Antes de ir al texto de hoy, quiero expresar mis condolencias al maestro Quirino Moreno por el fallecimiento de su señora madre, deseamos resignación y paz para él y su familia.
No es alarmismo, no es terrorismo, no es exageración, simplemente usted tome en cuenta la cantidad y frecuencia con la que hasta hoy algunos sectores de la sociedad se manifiestan en contra del gobierno. Nunca habíamos sido testigos de un cierre de año tan marcado por la inconformidad de ciudadanos por la falta de atención oportuna de las autoridades, por la falta de pagos y prestaciones que por ley deben otorgarse; este Veracruz es un vaso que está a punto de derramarse si no llega un valiente que tome el timón y le dé rumbo a la nave.
De seguir así, el futuro cercano será de muy fuertes y violentos jaloneos.
Taxistas, agricultores, maestros, trabajadores de los tres poderes de gobierno, gente de los más variados ámbitos de la vida han levantado la voz durante el año que está por terminar en contra de lo mismo: un gobierno ineficiente. Nosotros como comunes y corrientes ciudadanos (a veces más corrientes que comunes) no encontramos razón o pretexto para entender cómo chingaos es que hay tanta manifestación y las autoridades (nuestros empleados) siguen sin aprender de los errores. No dudamos de las buenas intenciones de un gobernador que vive los tiempos más críticos en la entidad, pero parece que lo dejan solo y prefiere entonces irse de vacaciones para dejarle el agua hirviendo al Secretario de Gobierno y a otros funcionarios, quienes tienen que sacrificarse y entrarle a un baño de pueblo y aguantar en su cara los reclamos de manifestantes, sin guaruras, como le pasó a Javier Duarte con una ciudadana que, en su cara, le reclamó por la inseguridad del estado que provocó la desaparición de su hija.
¿Es este el Veracruz que merecen nuestros hijos?, ¿es el Veracruz que nos heredaron los tantos pensionados que hoy suplican por sus pagos como limosneros? No, claro que no. Estamos ante una bola de nieve que sigue cuesta abajo, que sigue creciendo y cada vez es más pesada; las deudas se pagan adquiriendo otro crédito que se convertirá en deuda nuevamente y el círculo vicioso en el que están las finanzas estatales cada vez es más grande. Y falta un año, señoras y señores, un año bajo el mismo esquema de operación gubernamental, un año con los mismo y quisiéramos que con el fin de año no llegara el 2016, sino el 2017.
Desde este espacio, escrito desde la sensibilidad de un ciudadano que tiene el privilegio de que sus palabras sean difundidas en distintos medios, un servidor desea para ustedes, de corazón, que en el 2016 no les falte chamba, que su salud les dé la posibilidad de no tener que pasar por algún hospital público, que si usted es burócrata ya no le retrasen las quincenas, que si es pensionado siga con dignidad poniendo el ejemplo del reclamo justo, si es chofer de transporte no le toque ser víctima de la extorsión, si usted es empresario o comerciante encuentre canales de comercialización de sus productos más allá de tener como único cliente al gobierno estatal, si usted es maestra o maestro se libren de pugnas y madrizas policiales, que si es madre o padre de familia sus hijas o hijos se mantengan lejos de las garras de la inseguridad.
Nos encontraremos la primera semana del 2016, vamos a retomar fuerza y escuchar más puntos de vista por unos días. Mientras, no perdamos el hilo porque el año que viene es decisivo para el rumbo de nuestro Veracruz.
Que Dios los colme de salud y felicidad a todos.