El domingo 6 de noviembre de 2005, en las instalaciones del Club Happy Hollow, de Omaha, Nebraska, en Estados Unidos, el entonces alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil, y su homólogo de esa ciudad norteamericana, Mike Fahey, firmaron un acuerdo de hermanamiento.
Este encuentro inició con mucho ímpetu y algarabía. Desde entonces se habló de intercambios comerciales, educativos, empresariales y de exportación.
Han pasado 10 años y poco se ha visto. Hoy, por ejemplo, la Escuela para Estudiantes Extranjeros de la Universidad Veracruzana (UV) luce vacía. Quizá por malas administraciones, tal vez por el poco interés de las autoridades universitarias luego de la difícil situación por la que ha cruzado Veracruz, en materia, por ejemplo de inseguridad, o bien porque nunca se han acercado a las autoridades municipales para ver o conocer con cuáles ciudades extranjeras se tienen hermanamientos.
En ese tema pareciera que son los integrantes del Club Rotario los que más intercambios de estudiantes xalapeños con extranjeros logran, en un sistema de convivencia familiar que ha llevado a muchos jóvenes capitalinos lo mismo a Estados Unidos que a Europa.
Xalapa, por si usted no lo sabe, tiene hermanamientos en Estados Unidos con las ciudades de Covina, en California; Columbia, en Carolina del Sur; Laredo, en Texas, y Mobile, en Alabama. En el resto del Continente con Antigua, Guatemala; Ambato, Ecuador, y Paraná, Argentina. En Europa sólo con Palma de Mallorca, capital de la isla de Mallorca, España.
Las ciudades del país con las que tiene este vínculo son Cotija, Michoacán; Torreón, Coahuila; Toluca, Estado de México; Chilpancingo, Guerrero; Puebla; Matamoros, Tamaulipas; Querétaro, y Cancún, Quintana Roo. En la entidad está hermanada con el puerto de Veracruz, Perote y Acayucan. Pero de las ciudades veracruzanas o de las del país poco o casi nada escuchamos, y de las urbes hermanas del extranjero, mucho menos.
Lo de Omaha se ha presumido mucho y la capital veracruzana cuenta con un paseo que lleva incluso el nombre de esa ciudad, allá en la avenida Xalapa, y un parque, recién inaugurado, en el paseo de Los Lagos.
En los diez años de relación con Omaha, esa ciudad nos envió ya dos ambulancias en tiempos del alcalde David Velasco Chedraui, y ahora, con Américo Zúñiga Martínez, la donación fue de cuatro, una donación nada menor, sobre todo si como ha dicho el propio edil xalapeño, las ambulancias están valuadas en más de un millón de pesos cada una.
Ha sido destacable la presencia del alcalde Américo Zúñiga en Omaha, en el marco del décimo aniversario del hermanamiento, en donde por cierto tuvo contacto también con otros munícipes aliados de esa ciudad norteamericana provenientes de ciudades de Japón, Alemania, Lituania, Irlanda, Ucrania y Venezuela.
Acompañado en esta gira de la síndica única Michelle Servín González; de la secretaria del Ayuntamiento, María Amparo Álvarez Castilla, y de los regidores Nelly Reyes López, Ana Karina Platas Córdoba, Rogelio Álvarez Arroyo, Martín Espinoza Roldán y Heriberto Ponce Miguel, el alcalde Zúñiga tuvo encuentros importantes, no sólo con la alcaldesa Jean Stothert y los integrantes de la Asociación de Ciudades Hermanas (OSCA, por sus siglas en inglés) que preside Cynthia Buettner, sino también con el Decano de Estudios y Programas Internacionales de la Universidad de Nebraska, en Omaha, Thomas Gouttierre; con David R. Lavander, director del Beveridge Magnet School; con David G. Brown, President & CEO, Greater Omaha Chamber, que es similar a la Cámara de Comercio de ese país, y con Mindy Ruffalo, la directora de la misma Cámara.
El saldo del viaje es positivo. Tan sólo las cuatro ambulancias donadas a la capital veracruzana representan un monto de cerca de 5 millones de pesos.
Sin embargo, Américo Zúñiga está dando los primeros pasos de lo que pudiera ser un gran programa para explotar los lazos fraternales de Xalapa con todas las ciudades hermanas.
¿Se imagina usted que estudiantes xalapeños tuvieran posibilidades de viajar a estas ciudades de Estados Unidos, España o Latinoamérica en viajes de estudio a manera de intercambio, con el aval del Ayuntamiento y de nuestras instituciones educativas? Y, junto con eso, también los intercambios culturales y comerciales que incentivarían las posibilidades de desarrollo para Xalapa y su población.
La madeja de los “hermanamientos” tiene mucha hebra. Alguien tiene que empezar a desenredarla para bien de la ciudad y de los xalapeños.