Hay quien afirma que a la toma de protesta de Héctor Yunes Landa en el World Trade Center de Boca del Río, asistieron 30 mil simpatizantes. Si esto es cierto, en una de esas el World va a resultar con más capacidad para concentrar multitudes que el mismo zócalo de la Ciudad de México, lugar donde una vez Fidel Velázquez juró que metió a dos millones de cetemistas.
Aunque puede que el dato sea verdadero ya que nomás de delegados, el PRI tiene más de 25 mil en la entidad y todos asistieron.
En contraparte, el panista Miguel Ángel Yunes Linares apenas logró reunir unos cuantos cientos de seguidores en el cierre de su precampaña.
Mientras a la toma de protesta de Héctor asistió la plana mayor del priismo nacional, los jerarcas del PAN nacional dejaron solo a Yunes Linares.
Pero ni uno ni otro escenario aseguran quien será el ganador o el perdedor de la contienda electoral. En la actualidad las multitudes son engañabobos y nada más.
Un botón muy representativo son las que reúne tiro por viaje Andrés Manuel López Obrador en el mismo zócalo capitalino y que no le han ayudado a ganar la presidencia.
Quizá para contrarrestar un poco lo deslucido de su mitin, el panista Miguel Ángel Yunes sacó de su chistera una encuesta, realizada por sabrá Dios quién, en la que asegura que va diez puntos arriba de su rival priista.
Pero las encuestas también son engañabobos porque aparte de devaluadas son al gusto de quien las ordena. De hecho por eso se han devaluado tanto.
Reitero, ni la multitud que aplaudió a Héctor en el World, ni la encuesta de Yunes Linares son garantía de triunfo.
Lo que sí es cierto, es que a partir de este mes la pelea por la gubernatura de dos años será un duelo encarnizado entre dos primos hermanos que se van a dar con todo.
El discurso del Yunes panista es incendiario pero atractivo para la raza jarocha ya que jura y perjura que meterá a la cárcel a todos los corruptos y ladrones que hay en el estado principiando por Javier Duarte.
El discurso de Héctor es más moderado ya que aunque también asegura que meterá a la cárcel a los corruptos, lo dice con menos firmeza.
El problema con Héctor es que por más que quiera no puede sacudirse el hecho de que es un político del sistema y éste protege a los suyos por muy ladrones que sean.
De otra manera nadie se explica cómo es posible que un sujeto que es acusado de todos los males que padece Veracruz, continúe gobernando la entidad.
Pero como paradoja, la ventaja que tiene Héctor es que el mismo sistema protege, defiende y lleva al triunfo a sus candidatos a costa de lo que sea.
Ni el PRI ni el sistema aceptarán perder su tercer bastión de votos porque eso sería muy grave para la elección presidencial del 2018. Por lo tanto apoyarán con todo a Héctor Yunes.
Por otra parte, el panista Miguel Ángel Yunes es por vez primera en la historia una posibilidad real de triunfo para el PAN en Veracruz, así que también lo van a apoyar con todo.
Como puedes darte cuenta, lector, ni las multitudes priistas ni las encuestas panistas son garantía de nada. La verdadera encuesta y la verdadera multitud se harán presentes el 5 de junio y dirán quien es el ganador.
Todo lo que se diga ahora es parte del espectáculo cómico-político de los candidatos; el mismo que hemos visto desde siempre.