En el pasado han quedado los días de gloria del diputado Renato Tronco Gómez y, al parecer, también sus aspiraciones por convertirse en candidato independiente al gobierno de la entidad, en “el Bronco” veracruzano.
El proceso de desafuero en su contra comenzó el pasado 6 de octubre y podría concluir en menos de un mes, de acuerdo con los tiempos planteados por el diputado local Tonatiuh Pola Estrada; antes vendrá una etapa de análisis en las comisiones de Gobernación y de Justicia y Puntos Constitucionales, que presiden Carlos Fuentes Urrutia, del PAN, y Ciro Gonzalo Félix Porras, del PRI, respectivamente.
La primera semana de octubre, la Fiscalía General del Estado presentó a la Legislatura local una solicitud de juicio de procedencia contra el diputado independiente Renato Tronco, ex del Partido Verde y ex militante, también, de Acción Nacional.
A Tronco Gómez se le acusa por la probable autoría intelectual del asesinato del regidor de Las Choapas, Alfredo Pérez Juárez, ocurrido el 5 de junio de 2006; nueve años después y tras un largo proceso judicial, comenzó a tomar forma el posible fin de esa historia.
El homicidio del combativo regidor perredista ocurrió durante el primero de dos periodos de Renato Tronco en el ayuntamiento de Las Choapas (2005-2007); como consecuencia del asesinato, tres personas fueron detenidas, entre ellas, el ex director de la Policía Preventiva Municipal, Hormido Cruz Bustamente.
Tronco dice que no se amedrenta ni se achica; sin embargo, todo parece indicar que este podría convertirse en el primer caso de un diputado desaforado en la presente legislatura.
El ex alcalde de Las Choapas era un activista social con una respetable base de apoyo en esa región del sur de la entidad; creció muy rápidamente debido a sus acciones de protesta, a los bloqueos de vialidades y, sobre todo, a su movimiento para exigir obras y apoyos gubernamentales.
A su primer periodo en la presidencia municipal de Las Choapas, cuando fue candidato del PAN, siguió la diputación local, en 2007, y otra vez el ayuntamiento, en 2011, para de ahí brincar una vez más al Congreso local.
Político de bandazos y de un laxo sentido de la lealtad, salió de Acción Nacional y fue postulado otra vez a la Legislatura del Estado, pero ahora por la coalición “Veracruz para Adelante”, integrada por PRI, Verde y PANAL.
El rompimiento con el PRI
En 2013 intentó imponer a su hermano Miguel Ángel Tronco como sucesor en la presidencia municipal de Las Choapas, pero la elección fue impugnada y finalmente anulada.
De inmediato vino la reacción; entonces diputado electo, Renato Tronco lanzó señalamientos porque, según dijo, el PRI negoció su posición y la de su hermano para que el candidato del PRD, Marco Antonio Estrada Montiel, llegara a la alcaldía.
Luego lanzó acusaciones en el sentido de que el gobierno estatal operaba en su contra para impedir que su hermano Miguel ángel ganara la elección extraordinaria y a partir de ahí, su declaración en el sentido de que uno se retiraría de la contienda y el otro abandonaría la curul en la Legislatura, medida que se quedó en el anuncio mediático.
Tronco se declaró después diputado independiente y desde esa posición comenzó a construir un proyecto para convertirse en candidato al gobierno veracruzano; su “independencia”, sin embargo, se debe a que ni un partido le aceptaría: luego de su separación del PAN, de su rompimiento con el PRI y de su enfrentamiento con el PRD, no hay partido que se respete que se anime a volverlo candidato.
Ahora enfrenta el juicio de desafuero y, de proceder, sus días en libertad podrían estar contados.
La próxima senadora priista…
Como consecuencia de la Reforma Electoral, hoy se garantiza la equidad de género en las candidaturas, por lo que ya los partidos políticos se preocupan por qué mujeres habrán de postular al Senado de la República en 2018.
En el priismo veracruzano hay al menos una tercia que desde ahora se perfila: Erika Ayala Ríos, Anilú Ingram Vallines y María del Carmen Pinete Vargas.
De las tres, sin duda¸ la lideresa del Sindicato del Cobaev, es la más aventajada pues Ayala Ríos además de ser una cara fresca, joven, tiene una larga trayectoria política, ha sido diputada federal suplente, lideresa del PRI y, actualmente, senadora suplente y dirigente estatal de la CNOP.
Anilú Ingram, aunque quiere, ya perdió una elección federal; evidentemente, no basta una cara agraciada; Pinete Vargas –mujer experimentada–, podría dar la batalla pero su presencia se concentra únicamente en el norte veracruzano.
Todo dependerá, sin duda, del proceso de 2016, que es la antesala de la elección federal de 2018.
Mientras ese momento llega, llama la atención el activismo político de la dirigente del sector popular del PRI. Erika Ayala reorganiza a la CNOP, teje alianzas con grupos, realiza trabajo de gestión y se posiciona rápidamente; su crecimiento no se debe a la casualidad. @luisromero85