Los conciertos, casi siempre, resultan como una meditación, me dijo Marisol Mandujano en esta tercera parte de la conversación en la que narra sus experiencias académicas, su relación con Los Macuiles y nos invita a la presentación del primer disco de este grupo que será el jueves 10 de diciembre, a las 8:00 de la noche, en la Sala Chica del Teatro del Estado. La entrada será libre, lleguen temprano porque se va a llenar.
Sigamos con el relato de Marisol
Me tropecé de nuevo y con la misma piedra
He intentado, por muchos medios, de entender la música desde ese otro lugar, el lenguaje escrito, pero me ha costado muchísimo.
Cuando tenía nueve años mis papás dijeron hay que meter a la niña al CIMI [Centro de Iniciación Musical Infantil] y me metieron pero las clases de música no me gustaban, el solfeo menos, era lo peor, era como el infierno para mí (risas), era horrible, un martirio, no entendía, no podía creer que a la música la pudieran ver a través de puntitos y rayitas, yo no la concebía así, yo la sentía en mi cuerpo. Cada vez que había exámenes todo me lo aprendía de oreja, nunca aprendí a leer. Duré tres años ahí porque me metieron al coro especial, ahí tuve mis primeras presentaciones en teatros, viajé bastante y fueron días maravillosos, en esa etapa la música me proporcionaba una alegría divina, era como mística, surreal, se integraba en mí todo: el cielo, la tierra, el aire, el agua, todos los elementos se reunían en ese momento.
Cuando me dijeron ya te tienes que salir del coro especial porque ya tienes 12 años y empieza a cambiar tu voz, ahí fue donde dije ya no quiero más CIMI y le lloré a mis papás para que me sacaran.
Después estuve en JazzUV como un año y medio, le eché muchas ganas pero tampoco me resultó, me costó mucho trabajo y a la fecha quiero intentar, siempre he querido volver a intentar entenderlo por ahí pero ya llegué a la conclusión de que no es la única forma de enseñanza y de entendimiento de la música, de hecho, antes la música se hacía de generación en generación entonces no tenemos que racionalizarla y decir que una persona es músico solamente si llevó una carrera o si sabe leer, yo sé que así no fue y así no es aunque a veces, obviamente, sí funciona ampliar el panorama a través de algo visual, de decir mira, en el mundo se han encontrado otros ritmos y ya hubo alguien que pudo registrarlos, por eso honro la música escrita sin embargo no digo que un músico solamente sea músico desde ahí, muchas personas que yo respeto mucho y admiro como Rafa Campos, Messe, Susana Baca no estudiaron música y son unos genios, y así hay mucha gente que es música su ser.
Esas han sido las dos únicas experiencias que he tenido a un nivel institucional, aparte he tomado tres cursos con Iraida [Noriega] y ella también enseña la música desde un modo vivencial, desde el juego, desde la improvisación y casi no le gusta meterse a rollos teóricos.
Los Macuiles
Macuiles ha sido una parte muy importante de mi vida, son mis hermanos, son mis carnales, no hay otra forma de describir a cada uno de los que han estado en Macuiles, que ha sido también otra escuelototota. Estuvo Rafa, estuvo el talentosísimo, virtuosísimo Marino, estuvo Román Méndez, un requintero, y todos los que están ahorita: Emilio Bozzano, Palaz Urbina, Ulises Godínez, Aníbal García, Carlomagno Martínez; es una cantidad de vida y de personas maravillosas que han podido ser parte de mí gracias a la música.
Emilio Bozzano es el que inició el grupo y el que se ha aferrado a que exista a pesar de sus encuentros, desencuentros y rupturas porque cada vez que se sale uno de sus integrantes, Macuiles deja de ser lo que era y tiene que volverse a recrear.
Es un grupo que inicia por la inspiración y la forma del son jarocho pero ellos vivían aquí y les gustaban otros géneros entonces empezaron a hacer fusiones y echar mucho relajo. Antes hubo otro proyecto que se llamó Los Pejes y luego Palo mulato pero ya como Macuiles iniciaron en 2015 con cinco integrantes, por eso se llama Macuiles, porque “cinco” en náhuatl se dice “macuil” y también por el Macuiltépetl, querían tomar algo que fuera representativo de la zona.
Esos son sus inicios, yo lo conocí, te digo, por Afromestizo, ellos ya tenían su grupo y, cada que necesitaban refuerzos, me llamaban para apoyarlos en coritos. Así estuvimos un chorro de rato y yo siempre me sentí como apoyando a mis hermanitos pero siempre supliendo hasta que hace como siete años, más o menos, Palaz dijo a ver, Marisol, ya queremos que estés formalmente con nosotros, que te sientas parte del grupo no nada más que vengas cada vez que puedas, y me invitaron a ser parte, ya formalmente. En ese entonces estábamos Román Méndez, Emilio Bozzano, Palaz, Ulises y yo, también éramos cinco pero empezaron a entrar y salir muchos, entró Marino, esa fue otra etapa muy padre de Macuiles, y poco a poco se fue incrementando el número de músicos hasta que, en algún momento, llegamos a ser como 11, ahorita somos nueve.
