Hace casi un mes y medio, el pasado 15 de mayo, inició en nuestro país la temporada de lluvias y huracanes 2015. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, se pronosticaron 19 ciclones tropicales, 8 tormentas, 7 huracanes fuertes y 4 intensos en el océano Pacífico; y 3 huracanes, 7 ciclones y 4 tormentas tropicales en el Golfo de México, donde la actividad podría considerarse reducida, comparada con el número de fenómenos de años anteriores.
Hasta hoy, como consecuencia de las precipitaciones, prácticamente no se han registrado problemas en territorio veracruzano, aunque todavía falta la etapa más intensa, que se presenta de los meses de septiembre a noviembre.
Este año, los fenómenos que, de acuerdo con estimaciones de la Organización Meteorológica Mundial, podrían impactar en el Atlántico y Golfo de México tendrán los nombres de Ana, Bill, Claudette, Danny, Erika, Fred, Grace, Henri, Ida, Joaquín, Kate, Larry, Mindy, Nicholas, Odette, Peter, Rose, Sam, Teresa, Victor y Wanda. Sólo los primeros dos de ellos ya dejaron de ser amenaza.
Viene el tema como consecuencia de la alerta que lanzó el Sistema Nacional de Protección Civil, en el sentido de que seis estados de la República registran el mayor riesgo por inundaciones durante la presente temporada de lluvias; por supuesto, Veracruz se encuentra en los primeros lugares.
El pasado jueves, en el estado de Morelos fue instalado el Comité de Atención a Emergencias y Desastres, donde el ejecutivo federal anunció la puesta en marcha del Programa México, que tiene el objetivo de establecer las medidas a seguir en un momento de emergencia: la idea central es no recargar todo el trabajo de atención al Ejército Mexicano, como ocurre hasta ahora en muchas entidades del país, sino involucrar a todas las instancias de los gobiernos estatales.
Veracruz es uno de los estados más expuestos; prácticamente la mitad de la población enfrenta algún nivel de riesgo; de acuerdo con la Secretaría de Protección Civil, por potenciales deslizamientos podrían ser afectados hasta 3 millones de veracruzanos.
Por si fuera poco, de los 212 municipios de la entidad, 177 están expuestos ante posibles deslizamientos.
En el presente año, la temporada de lluvias y ciclones tropicales para el Océano Atlántico y Golfo de México inició el pasado 15 de mayo y concluirá el 30 de noviembre. Más de 165 días en que la población se encuentra en constante riesgo por lluvias, depresiones, tormentas tropicales y huracanes, además de las consecuencias de esos fenómenos, sobre todo inundaciones y deslizamiento de laderas.
El nuestro es un estado expuesto a todo tipo de riesgos; cuenta con 6 regiones y 12 cuencas hidrológicas; 4 mil 11 microcuencas; 240 ríos que representan el 11.2 por ciento del total del país; 12 ríos de respuesta rápida y 7 de respuesta lenta; 90 lagunas sobre 171, 400 hectáreas; 49 presas; y por el territorio estatal pasa el 35 por ciento de los escurrimientos fluviales del país.
Todo ello provoca riesgos para 120 municipios que son susceptibles a inundaciones. Por si fuera poco, casi todos los municipios de la entidad están expuestos a peligros por el impacto de ciclones tropicales: hay 98 municipios con riesgo alto y 105 con riesgo medio.
Tenemos en Veracruz 177 municipios y 11 mil 776 localidades expuestas a deslizamientos de suelo; es decir, más de un millón 200 mil veracruzanos. Por otro lado, hay 3 mil 713 localidades y 444 mil 500 viviendas expuestas a inundaciones.
En cuanto a los deslizamientos, hay un alto riesgo para 127 municipios, 2 mil 134 localidades, 193 mil viviendas y más de 800 mil veracruzanos. En riesgo medio se encuentran 175 municipios, 6 mil 677 localidades, más de 2 millones 400 mil habitantes y 609 mil viviendas.
Ese es, en términos generales, el diagnóstico de una entidad acostumbrada al impacto de los fenómenos naturales; lo importante es que los riesgos están identificados; para este año, por ejemplo, se anunciaron 3 huracanes, 7 ciclones y 4 tormentas tropicales. Ahora sólo falta que las instancias responsables de la protección civil en Veracruz cumplan con su tarea y no limiten sus acciones al reparto de láminas, despensas y colchonetas, ni a la instalación de albergues para damnificados. @luisromero85