La semana pasada habíamos comentado aquí sobre el manifiesto entusiasmo del dirigente estatal del PAN, José de Jesús Mancha Alarcón, por la posible alianza electoral con el PRD para la sucesión gubernamental de 2016, cuyos acuerdos –según declaró a los reporteros que lo entrevistaron el pasado martes 15 durante el evento organizado con motivo del 76 aniversario de la fundación del instituto político blanquiazul– llevaban un avance de 60 por ciento con sus interlocutores del partido del sol azteca.
Este domingo Mancha Alarcón debió haber amanecido mucho más optimista luego de haberse enterado de que en la mesa de Línea Política del Congreso Nacional del PRD avanzó la propuesta de hacer alianzas electorales con el PAN.
Sin embargo hay un pequeño detallito. Los consejeros perredistas, en efecto, dieron luz verde a las coaliciones pero la redacción aprobada estipula que “sólo en determinadas condiciones y para propósitos políticos específicos se considerarán, excepcionalmente, alianzas electorales más allá de la izquierda y las fuerzas progresistas”, estableciendo también que “en ningún caso con el PRI”.
¿En el caso de la elección del próximo gobernador de Veracruz, el PRD se aliaría con el PAN si el candidato del blanquiazul fuese el ex priista Miguel Ángel Yunes Linares, quien como secretario general de Gobierno (1992-1997) se encargó de combatir al partido del sol azteca para quedar bien con el presidente Carlos Salinas de Gortari, apoyando, en cambio, a Acción Nacional que a partir de 1994 empezó a registrar un crecimiento electoral impresionante en la entidad? ¿A poco será casual que Yunes Linares y sus hijos, el senador Fernando Yunes y el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, hayan optado por militar en el panismo, cuyos líderes y ex dirigentes estatales, como Abel Cuevas Melo y el propio Mancha Alarcón, son ahora sus empleados y vasallos?
Empero, como ya lo habíamos comentado también en este mismo espacio, al interior del mismo PAN existen opiniones divididas sobre la conveniencia de aliarse con el PRD. Referíamos, por ejemplo, que el pasado 9 de septiembre en el homenaje luctuoso que la Fundación Carlos E. Castillo Peraza rindió al desaparecido ideólogo y ex dirigente nacional por el décimo quinto aniversario de su fallecimiento, Germán Martínez Cázares, otro ex presidente del CEN panista, rememoró que “Carlos Castillo (…) desagradó a los que querían alianzas entre el PAN y el PRD”.
El pasado el 22 de julio, cuando estaba por elegirse al nuevo dirigente nacional del blanquiazul, en un artículo periodístico Martínez Cázares igualmente descalificó las alianzas electorales con el PRD para ganar gubernaturas. “La contienda por la presidencia nacional del PAN entre Ricardo Anaya y Javier Corral debe poner una ¡basta definitivo! a esa perversa suma de burgos podridos. ¿Qué significa Malova (gobernador de Sinaloa) para el PAN? ¿Unos cuantos sueldos a panistas y fuero para sus allegados? Javier Corral apostó mucho y fuerte a esas coaliciones, sobre todo en Oaxaca. ¿Qué cuentas le podría pedir ahora Corral a Gabino Cué, después del fracaso estrepitoso para administrar la educación en su estado, si antes él le abrió la puerta de Palacio de Gobierno? ¿Qué cosecha envenenada levantará el PAN sinaloense al postular pillos, sólo por sus ansias de ganar por ganar? Y si Rafael Moreno Valle quiere ser candidato presidencial, tiene que poner sus barbas a remojar”, en clara referencia a la pretensión del presidenciable gobernador de Puebla que buscaría ir aliado en 2018 con el partido del sol azteca.
Por otra parte, este fin de semana dos prominentes legisladores del PAN también expresaron opiniones divergentes sobre eventuales alianzas con el PRD para las elecciones estatales que tendrán lugar en 2016. El senador poblano Javier Lozano, aspirante a suceder a Moreno Valle, calificó como una buena noticia la aprobación en el Congreso Nacional del PRD de una política de alianzas con el PAN para los comicios del año próximo. “Es una gran noticia porque las alianzas han demostrado que funcionan para alcanzar mayorías, como se ha demostrado en Sinaloa o en Puebla”, declaró en entrevista.
