Por Gerónimo Rosete Pozos
Nunca, en la historia de Veracruz, se había visto un interés tan grande por posicionar al gobierno y el estado con estrategias de publicidad, difusión en medios nacionales e internacionales y con planes minuciosos de aprovechamiento de redes sociales. Seguro es por la visión y contexto generacional del gobernador Duarte y su esposa Karime Macías, quienes se han rodeado de expertos en dichos temas para implementar campañas y difundir obras y acciones de manera masiva.
En la lejanía quedó el incumplido slogan “vamos bien y viene lo mejor”, después vino el “Veracruz adelante”, y sí, en cifras de inseguridad y atraso en el desarrollo socioeconómico se estuvo adelante; el último destello del talento creativo gubernamental es el “Veracruz ya cambió”. Esa frase parece ser el cerrojazo, la campaña de campañas, el veredicto final de una administración que está a poco más de un año de su conclusión. Usted y un servidor nos preguntamos ¿a quién se le ocurrió la puntada?
Va un poco de contexto para ubicar, retomando declaraciones hechas por Gisela Rubach Lueters, coordinadora de diplomados de mercadotecnia política del ITAM. La citada maestra ha desarrollado mas de 300 campañas en México y América Latina y considera que, gracias al desarrollo de medios no convencionales (redes sociales), “la pirámide de comunicación se ha invertido”, la base más fuerte está en el ciudadano , la comunicación ya no es de arriba hacia abajo, pero en México (agrego, en Veracruz) hay una resistencia a entenderlo. “Todo lo que tiene que hacer un gobierno los 365 días del año en el ejercicio del poder es hacer, gobernar y comunicar”, asegura la experta. Hoy la propaganda de masas no es suficiente, incluso es inútil en algunos ámbitos; además, representa un gasto enorme de espacios publicitarios comprados a concesionarios de radio y televisión, en pocas palabras y de acuerdo a la maestra Rubach, “hagamos menos spots y más marketing gubernamental”.
Por lo anterior, extraña esa intención obvia de convencer acerca de un cambio, es más, ¿realmente el cambio lo perciben los ciudadanos?, ¿es cambio positivo o negativo? Por eso creemos que es otro destello de los expertos en publicidad y marketing que han marcado línea desde hace meses al interior del equipo de comunicación oficial, es el reflejo de una nula sensibilidad y una muestra más de que las estrategias para posicionar el mensaje de gobierno son como los merolicos de las ventas por televisión, repiten y repiten cualidades y resultados desde una tribuna que no está al nivel del cliente, del target. Alguna vez, el coordinador de Comunicación Social del gobierno estatal, Juan Octavio Pavón, determinó adaptar esos mensajes a los diferentes públicos dentro de la población veracruzana, haciendo las producciones (spots) más atractivas y que de fondo fueran certeros; evidentemente la instrucción no se acató, ahí los resultados.
“Veracruz ya cambió”, ese veredicto únicamente lo da la sociedad.