¿Qué pacto tenían los primos hermanos Héctor Yunes Landa, del PRI, y Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN, que este domingo 13, en su discurso ante los delegados del partido tricolor que lo eligieron formalmente candidato a la gubernatura, el abanderado priista, aparte de tachar a su pariente y adversario del blanquiazul de desleal y corrupto, remarcó que “quien traiciona a su familia es capaz de traicionar a cualquiera”?
Héctor y Miguel Ángel solían reunirse frecuentemente en privado hasta antes de que el senador con licencia le ganara la partida al gobernador Javier Duarte y a su grupo. A partir de entonces el aspirante del PAN se lanzó con todo en contra de su familiar.
Según ha trascendido, entre ambos consanguíneos había un acuerdo no escrito de apoyarse mutuamente para cerrarles el paso a los aspirantes identificados con Duarte y su antecesor Fidel Herrera Beltrán, a quien se atribuye haber dicho que mientras él viviera “ningún Yunes sería gobernador”, advertencia que también asumió el senador Pepe Yunes Zorrilla, quien hizo causa común con sus “tíos” Héctor y Miguel Ángel aunque el apellido paterno del político de Perote no es del mismo árbol genealógico de los de Soledad de Doblado.
La hipotética ruptura de Héctor y Pepe al interior del PRI era el escenario que más convenía a Yunes Linares, pues los miles de seguidores de ambos priistas estaban dispuestos a apoyar al candidato de la alianza PAN-PRD si la candidatura del tricolor no recaía en uno de los dos senadores. A su vez, Miguel Ángel habría condicionado que él declinaría su aspiración sólo si en la boleta electoral aparecía el nombre de uno de los otros Yunes.
Con el apoyo de la cúpula del gobierno federal y del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Héctor terminó imponiéndose al gobernador y su grupo, pero Yunes Linares no se retiró. Al contrario, siguió empujando la construcción de la alianza PAN-PRD que estaba tambaleándose por el rechazo de algunas corrientes perredistas, y de inmediato activó una campaña negra en contra de su pariente vinculándolo con Duarte de Ochoa, no obstante que en septiembre del año pasado el senador había arremetido en contra del mandatario veracruzano por una caña de pescar que con motivo de su cumpleaños le había regalado durante un multitudinario acto de la CNC en el WTC de Boca del Río para que se fuera a capturar los “peces gordos” de El Estero, en alusión al fraccionamiento residencial donde viven sus parientes Yunes del PAN.
Por eso, este domingo 13, en la Convención Estatal de Delegados, el candidato del PRI le recordó al panista que “quien traiciona a su familia es capaz de traicionar a cualquiera”
El 24 de febrero pasado, en su columna “Teléfono Rojo”, el periodista José Ureña hizo un recuento no sólo de las traiciones de Miguel Ángel Yunes en su larga carrera política dentro del PRI sino que además lo exhibió como un jurista mediocre, farsante y corrupto.
En su texto titulado “Veracruz: la venganza pendiente de Beltrones con Yunes Linares”, consignó que “el ex gobernador Agustín Acosta Lagunes lo tasó como el hombre más desconfiable…” y que “como secretario de Gobierno de Veracruz con Patricio Chirinos, fue alfil de Ernesto Zedillo para perseguir a Dante Delgado, con quien todavía tiene cuentas pendientes”, pues “se le pasó la mano”, cuenta Ureña que le comentaron los zedillistas
“Caído Yunes Linares en desgracia, lo rescató Roberto Madrazo durante el gobierno de Vicente Fox y lo hizo director de Asuntos Jurídicos del PRI, una de cuyas encomiendas fue salvar al partido en el Pemexgate”, refiere el columnista, quien dice que en vez de librar al partido tricolor como se lo pidió el tabasqueño, terminó por hundirlo más.
“Cuando en 2003, en víspera de la elección intermedia foxista, venía la sanción del Pemexgate, Roberto Madrazo encomendó el asunto a Miguel Ángel Yunes. Madrazo lo recuerda bien. El entonces IFE pretendía imponer una sanción de 500 millones de pesos y Yunes Linares pidió cientos de millones de pesos para detener la multa”, relata Ureña, quien afirma que el ex dirigente priista le dijo que “fue una estafa”, ya que “la gestión de Yunes fue malísima y la multa se duplicó: mil millones de pesos en lugar de 500.”
“Mil millones y cuatro años de penurias, sin siquiera para gasto corriente y papel de baño. ¿Y la defensa encomendada a Yunes? Con el tiempo el mando priista –Madrazo, Elba Esther Gordillo y Manlio Fabio Beltrones– comprobó la mentira: Yunes contrató a un despacho ineficiente y no por los 200 millones de pesos solicitados, 100 de anticipo y 100 en el desenlace. Perdió aunque los argumentos de la sanción del IFE, aseguró Yunes a Madrazo, estaban hechos ‘con las patas’. Resultado: el Tribunal Electoral respaldó la propuesta de su presidente, José Fernando Ojesto Martínez, y confirmó la sanción al PRI con mil millones de pesos. Desde entonces Yunes se la debe a Beltrones. Viene el tiempo de la cobranza en la elección de Veracruz. Una venganza servida en plato frío, como la esperó largamente Madrazo y como deben ajustarse este tipo de deudas”, concluye Ureña, quien también cita su traición a la maestra Gordillo, la cual lo propuso en 2006 al presidente Felipe Calderón para ocupar la Dirección general del ISSSTE.
Hace tres años, en febrero de 2013, en su última entrevista concedida a la periodista Adela Micha, de Televisa, la lideresa del SNTE reconoció que el error más grande en su carrera fue ser secretaria general del CEN del PRI, de 2002 a 2005, y aseguró que nunca iba a olvidar la ingratitud de priistas como Roberto Madrazo, Emilio Chuayffet y… Miguel Ángel Yunes.
¿Alguien cree que con tantos enemigos Yunes Linares puede ganar la gubernatura? Por eso Héctor y Beltrones hasta invitaron a Duarte a la convención priista.