Hace ocho días, en este mismo espacio, exponíamos que el priismo en Veracruz –y por ende la camarilla fidelista que gobierna desde 2004 y que busca perpetuarse en el poder– debía estar de plácemes luego de que el ex gobernador Dante Delgado, líder de Movimiento Ciudadano (MC), había roto con el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), con cuyo guía moral Andrés Manuel López Obrador andaba haciendo su mejor esfuerzo de conciliación política para intentar construir una alianza con miras a ganar la gubernatura de la entidad veracruzana en 2016 para luego transitar hacia la sucesión presidencial de 2018.
Pero tanto Delgado Rannauro como los dos líderes de Morena –López Obrador y el dirigente formal Martí Batres– han descartado por completo una posible coalición entre ambas fuerzas partidistas, anticipando que en la próxima sucesión presidencial cada quien buscará construir una alianza sólo con la sociedad.
Entrevistado por el diario capitalino El Universal, el ex mandatario veracruzano negó la posibilidad de aliarse con el partido lopezobradorista: “No, nosotros vamos a crear una alianza con la sociedad, estamos ya construyendo un proyecto que está por encima de los partidos, vamos a invitar a hombres y mujeres de bien de diferentes regiones para que nos pongamos de acuerdo en lo que hace falta a México, necesitamos de las coincidencias y dejemos de lado los disensos (…). Hoy la sociedad demanda buenos gobiernos y están dadas las condiciones para que en 2018 se pueda ganar la Presidencia y desde luego que Movimiento Ciudadano puede ser vehículo para que eso suceda.”
Esta fractura de las fuerzas de izquierda –pues ambos líderes también descartaron unirse al PRD; “con ellos ni a la esquina porque son un partido que quiere la continuidad, si no es que forman parte de la mafia del poder”, dijo López Obrador–, no sólo parecía favorecer al PRI sino que también estaría dando ventaja al PAN, el primer partido de oposición que en el 2000 logró la alternancia en la Presidencia de la República y que en las últimas dos sucesiones estatales de Veracruz ha estado cerca de arrebatarle el poder al tricolor. En 2004 Gerardo Buganza perdió oficialmente por 25 mil votos ante Fidel Herrera, pero en 2010 Miguel Ángel Yunes ya fue superado por Javier Duarte por más de 80 mil sufragios.
Por ello habrá que ver qué tan fortalecido o debilitado queda internamente el partido blanquiazul ante la próxima elección de la nueva dirigencia nacional, pues hasta hace unas semanas era perfilado como virtual “candidato de unidad” el diputado federal saliente Ricardo Anaya, impulsado por la camarilla del dirigente actual Gustavo Madero; sólo que de última hora se les atravesó el bronco senador chihuahuense Javier Corral Jurado, quien ya les advirtió que “¡o me sepultan bien o les apesto el pueblo!”, pues acusó que la contienda por la presidencia del PAN está diseñada para que los jefes de facción y su maquinaria clientelar impongan al joven legislador queretano.
Y es que al contrario del candidato oficial del “consorcio” de intereses que actualmente controla la cúpula del PAN –entre los cuales ubica los del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y los del aspirante a la gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, que al igual que Madero está por llegar a la Cámara de Diputados por la vía plurinominal–, el senador Corral deberá superar la primera prueba adversa: de entrada tendrá que reunir en dos semanas alrededor de 48 mil firmas, o sea, un promedio de 3 mil 200 por día, sólo para registrarse como aspirante, lo que Anaya tiene prácticamente resuelto porque cuenta con el respaldo de los grupos dominantes del PAN en Veracruz, Estado de México, Puebla, Nuevo León, Distrito Federal y Sonora, los seis estados que reúnen 217 mil 550 militantes, la mitad del Registro Nacional de Miembros del padrón panista.
Veracruz, donde Yunes Linares es su principal promotor, suma 43 mil afiliados; el Estado de México, que lidera Ulises Ramírez, reúne 42 mil 919, y Puebla, bajo el control del gobernador presidenciable Moreno Valle, tiene 35 mil 867 integrantes.
Los otros tres estados que concentran el mayor padrón del PAN son Nuevo León, con 35 mil 171 militantes; Distrito Federal, con 33 mil 15 integrantes, y Sonora, con 24 mil 773, entidades en las que el pasado 7 de junio el partido blanquiazul tuvo resultados electorales desastrosos: en el primero cayó al tercer lugar, en el segundo es cuarta fuerza y en el tercero perdió la gubernatura. En Veracruz les arrebataron tres de los cinco distritos ganados en 2012 (Cosamaloapan, Córdoba y Huatusco, donde hace tres años el actual diputado Víctor Serralde fue el candidato más votado de todo el país) y sólo pudieron conservar los de Veracruz Rural (Boca del Río) y Veracruz Urbano, considerados bastiones yunistas.
De estas seis entidades procederá el respaldo para Anaya. Sin embargo Corral, con 33 años de militancia, ajeno a los grupos y a la “envenenada” dinámica interna que ha corrompido y desplomado electoralmente al PAN, les advirtió a Madero y a sus socios que va “con todo”, pues asegura que Acción Nacional vive una “demolición política y ética” de tal magnitud que, en este proceso partidista, se juega su sobrevivencia.
“En el momento más dramático que vive el PAN, en el que va a decidir su sobrevivencia, vengo a apuntarme para ir contra todo y cuesta arriba en todo. Ya es sabido: Está el suelo disparejo, las cargadas a todo lo que dan, el chantaje, la intimidación, los grupos. ¡Todo!”
Habrá que ver, pues, cómo queda internamente el partido blanquiazul luego de la elección de su dirigente. ¿Dispondrán del tiempo suficiente para resanar heridas y reunificarse antes de que en 2016 se elijan gobernadores en 12 estados del país, entre ellos Veracruz?
Héctor Yunes en ‘Polaca’
No se pierda este martes a las 21:00 horas el programa de televisión por internet “Polaca a la veracruzana”, el cual se transmite a través de Formato7.com y Versiones.com.mx, entre otros portales del norte, centro y sur de la entidad.
El invitado de esta noche será el senador priista Héctor Yunes Landa, líder de Alianza Generacional y uno de los más fuertes aspirantes a la gubernatura de 2016.
La entrevista correrá a cargo de los periodistas Manuel Rosete Chávez, José Ortiz Medina y el autor de esta columna.