Nota de prensa: Al realizar labores de vigilancia en el estacionamiento de una tienda departamental, un policía encontró una bolsa de papel color rojo que estaba tirada junto a la columna C-7.

De inmediato el uniformado la levantó para trasladarla al área de monitores de dicho complejo comercial, donde se contabilizó la cantidad de 42 mil 572.50 pesos en billetes y monedas de diferentes denominaciones.

En la bolsa también se encontró una credencial del Instituto Nacional Electoral y una licencia para conducir, ambas con el nombre de una mujer.

-¿Estás seguro?, ¿buscaste bien?

-Sí chingao, primero bajó la güera como quedamos, se tardó un chingo y no halló nada. Después fui yo, busqué y rebusqué pero ni madres.

-Me dijo que lo había dejado en una bolsa roja junto a la columna C-7

-No había ni puta madre.

-¿No salió nadie?

-Nadie, primero vigilé yo y luego la güera, nadie entró ni salió, no estaba ni el policía

-Pues nos agarró de pendejos, todavía me dijo que no llegaba a los 50, que solamente había conseguido 42 y medio y de pendejo le di chance. Le pregunté si había dejado su IFE para que repartiera copias y no se metieran con ella y me dijo que sí la pinche mentirosa. Ni pedo, no quiere a su hijo, encárgate

-Qué poca madre, es muy buena onda el chamaco y muy educado, ya hasta me había encariñado con él.

-Ya llegamos, aquí te va a recoger tu mamá. Camina al bosque sin voltear, cuando oigas que arranco la camioneta cuentas hasta 10 y te regresas, ella ya va a estar aquí

-Muchas gracias Lobo, que te vaya muy bien

La manaza y la manita se encontraron en el aire sellando un pacto efímero pero sincero. Una sonrisa amable, extinta, volvía a ese rostro adusto que la había eliminado de su inventario muchos años atrás. Una sensación de gratitud tornó el gesto en mueca de nostalgia pero el niño ya no pudo verla, la primera bala fue en la nuca.

 

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