el abanderado del PRI no ganó en ninguna casilla.
Al año siguiente, Ruiz Arriaga compitió por la diputación local y obtuvo una contundente victoria y lo mismo pasó con la diputación federal donde volvió a triunfar y recuperó para el PRI el distrito de Álamo.
Ojalá Héctor no se vuelva a equivocar ni en Tuxpan ni en ninguno de los distritos, porque tendría costos muy altos debido a que los resultados en cada uno de esos distritos incidirán directamente en la elección del gobernador.
A menos claro, que el arrastre que logre el mismo Héctor le alcance para remolcar y sacar adelante su propia elección y la de los candidatos a legisladores del tricolor. Cosa que se ve muy hacia arriba.