El equipo de prensa del ingeniero Gerardo Buganza Salmerón, aspirante independiente a la gubernatura de Veracruz, difundió un boletín sobre el encuentro que el ex panista sostuvo este jueves 27 en la ciudad de México, durante más de dos horas, con el ex candidato presidencial y fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, cuya conversación “se centró en el agotamiento de los partidos políticos y el hartazgo ciudadano contra estas estructuras políticas que han prometido de todo y nada han cumplido”, según se destacó en el comunicado distribuido por la oficina del ex secretario de Gobierno y ex titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) del estado.
Es obvio que Buganza buscó a Cárdenas no sólo para tomarse la foto. El ex senador y ex diputado federal –cargos de representación popular que el cordobés obtuvo por el PAN, partido a cuya militancia renunció en la sucesión estatal de 2010 en protesta por la imposición del ex priista Miguel Ángel Yunes Linares, con el cual el hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas tiene facturas políticas por cobrar desde hace 22 años, cuando a finales del año anterior a la sucesión presidencial de 1994, durante una gira por Xalapa y el puerto de Veracruz, el entonces precandidato del PRD a la Presidencia de la República fue hostigado y ridiculizado por un grupo de gays presuntamente enviados y patrocinados desde la Secretaría de Gobierno a cargo de Yunes– sabe que Cuauhtémoc, uno de los íconos de la izquierda mexicana, es un aliado natural para “promover la participación ciudadana a través de propuestas progresistas”, por lo que ambos “coincidieron en la necesidad de impulsar un proyecto de verdadero cambio político, el cambio que Veracruz y el país necesitan y merecen”.
En noviembre de 2014, Cárdenas renunció públicamente al PRD decepcionado y molesto por el extravío ideológico de la dirigencia nacional del partido que fundó en 1989. Nunca estuvo de acuerdo en que la cúpula perredista suscribiera el Pacto por México con el presidente Peña Nieto, el PAN y PRI. Sin embargo, el ingeniero sigue activo políticamente. En Michoacán, por ejemplo, respaldó públicamente al diputado federal perredista Silvano Aureoles, quien ganó la elección de gobernador en junio pasado gracias al apoyo que recibió también de otros grupos políticos del país, inclusive algunos veracruzanos.
En Veracruz por supuesto que Cárdenas puede ser un aliado importante para Buganza, sobre todo si el PAN postulara a Yunes Linares, quien anda haciendo amarres en el nivel nacional para concretar un frente común con el PRD en la sucesión gubernamental de 2016, proyecto que puede cuajar ante la división existente entre los partidos de izquierda. Este jueves, por ejemplo, entrevistado en el aeropuerto de la ciudad de Veracruz, el aspirante presidencial y fundador del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, declaró que en la elección local del año entrante ellos irán nuevamente solos, con candidato propio a la gubernatura, y reiteró que no se aliarán con el sol azteca ni con Movimiento Ciudadano, del ex gobernador Dante Delgado, quien históricamente ha sido socio político del ex perredista tabasqueño.
Sin una coalición de izquierda, la elección del próximo año en Veracruz podría polarizarse entre el PRI y el PAN, pese a que algunos sondeos registraban hasta antes de la elección federal de junio un rechazo ciudadano de aproximadamente 60 por ciento contra los partidos políticos.
Ello parece explicar que Buganza esté intensificando su activismo, pues según destacó en su comunicado, “está buscando a todos los liderazgos del país que provoquen y motiven el despertar ciudadano en Veracruz a la víspera de iniciar el proceso electoral del 2016 donde se renovará el Gobierno de Veracruz y el Congreso del Estado.”
Y es que antes de su encuentro con Cárdenas, el ex panista cordobés también se reunió en la ciudad de Monterrey con Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien recién ganó la gubernatura de Nuevo León como candidato independiente. Hace una semana, inclusive, Buganza y sus colaboradores más cercanos viajaron hasta aquella entidad norteña para participar en un curso de capacitación con los estrategas y asesores de la campaña del mandatario electo neoleonés.
