La declaración del secretario de Desarrollo Económico del gobierno del estado, Erick Porres Blesa, no deja de llamar la atención, sobre todo luego de que la medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, arrojó datos que colocan a Veracruz como una de las entidades con mayores problemas de pobreza.

Niega el funcionario que el fenómeno del empobrecimiento de los veracruzanos se deba a la falta de inversión o a la limitada actividad económica.

Afirma que la Coneval no mide la inversión, sino únicamente los problemas del desarrollo social y que en el ámbito nacional se logró reducir la pobreza extrema, que ya no afecta a 11.5 millones de mexicanos, sino únicamente a 11.4 millones.

Habla Erick Porres como si fuera parte del gabinete de Peña Nieto y no como titular de una dependencia de un estado en pleno colapso financiero: se refiere a números nacionales y omite la desgracia en que se encuentran 4 millones 634 mil veracruzanos pobres.

De acuerdo con el Coneval, en dos años, entre 2012 y 2014, 500 mil veracruzanos se han sumado a las estadísticas de la pobreza; de igual manera, más del 200 mil habitantes de la entidad se encuentran ahora en condición de pobreza extrema.

Pero no se preocupen, no es por falta de inversión…

Porres Blesa apunta que en lo que va de la presente administración, Veracruz registra una inversión directa de más de 120 mil millones de pesos, la cifra más alta en la historia estatal; sin embargo, mientras ello no se refleje en el bienestar, en el empleo y en el nivel de ingreso de la población, la miseria permanecerá como un cáncer en un estado que tiene a casi el 60 por ciento de su población en condición de pobreza.

Las cifras nos indican que de los casi 8 millones de veracruzanos, más de 2 millones 200 mil se encuentran en rezago educativo; 5 millones y medio acusan carencias por acceso a la seguridad social; 3 millones 200 mil no tienen todos los servicios básicos; y 2 millones 400 mil, enfrentan problemas de alimentación. Por si fuera poco, 2 millones 300 mil habitantes sobreviven con un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo. Datos que contrastan con ese paraíso que describe el secretario cuando se refiere a la inversión.

En una cosa tiene razón: la inversión y la actividad económica no condicionan los niveles de desarrollo social; sin embargo, también da la impresión de que si las cifras alegres que consigna el discurso oficial en materia de inversión pública y privada correspondieran a la realidad, las cifras de subempleo y desempleo en Veracruz serían diferentes, al igual que los índices de pobreza.

En fin, esa clase de discursos son normales, comunes en funcionarios que están divorciados de la realidad de un estado que hoy, en el ámbito nacional, es conocido por sus niveles de pobreza, desempleo, deuda pública y desorden en el manejo de los recursos. @luisromero85