“Las alianzas son necesarias. Hasta en el PRI las hacen porque ellos solos no tienen ni el 30 por ciento de los votos; ahora lo consiguió con los tramposos del Partido Verde y de Nueva Alianza. Así que nosotros no podemos ser tan soberbios como para pensar que lo podemos hacer solos”, comentó el ex secretario calderonista de Trabajo.
Sin embargo, la senadora Luisa María Calderón Hinojosa, quien en dos ocasiones contendió como candidata del PAN y perdió la gubernatura de Michoacán –en 2011 ante el priista Fausto Vallejo y en junio de este año con Silvano Aureoles, del PRD–, consideró que antes de que los del sol azteca aprobaran las alianzas con Acción Nacional, les hubiera sido de mayor utilidad reflexionar sobre por qué han dejado de ser atractivos por sí mismos para los electores. “Hay sumas que también restan y yo creo que hay gente en nuestro partido que nunca aceptarán al PRD”, advirtió.
La hermana del ex presidente Felipe Calderón dudó que en estados como Puebla, Oaxaca y Puebla, donde el PRD y el PAN se unieron para ganar las gubernaturas, los funcionarios hayan rendido cuentas a los dos partidos. La legisladora michoacana cuestionó que ahora el PRD justifique la aprobación de las alianzas con la necesidad de hacer un frente opositor al PRI. “Primero firma un Pacto por México con el PRI y luego se va para el otro lado. El tema no es hacer alianzas sino hacer una evaluación objetiva de en qué están fallando. Esto de dar bandazos me parece hasta un tema infantil”, censuró.
Corintia, bien arropada
En la política, como en otros campos de la vida, todo lo que se siembra se cosecha.
Este domingo, la secretaria general del CDE del PRI, Corintia Cruz Oregón, pudo comprobar felizmente que ha ido sembrando bien en estos cinco años del régimen duartista en los que ha recibido dos buenas oportunidades para servir, primero desde una regiduría del Ayuntamiento de Xalapa y ahora desde la segunda posición en la dirigencia estatal de su partido, desde donde ha venido impulsando a centenares de jóvenes priistas en tareas partidistas y de representación popular en varios municipios del estado, muchos de los cuales se dejaron venir ayer a la capital veracruzana para acompañar a la guapa y talentosa lideresa del Revolucionario Institucional que celebró la fecha de su nacimiento.
Así que lo que originalmente pretendía ser una modesta fiesta de cumpleaños –financiada, por cierto, de su propio bolsillo y con el apoyo de sus familiares– terminó por convertirse en una multitudinaria reunión de amigos y correligionarios de Cruz Oregón que a duras penas cupieron en un salón de fiestas ubicado por el rumbo del mercado xalapeño de Los Sauces, ya que de mil 500 invitados que se esperaban al final llegaron alrededor de ¡2 mil 600!, cuya representatividad y lugares de procedencia muestran el tamaño del capital político acumulado por la secretaria general del CDE tricolor a lo largo y ancho de Veracruz, el cual habrá de seguir cultivando para sumar en el proceso electoral de 2016 a los candidatos de su partido, tanto a la gubernatura como a la LIV Legislatura del estado.
Por cierto, entre los presentes destacó la presencia del senador Héctor Yunes Landa; del presidente y secretario de Organización del Comité Directivo Estatal del PRI, Alfredo Ferrari Saavedra y Marlon Ramírez Marín; de la lideresa de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), María Esther Terán Velázquez; de los legisladores locales Eduardo Robles Castellanos, del PVEM, y los priistas Tonatiuh Pola Estrada y Heber Carballo Salazar; de la diputada federal por Tantoyuca, María del Carmen Pinete; del ex dirigente tricolor Carlos Brito Gómez; del ex alcalde de Coatzacoalcos, Marcos Theurel Cotero, y de su esposa Lupita Félix Porras, entre muchos otros más.