Sin embargo, el ex candidato del PAN a gobernador –quien asegura tener todas las actas de escrutinio de la elección de 2004, con las cuales dice que puede demostrar que en esa ocasión le ganó a Fidel Herrera Beltrán con 9 mil votos de diferencia, aunque el instituto y los tribunales electorales del estado y federales terminaron por declarar oficialmente triunfador al priista con un ventaja de 25 mil sufragios–, está obligado a hacer algo realmente extraordinario para hacer creíble ante el electorado su calidad de candidato “independiente”, pues sus adversarios políticos, principalmente los líderes del partido blanquiazul, han empezado a esparcir la versión de que Buganza sólo es un Caballo de Troya del propio ex gobernador Herrera y del mandatario actual Javier Duarte, en cuya administración sirvió hasta hace un par de meses como titular de la SIOP y secretario de Gobierno, mismo cargo que desempeñó en dos tramos del sexenio duartista.
Las encuestas no mienten. Los ciudadanos están hartos de los partidos políticos pero también de los malos gobernantes. ¿Qué pesará finalmente más? En el PRI no es casual que los dos aspirantes punteros por la candidatura de 2016 sean los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, quienes se han posicionado inclusive en grupos ajenos a la militancia tricolor por su crítico discurso hacia la presente administración estatal. La única interrogante es si finalmente ambos lograrán ponerse de acuerdo y fortalecer una candidatura de unidad. De lo contrario, la ventaja será para el panista Yunes Linares, quien es identificado popularmente como el opositor más radical del grupo en el poder. Una especie de “Donald Trump” para la camarilla fidelista que gobierna desde 2004.
¿Le alcanzará a Buganza para vencerlo solo? Ni al ex panista cordobés ni a los que despachan en Palacio de Gobierno les puede fallar el cálculo. Una equivocación sería realmente catastrófica.
Reacomodo de piezas… y aspiraciones
Si en el bunker del senador Pepe Yunes Zorrilla cundió el optimismo por los reacomodos en el gabinete del presidente Enrique Peña Nieto –pues dos ex condiscípulos y amigos del peroteño se mantienen en la cúspide del poder, ya que en la Secretaría de Hacienda sigue inamovible Luis Videgaray Caso, mientras que el ex canciller José Antonio Meade fue reubicado en la Secretaría de Desarrollo Social–, en el cuarto de guerra del otro senador priista y aspirante a gobernador de Veracruz, Héctor Yunes Landa, también echaron las campanas al vuelo por otros nombramientos y ratificación de funcionarios que hizo el Jefe del Ejecutivo federal, los cuales consideraron favorables para el proyecto sucesorio del legislador nativo de Soledad de Doblado .
Al menos en su círculo de simpatizantes afirman que sus principales promotores salen fortalecidos. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, permanece sólido, influyente como Jefe de Gabinete. Además suman a Rosario Robles, quien dejó la Sedesol pero pasó a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, un área muy sensible y de operación para atender sectores sociales relevantes para el PRI.
Pero además ponderan los nombramientos del ex gobernador de Querétaro, José Calzada, como nuevo secretario de Agricultura, y de Claudia Ruiz Massieu como Canciller, pues refieren que ambos son allegados a Manlio Fabio Beltrones, flamante presidente del CEN del PRI y compadre de Yunes Landa.
Mencionan que la amistad de la flamante secretaria de Relaciones Exteriores con el sonorense data desde que ella colaboró en la CNOP cuando Manlio Fabio fue dirigente y el choleño era Secretario General Adjunto.
En cuanto a Enrique de la Madrid Cordero, ex director de Bancomext, mencionan que llegó a la Secretaría de Turismo por su cercanía con Alfredo del Mazo González, el influyente tío del presidente Peña Nieto y uno de los que presuntamente apoyan a Héctor Yunes, quien además tendría la simpatía del ex dirigente priista César Camacho, recién designado coordinador de la bancada del PRI en la LXIII Legislatura al Congreso de la Unión.
Por cierto, otros de los veracruzanos favorecidos con estos nombramientos serían el gobernador Javier Duarte de Ochoa y el diputado federal electo por el distrito de Tuxpan, Alberto Silva Ramos, quienes mantienen una excelente relación con el nuevo secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.
En el caso del legislador tuxpeño también se destaca su relación estrecha con Del Mazo González, quien en diciembre de 2011 asistió a su primer informe de labores como presidente municipal.