Hace casi dos meses, a mediados de septiembre, el Partido de la Revolución Democrática se pronunció por la construcción de alianzas opositoras de cara a los procesos locales de 2016, cuando habrán de renovarse, en todo el país, 12 gubernaturas: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

Durante el Congreso Nacional Extraordinario del partido del Sol Azteca, se integró una comisión que evaluaría, caso por caso, la posibilidad de las alianzas; con 116 votos a favor, los perredistas se pronunciaron por la conformación de coaliciones con Acción Nacional.

Sin embargo, las pláticas entre las dirigencias nacionales de PAN y PRD llevan casi un año; comenzaron desde que dichos partidos eran encabezados por Gustavo Madero Muñoz y Carlos Navarrete Ruiz, respectivamente.

La alianza PAN-PRD no es un ejercicio nuevo: en 2010 fueron electos Gabino Cué Monteagudo, en Oaxaca; y Rafael Moreno Valle, en Puebla; en el primer caso, postulado por Movimiento Ciudadano, PAN, PRD y PT; mientras que en el segundo, la coalición ganadora fue integrada por esas mismas fuerzas políticas, más Nueva Alianza, excluyendo al Partido del Trabajo.

Debido al contundente triunfo electoral en esos dos estados, tanto panistas como perredistas ven en dicha fórmula una posibilidad de incrementar las probabilidades de éxito en los procesos estatales que se consideran la antesala de la sucesión presidencial.

De esa forma, el experimento de 2010 podría repetirse en 2016, sobre todo en cinco entidades del país, Sinaloa, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y Veracruz.

Al menos en dos de esas entidades, Puebla y Veracruz, el albiazul determinaría al abanderado de la alianza opositora, debido a una mayor presencia y, sobre todo, a mejores resultados en los procesos electorales más recientes.

En las elecciones federales del presente año, por ejemplo, Acción Nacional casi duplicó el número de sufragios del PRD: 522 mil 749, 21.3 por ciento, contra 270 mil 88, 11 por ciento.

Igual ocurrió en la elección para gobernador en 2010: el blanquiazul alcanzó 40.99 por ciento, mientras que el Sol Azteca quedó muy lejos de los lugares protagónicos, con 12.90.

Lo sobresaliente es que cada vez aumentan las posibilidades de ver en las boletas del próximo año a esos dos partidos políticos, de ideologías tan diferentes, juntos en una alianza para propinar al Revolucionario Institucional su primera gran derrota político-electoral en Veracruz. No es poca cosa, sobre todo porque con cinco millones 582 mil ciudadanos, Veracruz tiene el tercer padrón más importante del país; y porque 2016 es la elección previa a la sucesión de Enrique Peña Nieto.

Este lunes, las dirigencias de PAN y PRD en la entidad anunciaron la conformación de un bloque opositor para derrotar al PRI en 2016. José de Jesús Mancha y Rogelio Franco aseguran que las pláticas van muy avanzadas. Hablan de la crisis económica, financiera y de seguridad que enfrenta Veracruz y dicen que es necesario un cambio de rumbo.

Sin embargo, las decisiones con relación a la alianza, incluyendo la designación del candidato, no pasarán por las dirigencias estatales y tampoco por la militancia; lo más probable es que los líderes nacionales, Ricardo Anaya y Agustín Basave, determinen si se concreta o no esa coalición, en la que no estaría Morena y, probablemente, tampoco el Movimiento Ciudadano, partidos que ya anunciaron su participación, en solitario, en los próximos comicios.

Yunes y Bueno, los punteros en la carrera panista

Al interior de Acción Nacional, partido que pondría candidato a gobernador en caso de concretarse esa alianza, únicamente se barajan dos nombres: Miguel Ángel Yunes Linares y Juan Bueno Torio. El primero tiene a favor un mayor posicionamiento entre el electorado porque ya fue candidato al gobierno estatal, logrando más de un millón 277 mil votos pero perdiendo la contienda. El segundo juega con ventaja en el tema de las relaciones con la dirigencia nacional; también tiene una presencia indiscutible entre la militancia del partido porque fue el primer candidato panista en ganar una elección federal y por su paso por el Senado de la República.

Juan Bueno acelera la marcha en cuanto a sus reuniones con militantes y simpatizantes del blanquiazul, en tanto que Yunes Linares aprovecha el foro que da la Cámara de Diputados. Entre ellos dos estará el candidato a suceder a Javier Duarte.

¿Y las diputaciones?

En juego, y en las negociaciones de PAN y PRD, no sólo está la candidatura al gobierno estatal; también 30 diputaciones locales por mayoría relativa, al igual que las posiciones plurinominales, que dependerán del resultado del próximo año.

De avanzar el tema de la coalición, al menos 10 de los 30 candidatos podrían salir del Sol Azteca.

El primer problema a que se enfrentarán los negociadores se relaciona con determinar qué distritos corresponderán a cada partido; no es un asunto menor porque no hay 10 distritos en que el PRD tenga, en el histórico de las elecciones, más votos que el PAN. @luisromero85