Esta semana será decisiva para el Partido Acción Nacional y su estructura directiva.
La confrontación interna ha llegado a niveles desmesurados, desproporcionados. La disputa por las posiciones y, sobre todo, por el control interno tiene a un nuevo protagonista en el grupo Boca del Río, que encabeza el diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares, quien todavía no rinde protesta en San Lázaro pero ya está a punto de lograr el control del Comité Directivo Estatal y de la Comisión Permanente.
El Consejo es parcela de Víctor Serralde y de Enrique Cambranis, hoy aliados en esta coyuntura, porque ambos reclaman las posiciones y el cumplimiento de los acuerdos en la negociación para la integración del Comité Estatal, gracias a la cual un tercero, que no figuraba en la escena blanquiazul, llegó al máximo cargo directivo, a pesar y también debido a que ni uno de los grupos le veía brillo, estatura y, por consiguiente, peligro.
El nuevo episodio de esta tragicomedia panista ocurrió el pasado 4 de septiembre, cuando 35 empleados del Comité Directivo Estatal fueron echados por órdenes del dirigente de dicho órgano, José de Jesús Mancha Alarcón.
Prácticamente una tercera parte de la base trabajadora del Comité fue despedida; todos ellos colaboraban en las secretarías que tienen los panistas identificados con tres grupos internos, los que encabezan Enrique Cambranis Torres, Víctor Serralde Martínez y Juan Bueno Torio.
Curioso y contradictorio, porque se trata de un partido que establece, en sus Principios de Doctrina, el respeto a la dignidad humana; sin embargo, a sus empleados les ofreció un cese fulminante e indigno, ni explicaciones ni liquidación les ofrecieron.
Una lucha por presupuesto y posiciones
En realidad, la lucha interna del PAN veracruzano tiene dos escenarios: el control del comité estatal del partido, que representa un presupuesto de 75 millones de pesos anuales –más del doble de lo que ejerce, por ejemplo, el ayuntamiento de Banderilla–, y la disputa por las posiciones y candidaturas, de cara a las elecciones locales de 2016. En este último punto se ubica el reparto de las postulaciones por la vía plurinominal en la próxima Legislatura del Estado.
Hace una semana, debido a la falta de cuórum, fueron suspendidas las sesiones del Comité y de la Comisión Permanente. Para este martes 8 se llevaría a efecto también la sesión del Consejo Estatal, pero desde el altiplano llegó la contraorden: nadie se mueva.
El Comité Ejecutivo Nacional ya determinó intervenir en el caso Veracruz, porque sabe perfectamente que esa división interna podría llevar al derrumbe al partido en las elecciones del próximo año.
Debido a que el problema ya rebasó a la dirigencia estatal, desde la oficina de Ricardo Anaya Cortés comenzaron a contactar a las partes en conflicto, a fin de sostener una reunión esta misma semana, en el Distrito Federal; la idea es resolver las diferencias.
La dirigencia nacional del albiazul sabe perfectamente que un escenario de división interna sepultaría al partido en una entidad, Veracruz, que tiene el tercer padrón electoral más importante del país.
San Lázaro, el reparto de las comisiones
Esta semana quedará definido el tema de las comisiones en San Lázaro.
Siendo 56 las comisiones ordinarias en la cámara baja, la lógica nos dice que uno de cada diez diputados federales llegará a esos espacios; los demás, casi 450 legisladores, quedarán condenados a la mediocridad, sin el presupuesto ni la posibilidad de contar con séquito a cuenta del erario.
Los coordinadores de las bancadas de PAN y PRD, Marko Cortés Mendoza y Francisco Martínez Neri, respectivamente, han declarado que en dicha negociación buscarán mantener el mismo número de comisiones; esto es, 13 y 11. Sin embargo, el reparto podría desfavorecer al Sol Azteca, en virtud de que el número de los legisladores que integran esa bancada pasó de 100 a 61.
Durante la pasada Legislatura, la 62, el PRI se quedó con 24 comisiones ordinarias; el PAN, con 13; el PRD tuvo 11; el Verde, tres; Movimiento Ciudadano, dos; mientras que PT, Nueva Alianza y Morena encabezaban una. En esta nueva cámara el reparto será diferente porque Morena, Movimiento Ciudadano y el Verde reclamarán más espacios.
Este año, el PRD buscará mantener dos comisiones en San Lázaro: la de Puntos Constitucionales y la de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación. Entre los espacios más importantes, el PRI pugnará por las comisiones del Trabajo, Gobernación, Presupuesto y Energía; en tanto que Acción Nacional se podría aferrar a las de Seguridad Pública, Hacienda y Desarrollo Rural.
Esta semana, si no es que en la misma sesión de martes, quedarán definidas las comisiones ordinarias y especiales; veremos entonces el punch que llevan los 30 diputados federales veracruzanos, 21 por mayoría relativa y 9 por representación proporcional. @luisromero85