Como te estaba contando, hemos vivido mil cosas con ese grupo, obviamente mucha vida, muchos escenarios pero también otros encuentros, Emilio cocina delicioso, también Román cocinaba muy rico y Ulises entonces tuvimos la oportunidad de, a través de la fiesta, de la celebración, del convivir, estrechar más unos lazos que también se pueden reflejar en la música, que son parte de la música.
Para mí la música es medicina para el alma y algo bien chido de la música de Macuiles es la alegría, es muy alegre y, bueno, tiene de todo, también hay unas que no están tan alegres pero Macuiles intenta, al igual que lo hizo Jugosos Dividendos, tener una voz propia y hablar de las problemáticas, hay una canción que se llama Antes de partir, que la escribió Emilio y la compusimos entre todos para protestar acerca del maltrato a los migrantes, de todos los padecimientos que tienen y por tantos muertos, entre ellos un conocido mío que estaba en un cargo de gobierno y lo secuestraron por apoyar a los inmigrantes.
Es importante para Macuiles tener una voz propia y decir las cosas que no están bien, alzar la voz, unirse socialmente a todo lo que está pasando pero hacerlo desde una alegría tremenda porque nos hemos dado cuenta de que la única forma que de contrarrestar esas energías negativas es con la otra energía, la energía positiva, la energía de la alegría.
Hemos tenido muchas experiencias, muy fuertes, como grupo, una vez fuimos a una gira a México en un momento muy caótico a nivel nacional, estaban protestando fuertemente por los desaparecidos y habían cerrado el centro de la ciudad. Nos pidieron que fuéramos a hacer un concierto, teníamos mucho la duda de si hacerlo o no pero dijimos venga, vamos a hacer un concierto en estas fechas porque necesitamos compartir esta armonía.
Otra experiencia fue el año pasado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, nos invitaron, no queríamos ser parte de eso sin embargo dijimos creemos que con nuestra música podemos decir algún mensaje desde adentro, desde un lugar donde no está chido pero va a haber mucha gente y muchas cámaras. Participamos y nos echamos unos versos muy intensos. No sé si pasaron o no nuestro concierto en la televisión, sabíamos que nos estábamos arriesgando a que nos vetaran pero nos echamos unos versos ahí, desde un lugar político, y hablamos de lo que no estábamos de acuerdo. Sí nos interesa decir lo que creemos que no está chido y que tenemos que cambiar pero también compartir música, compartir alegría.
Otro momento bien fuerte fue el concierto Un aliento que hicimos para apoyar a Aleph, yo no podía ni moverme, a todos se nos hacía remolinos el estómago porque teníamos que compartir una música muy alegre desde un momento muy triste, muy triste pero era dar ánimos y dar esperanza, te juro que yo sentí como una explosión en mi cuerpo de sacar fuerza, de sacar ánimo, de sacar alegría, de sacar vitamina; me vibraba todo el cuerpo, sentía cosquillitas y dije para eso estamos.
Toma uno
Después de 10 años de trayectoria, Macuiles acaba de grabar su primer disco con varias composiciones de Emilio Bozzano, otras de Rafa Campos, y también algunas de los Macuiles porque finalmente todos los músicos contribuimos a hacer la forma de las canciones y los coros. En el concierto presentaremos una canción de Honorio Robledo aunque no está formalmente en el disco, también tiene canciones del son jarocho pero con arreglos en los que se escucha la voz del grupo.
El disco se llama Macuiles y la presentación es el 10 de diciembre, a las 8:00 de la noche, en la Sala Chica del Teatro del Estado. Es entrada libre, están todos invitados a este encuentro que será un momento de unión, de reunión donde queremos hacer música con todos los que estén ahí presentes y compartir este disco que, como lo he expresado antes, es como un hijo que va a contar todo el trayecto de Macuiles en todos estos años, cada persona que ha entrado, cada persona que se ha ido, cada compositor que nos ha obsequiado su música, cada desencuentro nuestro, también, cada ruptura, cada fractura y recreación del grupo.
Los conciertos, casi siempre, resultan como una meditación porque muchas veces no estamos contentos, muchas veces estamos encabronados por la situación política, por la situación social, por la situación de vida pero sabemos que nuestro trabajo es la fuerza entonces tenemos que echarle todas las ganas y sumergirnos en una meditación de dos horas de bienestar, de armonía y de alegría.
Jijos del maiz
Ahorita estoy desarrollándome en la jarana y la guitarra, pero las toco muy poquito, también toco percusión menor cuando hace falta. De material discográfico tengo el demo de Afromestizo, el segundo disco de Jugosos dividendos, tres discos que son recopilados hechos por RTV Música y éste, que es mi segundo material discográfico formal.
Xalapa es un núcleo precioso y me siento como bendecida por haber nacido aquí y siento que he tenido muy buenos maestros.
Todos somos hijos de la tierra, somos hijos del maiz; con mi familia tenemos un rancho orgánico y una empresa familiar, eso ha sido muy importante para tener esa cercanía con la tierra y sentirnos parte de ella, eso también nos ha dado otra forma de vivir, de ser y también de sentir la música.
PRIMERA PARTE: Cantando se alegran los corazones SEGUNDA PARTE: El canto divino del Sol