En un lenguaje propio de la comisión legislativa que preside en el Senado de la República y de la secretaría de despacho que le fue asignada por el gobernador Javier Duarte en Veracruz a una de sus comadres, el senador priista Héctor Yunes Landa boletinó hace un mes, al día siguiente de la abrupta salida de su homólogo Pepe Yunes de la sesión del Consejo Político Estatal del PRI, justo cuando el mandatario veracruzano estaba por iniciar su discurso de clausura del evento del partido tricolor, que se equivocaban quienes pretendían “sembrar nortes para cosechar huracanes”, y de manera oficiosa, sin consultarlo previamente con el legislador nativo de Perote, pretendió aclarar que la retirada de este “cuadro distinguido”, de su “querido amigo”, no se trató de una “ruptura” ni de un “mensaje” sino que “hubo, sencillamente, prisa”, ya que intentó explicar que “el Consejo se retrasó y el senador Yunes Zorrilla debía atender un compromiso en México”.
En su comunicado oficial, fechado el 9 de marzo, Yunes Landa agregó que “no hay que confundir las vacas preñadas con las paridas”, pues aseguró que “hay plena comunicación, acuerdo, respeto entre quienes a propuesta del PRI representamos a Veracruz en el Senado de la República. Por eso, fallarán quienes quieren sembrar nortes en el partido. Nos harán lo que el viento a Juárez. Vamos rumbo a un triunfo contundente el 7 de junio.”
Sin embargo, al otro día Pepe Yunes exhibió a su compañero de escaño, pues declaró vía telefónica a varios noticieros radiofónicos locales que, en efecto, sí tenía un compromiso personal en la ciudad de México pero que su anticipada salida del consejo político priista justo en el momento en que el gobernador Duarte estaba por tomar la palabra también llevaba un “mensaje” por su desacuerdo sobre cómo se están manejando algunos temas políticos y financieros en la entidad. Y aclaró que Héctor Yunes no era su “vocero”.
Yunes Landa, al parecer, intentó justificar su incongruente permanencia en el evento priista, lo cual le acarreó una lluvia de críticas debido a que dos meses antes él y Yunes Zorrilla habían decidido abandonar juntos el acto agrario que el 7 de enero encabezó el presidente Enrique Peña Nieto en el World Trade Center de Boca del Río, argumentando, esa vez, que lo había hecho con la intención de que el primer priista del país advirtiera que en Veracruz no había unidad en el partido tricolor y que todo era una mera simulación.
Pero ahora el gran simulador pareciera ser Yunes Landa, pues desde principios de febrero, coincidentemente después de reunirse en privado con el gobernador Duarte en la Casa Veracruz, su radical discurso y actitud belicosa hacia la administración duartista dieron un giro de 180 grados. Se presume que este repentino acto de travestismo político tendría que ver con un pacto que va más allá de la simple concesión de espacios administrativos en el gabinete estatal para comadres y otros operadores priistas del aspirante a la gubernatura.
Esta defección de Héctor Yunes estaría por hacerle errar también su diagnóstico político de que se equivocaban aquellos que pretendían “sembrar nortes para cosechar huracanes”, evidenciando, además, de que tampoco “hay plena comunicación, acuerdo y respeto” entre ambos senadores priistas como él lo aseguraba todavía hace un mes.
Y es que ayer, en su columna política “Línea Caliente”, el periodista Edgar Hernández consigna que el senador Pepe Yunes ha sido amenazado. “En efecto, he recibido comentarios, señalamientos y mensajes de parte de quien no le gusta mi postura. No tengo diálogo con el gobernador Javier Duarte hace mucho. A él no le interesa, a mí tampoco. Yo ya no me detengo. Soy senador de la República y no me conocen cuando se trata de luchar y pelear por lo que uno cree”, le declaró Yunes Zorrilla a quien hace 29 años fue jefe de prensa del ex gobernador Fernando Gutiérrez Barrios.
Pero más que amenazado Pepe Yunes dice sentirse motivado. “Vienen para Veracruz cosas muy fuertes y yo voy a estar ahí. El tema son las finanzas y el mal uso de los recursos públicos, el cuantioso daño patrimonial”, expuso el político de Perote.
En su charla con el reportero, Yunes Zorrilla sostuvo que Veracruz enfrenta un serio problema de corrupción que se complica por la sucesión gubernamental. “Ese es el tema. No estamos hablando de un Yunes, somos tres Yunes. Estamos hablando de un proyecto diferente para Veracruz. Estamos en el punto de quiebre en donde llegó el momento en que se aplique la ley y vayan a la cárcel los autores del quebranto patrimonial de Veracruz”.
Pepe Yunes dijo que después del 7 de junio revisará su acuerdo y compromiso con Héctor Yunes para definir si va por la gubernatura de dos o de seis años. Y sobre las amenazas recibidas, advirtió que “no me conocen en la lucha” y que “tampoco entienden la proporción”. Fustigó que “desdeñan lo que está sucediendo” pero anticipó que “vienen cosas muy fuertes”.
¿Qué será? Ya veremos si se trata de un simple vientecito o de aires huracanados. Por lo mientras, un influyente funcionario de la Secretaría de Salud presuntamente implicado en las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación sobre las cuentas públicas de 2011 y 2012, por mera coincidencia, se acaba de infartar.