Por Bernardo Gutiérrez Parra
En su conferencia de prensa del lunes anterior el gobernador Javier Duarte dijo que de acuerdo al último dato en materia de seguridad, hay 500 personas desaparecidas o no localizadas en el estado de Veracruz.
Esa conferencia tuvo un elemento extra. Cuando los reporteros vieron llegar al gobernador con Arturo Bermúdez Zurita, pensaron que el mandatario estatal daría por finiquitada la pésima labor del Secretario de Seguridad Pública y nombraría a un sustituto, pero para sorpresa de todos le dio el espaldarazo y dijo que continuará al frente de la SSP.
Volviendo a los 500 desaparecidos o no localizados, el gobernador no dijo si son los del año anterior, los de hace un mes o los desaparecidos en lo que va de su administración. Simplemente soltó la cifra sin más detalles y es evidente que ahí metió a hombres, mujeres y adolescentes.
El problema es que ésta no empata con la que tiene la misma Fiscalía General del Estado.
Un grupo de trabajo conformado para estudiar la solicitud de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en Veracruz, con datos proporcionados por la FGE y cuyo informe fue entregado al propio gobernador, señala que las denuncias de mujeres desaparecidas en la entidad se han incrementado en un 5 mil por ciento en la actual administración.
Mientras que de 2006 a 2010 se registraron 32 casos de desapariciones femeninas, de 2011 a 2015 fueron mil 647.
El informe añade que en el 2014 que fue el año más álgido, las denuncias sumaron 597. Esto sin contar la cifra de desapariciones no reportadas a las autoridades por miedo y desconfianza de los familiares.
¿Cómo es posible que las cifras que dio el gobernador no concuerden con las de la FGE?
Si a esos datos le agregamos el feminicidio, el problema se pone fatal.
Desde el 2012 en que se tipificó el delito de feminicidio se han registrado 161 casos en la entidad. Más de la mitad, es decir, más de 80 se siguen investigando. El año más violento en este rubro fue el anterior con 55 crímenes contra mujeres.
Estas cifras no las dio a conocer Duarte en su conferencia, como tampoco dijo que de las mil 679 mujeres desaparecidas, la Fiscalía ha informado que ya fueron localizadas mil 341, aunque hasta el momento no ha aclarado si aparecieron con vida o muertas.
Si la cifra de rescatadas es cierta, entonces faltan 338 mujeres por aparecer.
¿A quién hacemos caso? ¿A la cifra que dio el gobernador, a las de la Fiscalía estatal o a la de organismos como Alto al Secuestro?
A propósito, la presidenta de este organismo, Isabel Miranda de Wallace dijo apenas en septiembre pasado que cinco estados de la República ocultan las cifras reales de secuestros y uno de ellos es Veracruz.
¿Será que un día sepamos con certeza cuántos son los hombres, mujeres y jóvenes desaparecidos en la entidad?
La madre de una joven desaparecida hace más de dos años me contestó con firmeza que sí es posible.
Me dijo que cada día se levanta con la esperanza de que alguien le diga que ya encontraron con vida a su hija, y cada noche se acuesta desilusionada y frustrada. Pero que tiene fe en que el próximo gobierno haga dos cosas: que dé a conocer la cifra real de desaparecidos y los busque hasta encontrarlos.
-En mi desesperación quiero pensar que ni don Héctor ni don Miguel Ángel Yunes tienen ataduras y complicidades como las tienen los señores que nos gobiernan. Cualquiera de los dos que llegue a la gubernatura hará más que el actual gobierno que se ha burlado de nuestra tragedia y nos ha dado con la puerta en la cara. Hasta que se vaya esta administración se sabrá la verdad sobre los secuestros y desapariciones, sólo hasta entonces. En los próximos meses, ni soñarlo.