Por Gerónimo Rosete Pozos
Ha comenzado el primero de 5 foros del debate nacional sobre el uso de la mariguana, abordando en primer lugar temas de salud y prevención. El Secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong, dijo en su intervención que se trata de realizar una discusión de altura para encontrar una solución de fondo, con un intercambio de ideas responsable, transparente, plural y objetivo. Destacó que al final la idea es construir una opinión en común sobre un tema que por décadas ha incidido directa o indirectamente en la vida de millones de mexicanos, y que servirá para la construcción de nuevas políticas públicas y presentar una posición ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Este debate se ha dado en países de primer mundo y en el subdesarrollo, pues la marihuana es una de las drogas más consumidas en el planeta, aparte de representar una alternativa para el tratamiento de algunas enfermedades, además de ser un elemento que se emplea en rituales ancestrales.
La importancia de regular su uso en México nos lleva al tema de la seguridad y el narcotráfico. Hay quienes aseguran que de regularse su compra y venta se daría un golpe contundente a los grupos que trafican con la droga y, por ende, violencia e inseguridad generadas en torno al manejo del producto se irían la baja. Otros están en contra de legalizarla pues, argumentan, representa un riesgo de engancharse con una adicción que podría ser incontrolable; la realidad es más grande que los escenarios más mochos o liberales que pudieran generarse en el debate. La ciencia debería ser base sólida para tomar una decisión como sociedad y no las tendencias o creencias de grupos en contra o a favor.
Aquí algunos datos:
Según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de los Estados Unidos, los efectos a corto plazo que genera el consumir marihuana (fumada, ingerida en alimentos, inhalada en vaporizadores) son percepciones alteradas, cambios en el ánimo, falta de coordinación motriz, dificultad al pensar o resolver problemas. A largo plazo, según dicho instituto, la marihuana afecta el desarrollo cerebral; por ejemplo, en un estudio se demostró que las personas que empezaron a fumar marihuana durante la adolescencia, en forma constante o empedernida y que terminaron desarrollando un trastorno de uso de cannabis, perdieron un promedio de 8 puntos de coeficiente intelectual entre los 18 y los 38 años de edad.
Las capacidades mentales perdidas no se restauraron completamente en aquellas personas que dejaron de fumar marihuana en la edad adulta. Aquellos que comenzaron a fumar marihuana en la edad adulta no mostraron disminuciones significativas en su coeficiente intelectual. Todo lo anterior ustedes pueden revisarlo en http://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/la-marihuana.
Quienes defiende el consumo de la marihuana por sus efectos positivos aseguran que ayuda a tratar la migraña, retrasa el crecimiento tumoral, atenúa síntomas de enfermedades crónicas, previene el Alzheimer, puede tratar la arterioesclerosis, y muchos males más. Ahora, pongamos a la droga en cuestión frente a una de las sustancias adictivas legales en nuestro país, el alcohol. Aún se delibera sobre el impacto de las personas que consumen marihuana y conducen. En los primeros estudios se mostró que la marihuana tenía un ligero impacto en las habilidades psicomotoras necesarias para conducir, pero estos estudios fueron vistos como limitados debido a que se realizaron en situaciones de laboratorio.
Las personas que conducen bajo la influencia de la marihuana tienen casi el doble de probabilidad de causar un accidente que los conductores sobrios, según una revisión reciente de un estudio publicada en la revista British Medical Journal.
El consumo de alcohol provoca 2.5 millones de muertes en todo el mundo al año, según la Organización Mundial de la Salud. Algunas de estas muertes son por enfermedad hepática, intoxicación y accidentes vehiculares. La marihuana afecta los reflejos y dificulta las habilidades motoras, así que puede provocar muertes por accidentes automovilísticos.
En un estudio se encontró que los consumidores de marihuana tienen un aumento de 4.8 veces de riesgo de un infarto en la primera hora después de fumar, debido al efecto de la droga en tu ritmo cardíaco. Pero los científicos creen que una sobredosis de marihuana es altamente improbable. En otro estudio se encontró que era seguro que los animales consumieran aproximadamente un 30% de su peso corporal en cannabis sin tener una sobredosis; lo que equivale a que una persona de 72 kilogramos consuma 21 kilogramos de marihuana.
Legal o ilegal, quien es fumador la va a conseguir; sea político, maestro, músico, adolescente; lo importante es que la sociedad esté preparada, nuestros hijos, para saber qué hacer en el momento de tener acceso a una cerveza, un cigarro, un churro; igual que se les “prepara” u orienta en las escuelas con sexualidad, igual que hay campañas contra los embarazos no deseados. Hay que quitar los estigmas, combatir a los mochos que están en la áreas de salud pública y hacer verdaderos trabajos de concientización sobre el uso y abuso de drogas, legales e ilegales. Escriba a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas