Hace exactamente un año, el 25 de noviembre de 2014, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, tres veces candidato presidencial –en 1988, elección que perdió por el fraude electoral a favor del priista Carlos Salinas de Gortari; en 1994 y 2000–, renunció públicamente como militante del PRD, partido que 25 años atrás había fundado con Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y otros destacados líderes y personajes de la izquierda mexicana.
En su misiva, dirigida al presidente del Consejo Nacional del partido del sol azteca, Ángel Ávila, el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México –el primero electo democráticamente en 1997–, expuso que su renuncia con carácter de irrevocable obedecía a su propósito de mantener congruencia con sus principios ya que no correría el riesgo de compartir responsabilidades de decisiones tomadas por miopía, oportunismo o autocomplacencia. Cárdenas expresó su preocupación por la falta de credibilidad del instituto, su ausencia de los movimientos sociales y el interés por aliarse en aquél entonces con el PAN, en Sonora.
Este viernes 27, el ex perredista, junto con el senador Alejandro Encinas, visitará esta ciudad capital para presentar su proyecto político “Por México hoy”, evento que tendrá lugar en el Casino Xalapeño a las 17:00 horas (5 de la tarde).
Según anunció la ex diputada local del PRD, Mariana Aguilar, presidenta de la Asociación Civil Análisis y Movimiento Humano en Acción, la visita de Cárdenas no tiene como objetivo construir su cuarta candidatura a la Presidencia de la República sino definir un proyecto de nación basado en la consulta ciudadana. Aguilar aclaró que el encuentro de Cárdenas con los veracruzanos está dedicado a impulsar las transformaciones democráticas, hacia un país soberano, de iguales, con justicia y libertad.
“Se trata de un espacio de debate de ideas para hacer un nuevo diseño de país. Están en un proceso reflexivo en el que se recogen opiniones para conocer las problemáticas de las provincias del país”, dijo la ex diputada, quien adelantó que evidentemente el michoacano fijará su posicionamiento en torno a la política nacional y del estado de Veracruz.
Así que los líderes perredistas locales y de otros partidos de izquierda que andan promoviendo la candidatura de Yunes Linares para encabezar la alianza PAN-PRD en la sucesión gubernamental de 2016 deberían debatir con Cárdenas si el proyecto que representa el ex priista será congruente y podría abonar a la construcción de un país de libertades plenas, más justo, socialmente igualitario y democrático.
¿Ya se le habrán olvidado a Cárdenas, por ejemplo, los agravios de los que fue víctima a finales de 1993 cuando buscaba su segunda candidatura presidencial y durante una gira por Xalapa y el puerto de Veracruz fue ridiculizado por un grupo de travestís enviado presuntamente desde la Secretaría de Gobierno a cargo de Yunes Linares? ¿Y la persecución contra líderes y militantes del PRD en Veracruz por supuestas órdenes del presidente Salinas de Gortari, quien buscaba aniquilar el neocardenismo que había resurgido en la elección presidencial de 1988 en casi toda la entidad?
Hace una semana, precisamente, en una gira por el norte de Veracruz, el ex dirigente perredista y actual dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, recordó ante cientos de seguidores este bochornoso montaje así como el pasado represor y corrupto de Yunes Linares como secretario de Gobierno, por lo que, dijo, no debería ser designado candidato a la gubernatura porque no tiene la calidad moral suficiente para representar a nadie. “Ese es Yunes, y ahora resulta que va a ser el candidato del PAN y del PRD. No tienen vergüenza, que respeten un poco, que no abusen”, dijo el aspirante presidencial.
Pero los ex dirigentes nacionales del PRD no son los únicos agraviados que se le están atravesando a Yunes en su obsesiva aspiración por la gubernatura de Veracruz, en cuya última intentona ha logrado avanzar en la alianza con el partido del sol azteca cooptando a líderes perredistas que hasta hace poco estaban al servicio del sucesor y de los operadores políticos del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, su más odiado enemigo. Y es que aparte de Cárdenas y de López Obrador, Yunes estaría por enfrentar también un ajuste de cuentas de otros poderosos correligionarios.
Este martes, por ejemplo, el dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos, aseguró que Yunes se muestra asustado por la irrupción al interior del PAN del ex presidente Felipe Calderón y de su esposa Margarita Zavala, como factores decisorios en la nominación del candidato de su partido en Veracruz. El diputado tuxpeño consideró que el ex director del ISSSTE, que fue impuesto como candidato en la sucesión estatal de 2010 por el ex mandatario y su esposa, sabe que “le quitó a la mala” la curul plurinominal a la señora Zavala y que “ahora los Calderón vienen por la revancha y eso se verá reflejado en la nominación del candidato panista a la gubernatura”, refirió.
Por eso, resumió, “Yunes Linares está preparando lo que mejor sabe hacer: perder”, pues lo catalogó como “un perdedor por naturaleza”. Y es que, en efecto, con excepción de 1991, cuando contendió por la diputación federal por el distrito de Huatusco –proceso electoral en el que el presidente Salinas maniobró para que el PRI arrasara en las 300 distritos del país para sacar las reformas constitucionales comprometidas con el PAN y la Iglesia católica, entre otros poderes fácticos–, el ex priista “nunca ha ganado una sola elección”, recordó Silva, lo cual es cierto, ya que en 1980 fue diputado local también de representación proporcional, al igual que hoy y en el 2003 fue diputado federal plurinominal, perdiendo en 1988 como candidato priista de mayoría relativa por el 38 distrito de la ciudad de México.