A estas alturas, el daño infligido por el Gobierno del Estado a la Universidad Veracruzana es irreversible. Y lo que vendrá con el paso de los meses profundizará esa afectación, cuyos efectos no alcanzamos a calibrar, aunque tendrá sus cálculos la rectora Sara Ladrón de Guevara.
No solo se reflejará en la magnitud de múltiples proyectos académicos, de investigación, culturales y artísticos, que han debido sufrir súbitas cancelaciones o la disminución de sus metas y alcances, incluyendo el congelamiento de la matrícula.
Uno de los efectos perecederos será el envejecimiento de su infraestructura física y tecnológica, lo que la condenará de nueva cuenta a bajos niveles de competitividad frente a casas de estudio de otras entidades, pese a que durante el gobierno de Miguel Alemán Velasco logró repuntar y colocarse en muchos aspectos a la vanguardia de las universidades públicas del país.
Desde el sexenio de Fidel Herrera Beltrán, contra la que tuvo que batallar el rectorado de Raúl Arias Lovillo, el gobierno estatal emprendió una dura y antinatural batalla contra su universidad pública, que se ha recrudecido con el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, al grado de que se ha manejado la hipótesis de que se busca desaparecerla.
Mientras que con Miguel Alemán Velasco, y gracias a exitosas gestiones de la administración encabezada por Víctor Arredondo con el gobierno federal, cuyos recursos llegaron sin contratiempo, la UV vivió un empuje extraordinario en materia de construcción de espacios educativos, bibliotecarios y de investigación, además de fortalecer la conectividad entre facultades, escuelas y centros de investigación, en las diversas regiones y entre sí, que favoreció la integración en tiempo real de esfuerzos académicos y administrativos.
Por desgracia, pese a que en sus aulas abrevó los conocimientos que le permitieron obtener la licenciatura en Derecho y, con ayuda de terceros, pasar las materias de maestría y doctorado, Fidel Herrera dispuso de diversos montos que debía entregar a la UV para fines inconfesos y, por supuesto, no movió un solo dedo para brindar apoyos extraordinarios que permitieron ampliar la infraestructura universitaria. El más claro ejemplo fue que durante todo su gobierno no se logró la conclusión de la sala de conciertos que hoy todavía luce importantes faltantes de su proyecto original.
Es cierto que Fidel Herrera instauró canales de comunicación con la UV, pero todos tuvieron propósitos políticos para su provecho. Hoy su sucesor ha cerrado el círculo de destrucción del único proyecto de educación superior que puede respaldar el desarrollo económico, social y político de Veracruz, sin que por otra parte haya logrado un proyecto alterno, por más que el presidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, vengan a Poza Rica a destacar a los institutos tecnológicos superiores estatales.
Cuando se declara a la opinión pública que en el diferendo financiero con la Universidad Veracruzana, el Gobierno del Estado privilegiará el diálogo (cuando los universitarios exigirían que privilegie el pago), nadie piensa que ello significará soluciones inmediatas, sino que con ello se busca bajar el tono de las graves amenazas que ha externado en voz de los secretarios de Gobierno y de Finanzas y Planeación, Flavino Ríos Alvarado y Antonio Gómez Pelegrín, contra la Casa de Estudios, que tuvieron un efecto de bumerang a nivel estatal y nacional por la irracionalidad política con que fueron proferidas.
Mientras los golpeadores del gabinete duartista se embelesan con sus discursos dictatoriales, las autoridades universitarias están sufriendo las de Caín para mantener a flote a una institución que ha contribuido durante más de 70 años a la formación del capital intelectual que ha sostenido a Veracruz y a México, mucho antes de que el actual Gobernador acudiera a formarse a universidades privadas y le quitara la oportunidad a decenas de miles de jóvenes veracruzanos de formarse con calidad en la universidad pública de su estado.
Es una lástima que en esa cruzada contra la UV, le haya secundado la recua de diputados ignorantes que cobran jugosas dietas en el Congreso local y que constituyen la mayor vergüenza política de la entidad, salvo sus muy honrosas (aunque escasísimas) excepciones.
Suspenden obras de infraestructura en la UV
La lista de obras de infraestructura y de mantenimiento que ha debido supender la UV es ominosa: al menos 288 proyectos con un valor de 208.5 millones de pesos, gracias al estrangulamiento financiero de que es víctima del gobierno estatal.
En respuesta a la solicitud de información 037/3016, presentada por el periodista Armando Ramos, corresponsal de la agencia AVC en Coatzacoalcos, la UV confirmó que la falta de recursos ha impedido la ampliación de la matrícula escolar, la acreditación de programas educativos, el desarrollo y difusión de proyectos de investigación así como el cubrir las plazas vacantes de académicos y personal administrativo, la realización de eventos culturales, el registro de posgrados y hasta la visita de organismos evaluadores por no poder pagar los viáticos y honorarios.
En un desglose proporcionado por la UV al reportero, fueron enlistadas 130 obras que se encuentran suspendidas en las cinco regiones por un monto de 121 millones 298 mil 802 pesos con 69 centavos y una superficie de 77 mil 376.14 metros cuadrados.
