Por Gerónimo Rosete Pozos
El primer paso está dado, una iniciativa del gobernador Javier Duarte que seguramente será aprobada por el Congreso Estatal, para crear un esquema anticorrupción que convertirá a Veracruz en el primer estado del país donde el gobernador y otros servidores públicos no estén protegidos por el fuero constitucional. Positiva decisión, cuestionable en tiempo; pues parece que por arte de magia la voluntad de atacar a los corruptos de manera enérgica surge justo antes del siguiente proceso de elección a gobernador del estado.
Como seguramente ya saben, pues el anuncio de la iniciativa se hizo desde la semana pasada, la propuesta incluye también eliminar el fuero a secretarios de despacho, alcaldes, síndicos y titulares de organismos autónomos; es decir que de incurrir en algún delito quienes ejerzan dichas funciones, podrán enfrentar los procesos legales correspondientes sin antes pasar por un juicio de procedencia para eliminar la lujosa protección que les daba el fuero constitucional.
Nuevamente estamos ante una buena intención del gobernador Duarte, pero su efectividad no depende solamente de él. En el año que está por terminar hemos visto varios casos de desafuero (Juanelo, Tronco y otros) en los que el Congreso Estatal ha considerado pertinente ejecutar un juicio de procedencia en contra de los funcionarios para que respondan ante las autoridades por acusaciones en su contra, unas muy graves pues en el caso del expresidente municipal de Coatepec se trata de un homicidio que, supuestamente, él ordenó al igual que el de Renato Tronco. Muy bien, el esquema ha funcionado, se propone brincarse el pasito burocrático de eliminar la ofensiva figura del fuero, pero no basta con eso. En los casos citados, los acusados siguen prófugos y sus casos han sido explotados mediáticamente para colocar al gobierno veracruzano como justo y apegado a derecho, en la realidad nada de eso ha sucedido, pues los susodichos andan de pelada, libres.
Como decía mi abuelo, piensa mal y acertarás.
No solamente hay que quitarse el fuero, si realmente quieren curarse en salud antes de despedirse de una de las administraciones más oscuras que hemos tenido a través de la historia política contemporánea del estado, lo que hace falta es darse un baño de pueblo. Quitarse el fuero es una cosa, pero una muestra real de honestidad, humildad, sencillez, sensibilidad no, empiecen por dejar de cargar con tanta ayudantía (nombre táctico de los guaruras), dejen las camionetas blindadas (tomando en cuenta que la misma clase política asegura que vivimos en un estado seguro), dejen los lujos que han costado millones de pesos a los veracruzanos, bájense del ladrillo y muestren que realmente son parte de la población; lo del desafuero puede criticarse o no, pero si la ley se aplicara de manera tajante y sin sesgo, iniciativas de ese tipo no serían necesarias, pues está enfocada a combatir la corrupción en un estado donde el mismo gobernador ha declarado que no existe tal.
No es algo visionario, no es del otro mundo, posiblemente no tenga precedente, pero hicieron lo mismo que en el caso de La Casa Blanca a nivel presidencial, cerrado el tema entonces si se preocuparon por la corrupción. ¿O será acaso un acuerdo para la sucesión? Uno se va curado en salud, el que llega hace el trabajo sucio.
Y fíjense qué ironías, a uno que le gusta fundamentar las acciones y dichos en los libros; aquí le va la definición de desaforar según la Real Academia de la Lengua Española: “acto violento contra la ley, acción contraria a las buenas costumbres o a los consejos de la sana razón”. Escriba a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas