Como en sus tiempos de Secretario del Trabajo y Previsión Social, el ahora alcalde xalapeño Américo Zúñiga Martínez está dispuesto a abatir el desempleo pero de su familia.
Otros funcionarios municipales han tomado su ejemplo, conscientes de que es mejor emular que corregir porque, como dice el dicho, los amigos se conocen en la nómina, pero en el caso de los funcionarios de la comuna se incluye también a los familiares.
El pasado 1 de junio (sin que ningún funcionario municipal lo haya desmentido) comenté la versión de que el joven alcalde tendría en la nómina, como aviadora, a su prima Ilama Zayra Zúñiga Ledesma, maestra normalista que gracias a la generosidad de su pariente puede muy bien sortear la crisis, sobre todo si consideramos que su marido José Antonio Bautista García, primo político del alcalde, también halló acomodo en la generosa administración xalapeña como auditor de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), en el área de Cultura del Agua.
Uno más habría que considerar: su primo Rodolfo Esteban Zúñiga Hernández, quien labora como jefe del departamento de Recursos Humanos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Municipal).
El asunto puede tomar visos de escándalo, porque aunque Américo Zúñiga Martínez se ha cincelado una imagen pública de honestidad, entrega y compromiso, lo cierto es que en año y medio ha mostrado graves fisuras tanto en la composición de su equipo de gobierno como por la incorporación de familiares, amigos y demás parientes a la nómina municipal.
Recientemente, además, circulan en redes sociales y por correo electrónico versiones sobre el hartazgo de varios trabajadores de CMAS, organismo que, disculpando la expresión, se ha inundado de aviadores y amigos del alcalde y demás funcionarios.
Dichos ‘trabajadores’, que solo acuden los días 15 y 30 para cobrar sus jugosas quincenas, causan escozor entre sus envidiosos colegas, los que sí devengan sus salarios y hasta checan entradas y salidas, porque las diferencias salariales son enormes frente a las percepciones de los consentidos del novel alcalde… y por no hacer nada.
La feliz familia del Tesorero Municipal
Para no decepcionar a su jefe ni hacerlo sentir vergüenza por su nepotismo, otros funcionarios han puesto en marcha operativos familiares de similar envergadura. Pongamos por caso, el Tesorero Municipal.
En efecto, Carlos Alberto Durante Sedas, quien debe velar por la salud de las finanzas municipales, no ha visto impropio colocar a sus familiares de primera, segunda y hasta tercera línea, en puestos municipales, aunque se ha cuidado de colocarlos lo más lejos de su oficina y encargarlos con directores hartos de engrosar sus filas burocráticas con personas que no le dan resultados porque muchos de ellos solo son aviadores.
A su hermana Edna Marissa Durante Sedas, por ejemplo, la ha colocado en la Unidad de Parque Vehicular de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), bajo las órdenes de Oliver de Napoli Domínguez; aunque no sabemos las aptitudes de esta persona, lo cierto es que salta a la vista un conflicto de interés.
Y no es la única. Elizabeth Ramzahuer Villa, su cuñada, cobra en la Unidad de Acceso a la Información Pública, justo una dependencia que debiera tener escobas y trapeadores para limpiar todas aquellas circunstancias que pudieran poner en aprietos a la comuna, entre ellas las que se derivan del manejo del presupuesto, a cargo de nuestro personaje.
En esa misma dependencia, el Tesorero no ha tenido empacho en colocar al contador Raúl Martínez, su concuño, como miembro de la comisión de entrega de la dependencia al nuevo director, Carlos Hernández Martínez.
¿Buscarán privatizar CMAS, tras quebrarla?
Ya veremos qué cuentas rinde CMAS cuando concluya este cuatrienio. Como en el caso del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) de Veracruz y Medellín de Bravo, el CMAS no solo sirve como caja chica sino como resumidero de cuates y parientes.
Para que se dé una idea de la carga presupuestal que significa para el Ayuntamiento de Xalapa, la estructura administrativa de CMAS está compuesta, además del Director General, por ¡50 puestos directivos!, entre directores, gerentes, coordinadores y jefes de departamento, cada uno de los cuales dispone de personal a su mando, además de los trabajadores de campo.
Un verdadero ejército de burócratas encargados de cobrar sus quincenas, sin que la Gerente de Recursos Humanos, Diana Rosalía Moncayo Villanueva, tenga tiempo de saber si son útiles o no, ni disponga de poder para tomar decisiones en consecuencia.
Aunque mi comentario suene a periodismo ficción, las maniobras que el ayuntamiento xalapeño realiza en CMAS parecieran orientadas a llevarla a la quiebra y, con ello, justificar su posible concesión a una empresa privada, como acaba de suceder en el caso del SAS.
Este martes, luego de meses de quebranto financiero producto de la corrupción y el nepotismo de su exdirector, José Pepín Ruiz Carmona, se anunció que el SAS ha sido concesionado a un consorcio compuesto por la empresa brasileña Odebrecht (quien anda cerca de Xalapa con su proyecto de presas en Jalcomulco para abastecer del líquido a la capital veracruzana) y la empresa Aguas de Barcelona.
El botín de Pepín Ruiz
Como en CMAS de Xalapa, en el SAS, según lo denunció hace menos de dos meses el diputado local de Movimiento Ciudadano, Cuauhtémoc Pola Estrada, el antecedente de la quiebra fue la incorporación masiva de aviadores en la nómina, con sueldos escandalosos, por parte de su exdirector José Pepín Ruiz Carmona.
En la empresa en que también participaba el municipio de Boca del Río, siguen cobrando un dirigente de Pemex, el suegro de un primo hermano de Pepín, sus sobrinos y parientes, lo que cada año representa un gasto aproximado de 14 millones de pesos.
Según nota publicada en Notiver, Cuauhtémoc Pola dio pelos y señales de beneficiarios de Pepín, integrantes de la fuerza aérea: Juan Carlos Carmona Fuentes (primo hermano), con un sueldo de 650 mil pesos anuales; Luis Rafael Jiménez Domínguez (su incondicional), con 950 mil pesos; Francisco Paratore Aceval (su cuñado), con 470 mil, y Roger Manuel Pavón Espinoza (del sindicato petrolero), 825 mil.
Además, Jesús Carrillo García (510 mil pesos anuales), Alicia Agüero Domínguez (500 mil), Rosa María Casarín Amorós (490 mil), Mario Alejandro Aceval Rosas, suegro del primo de Pepín (490 mil); Jesús Amado Rosas (426 mil), Carlos Aguilar Bucio (412 mil), José Miguel Ángel Miranda Gallardo (405 mil) y Mayra Díaz Téllez (398 mil).
Igual que en muchos casos de corrupción, como en el que incurre el director del Cecytev, Fernando Arteaga Aponte, las autoridades estatales se han mostrado sospechosamente permisivas. Pese a las evidencias del quebranto económico en que incurrió José Ruiz Carmona, nunca se hizo nada por fincarle responsabilidades.
Ya veremos si las decisiones de Américo Zúñiga Martínez, quien despega apenas en su carrera política, las seguirá dictando el corazón o la necesidad de mostrarse como un político probo, responsable y transparente. De otra manera, correrá la misma suerte que su antecesora Elizabeth Morales García, quien acaba de ser derrotada por el candidato de Morena a la diputación federal.
A no ser que quiera aprovechar los últimos estertores de CMAS.
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