La universidad dio a conocer que contrató 22 obras por seis millones 624 mil 795 pesos con 90 centavos, pero éstas no han iniciado por falta de dinero, y señaló que hay 136 obras pendientes por contratar cuyo valor es de 80 millones 580 mil 986 pesos con 45 centavos. La superficie en metros cuadrados de estos proyectos es de 122 mil 270.45
De acuerdo al desglose, el campus Xalapa tiene 46 obras paradas, cinco contratadas pero no iniciadas y 56 pendientes por contratar. En Veracruz fueron suspendidos 14 proyectos de infraestructura, dos fueron contratados pero no iniciados y 28 se encuentran en lista de espera. La región Córdoba-Orizaba registra 22 construcciones suspendidas, dos contratadas pero no iniciadas y 17 sin contratar. En Poza Rica-Tuxpan, la UV tiene 27 obras suspendidas, dos están contratadas pero sin iniciar y 27 sin contratar. En tanto, en la región Coatzacoalcos-Minatitlán hay 21 obras suspendidas, 11 contratadas no iniciadas y ocho aún sin contratar.
En total, la UV tiene pendiente la construcción de 18 aulas, dos talleres, una biblioteca, 10 laboratorios, tres centros de cómputo, dos sanitarios, un estacionamiento, instalaciones eléctricas, hidrosanitarias, especiales, administrativas y de servicio público.
Además, la falta de recursos ha dejado sin mantenimiento a ocho salones, 11 talleres, seis bibliotecas, 30 laboratorios, tres centros de cómputo, 19 sanitarios, 14 cubiertas, 18 instalaciones eléctricas, nueve hidrosanitarias, siete especiales, 10 administrativas y de servicio público así como 101 en general (imagen institucional, pintura, impermeabilización, herrería, cancelería, banquetas, andadores, plazas, señalización, etc.).
En el aspecto académico, la millonaria deuda del Gobierno del Estado ha impedido la ampliación de la matrícula en los programas educativos formales y no formales, la acreditación de programas educativos por severas observaciones a la infraestructura, el cumplimiento de las recomendaciones para la calidad de los programas educativos relacionados con el equipamiento e infraestructura, lo que incluso ha provocado el riesgo de perder las acreditaciones.
Además, para la UV no ha sido posible recibir la visita de los organismos evaluadores (COPAES), por no poder pagar conceptos de honorarios y viáticos; la revisión de los planes y programas de estudio por no contar con los medios para realizar trabajo in situ, especialmente en las regiones, ni con el personal suficiente para ello, retrasando los procesos de acreditación de los Programas Educativos.
El adeudo también ha dificultado que se afronte de manera adecuada la política de innovación educativa, a través del uso intensivo de la multimodalidad, así como el desarrollo de experiencias educativas en línea; el apoyo al desarrollo de los proyectos de investigación en Facultades, Institutos y Centros, la difusión de los resultados y productos de investigación en foros nacionales e internacionales, así como en publicaciones; el incremento en la producción científica de los profesores del posgrado, dado que no se cuenta con apoyo para bibliografía, estancias académicas y visita de profesores.
Tampoco se ha podido ofrecer fondos concurrentes a los proyectos beneficiados en las Convocatorias CONACyT, el aprovechamiento en mayor grado las convocatorias de Retención y Repatriación del CONACyT, registro de un mayor número de posgrados en el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del COPNACYT, la instalación de conectividad en todos los campus, así como adquirir equipo cómputo para ponerlo a disposición de los estudiantes.
Hacen falta Profesores de Tiempo Completo, para la atención adecuada de estudiantes y para los programas de posgrados. La falta de los recursos también ha impedido la formación integral de los estudiantes al no poder ofrecer Experiencias Educativas en actividades artísticas y deportivas, por la falta de instalaciones adecuadas, el financiamiento parcial o total a las prácticas de campo, movilidad, asistencia a congresos, seminarios, etc.; la implementación de la figura del profesor-investigador, siguiendo la diversificación de carga recomendado por el Programa de Desarrollo del Profesorado, por no poder asumir el costo de reducir la carga de los docentes de 16 a 12 horas, la atención de la demanda de actividades de formación y actualización pedagógica del profesorado, especialmente en las Regiones.
Tampoco ha sido posible la adquisición de recursos documentales en apoyo a las diversas bibliografías de los planes y programas de estudio de todos los niveles que oferta la institución, el contar con espacios adecuados para realizar las funciones de difusión cultural que vinculan a la Universidad con la sociedad y el cubrir con oportunidad las plazas vacantes de académicos y administrativas.
Mientras eso ocurre, el Gobierno del Estado quiere privilegiar el diálogo, una forma malévola de postergar indefinidamente la entrega de recursos que, una vez llegan a sus arcas, desaparecen misteriosamente.
Habrá respuesta de los universitarios
¿Alguien parará la reacción masiva de los universitarios que, tras el manoseo electoral del PAN y el PRD, tendrá su primera expresión en Xalapa el viernes 26 de febrero, con una marcha que partirá de Rectoría rumbo a la Plaza Lerdo?
Respecto a la intentona del equipo de campaña de la alianza PAN-PRD, la UV reiteró en un comunicado oficial que sus gestiones “no tienen ningún signo partidista, ni obedecen a intereses ajenos a nuestra Casa de Estudios; sus acciones tienen como propósito la defensa del carácter público de la educación universitaria y la existencia misma de nuestra institución”.
Y añade:
“La Universidad Veracruzana actúa siempre de frente a la sociedad con el respaldo de su historia y de sus valores éticos y universales, en el marco de su responsabilidad social con la juventud universitaria y la entidad veracruzana”.
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