Hasta la sucesión del gobernador Patricio Chirinos Calero, en 1998, todos los mandatarios estatales del PRI debieron recibir, sin chistar, a los candidatos que les imponían desde la Presidencia de la República a través del Comité Ejecutivo Nacional del partido tricolor.
Chirinos, por ejemplo, tuvo que aceptar la candidatura de Miguel Alemán Velasco, al cual había desplazado seis años atrás por la imposición del presidente Carlos Salinas de Gortari y de su influyente asesor Joseph Marie Córdoba Montoya. Pero posteriormente, en la sucesión del economista de Pánuco, el presidente Ernesto Zedillo y su secretario particular Liébano Sáenz resolvieron que se postulara a Alemán, ya que era el único que de acuerdo con sus encuestas podía enfrentar al ex procurador general de la República y ex embajador de México en Francia, Ignacio Morales Lechuga, quien buscaba ser postulado por la alianza PRD-PT-PVEM, la que finalmente sólo se dio de manera parcial porque Cuauhtémoc Cárdenas vetó e impidió que el partido del sol azteca nominara al abogado pozarricense.
Chirinos primero le había dado juego libre a Miguel Ángel Yunes Linares, quien en la víspera sucesoria renunció a la Secretaría de Gobierno para dirigir por segunda vez el Comité Directivo Estatal del PRI y operar directamente desde ahí el proceso electoral municipal de 1997. Pero esa elección de Ayuntamientos fue su Waterloo, al perder más de la mitad de los 210 municipios que existían en esa época. Debido a ese descalabro, Yunes terminó por renunciar no sólo a la dirigencia partidista sino también a sus aspiraciones por la gubernatura. El gobernador trató de impulsar entonces a su secretario de Educación y Cultura, Guillermo Zúñiga Martínez, pero no le cuajó la intentona.
Sin embargo, a pesar de sus diferencias políticas, la transición entre Chirinos y Alemán se dio de manera tersa, con la misma institucionalidad que se había dado anteriormente entre Dante Delgado y el ex secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, a pesar de que no era el candidato preferido del cordobés. Dante apoyaba al senador, como parte de un supuesto proyecto de grupo que pretendía impulsarlo hasta la Presidencia de la República, lo que habría motivado el veto de Salinas y Córdoba Montoya y la imposición del titular de la SEDUE.
En 2004, no obstante que el PRI acababa de ser desplazado de la jefatura del Poder Ejecutivo de la Federación, el gobernador Alemán no pudo imponer al sucesor de sus preferencias, entre los cuales destacaba el neurocirujano Mauro Loyo Varela, su secretario de Salud y amigo fraterno. Al final impulsó al ex director de Banobras y ex diputado federal Tomás Ruiz González, pero a la mera hora dejó colgado de la brocha al actual secretario de Infraestructura y Obras Públicas ante la presión del senador Fidel Herrera Beltrán, quien no le inspiraba confianza pero era el que lideraba las encuestas.
En 2010, en “la plenitud del pinche poder”, Fidel Herrera aprovechó que la Presidencia de la República seguía en manos de la oposición y maniobró para imponer a su sucesor con la venia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. El elegido fue el entonces diputado federal Javier Duarte de Ochoa, su ex secretario de Finanzas, pese a que el diputado local Héctor Yunes Landa, actual senador y fuerte aspirante a la gubernatura, aseguraba igual que ahora que todas las encuestas le favorecían.
Herrera Beltrán ha sido, hasta hoy, el único gobernador de Veracruz que ha impuesto al sucesor de sus preferencias.
Ahora, el gobernador Duarte de Ochoa se apresta a repetir la misma hazaña pese a que el priismo ya tiene líder nuevamente en la residencia presidencial de Los Pinos.
El mandatario veracruzano asegura que el presidente Enrique Peña Nieto le ha delegado la responsabilidad para poner candidato, bajo la advertencia de que es la decisión más importante de su vida y que, por lo tanto, no puede equivocarse.
El senador Yunes Landa, quien presume de seguir encabezando las encuestas, sigue presionando para que el abanderado del PRI se elija bajo este método.
Y es que hasta principios de noviembre, algunos sondeos le daban ventaja de cuatro puntos sobre el otro senador priista Pepe Yunes Zorrilla, aunque éste debió haber subido recientemente en las preferencias luego de la publicitación de su tercer informe de actividades legislativas rendido el pasado domingo 29 de noviembre ante más de 15 mil asistentes al World Trade Center de Boca del Río.
Sin embargo, la semana anterior, en charla con un grupo de columnistas, el propio gobernador Duarte descalificó las encuestas al considerarlas “una mam…”, mientras que el presidente del CDE del PRI, Alberto Silva Ramos, también ha dicho que no serán determinantes para seleccionar al candidato de su partido, que aparte de popular debe ser alguien que sea factor de unidad y cuente con un grupo de inclusión.
Y es que el dirigente priista refirió que en Nuevo León, Querétaro y Colima –único estado que ganó el PRI en las elecciones de junio pasado pero cuyo triunfo electoral fue anulado por el Tribunal Federal Electoral–, fracasaron los candidatos que fueron nominados con base en las encuestas. Por ello, dijo que en Veracruz el abanderado será electo por los priistas locales, tal como acaba de hacerse en Durango.
Este domingo 13, para empezar, se dará el primer paso. En sesión extraordinaria, los 633 miembros del Consejo Político Estatal del PRI, congregados en un hotel de Boca del Río, ratificarán la Convención de Delegados como método para seleccionar a los candidatos del tricolor al Congreso local y a la gubernatura de Veracruz. Todo parece indicar que el candidato para suceder a Duarte se designará en plena cuesta de enero, no por encuesta.
Estancias infantiles
Ante el serio problema de la pobreza, uno de los programas sociales que más destacan por sus resultados obtenidos debido a la efectiva coordinación de los tres niveles de gobierno es el de las Estancias Infantiles, que en Veracruz atiende a casi 23 mil niños y niñas mientras sus padres y madres trabajan.
Esta labor fue reconocida por la directora general de Políticas Sociales de la Secretaría de Desarrollo Social, Martha Angón Paz, y el titular de Sedesol del estado, Alfredo Ferrari Saavedra, quien recibió a la funcionaria federal en representación del gobernador Javier Duarte de Ochoa, así como el delegado federal Marcelo Montiel Montiel y el alcalde del puerto de Veracruz, Ramón Poo Gil, durante una reunión en la que se anunció que este programas no sufrirá recortes presupuestarios.
Sin duda una buena noticia para la población que necesita este servicio fundamental.