Una de las cosas que más disfruto en mis recorridos noctámbulos es andar de vouyerista en los blogs de jazz, por ahí del año 2010, en una de esas visitas furtivas me topé con una saxofonista chilena muy joven, Melissa Aldana, solo había una nota muy escueta y un video que publiqué en mi muro de Facebook con una nota en la que preguntaba a los jazzistas si alguien tenía información sobre ella.

Melissa Aldana en el Festival JazzUV
Melissa Aldana en el Festival JazzUV

La respuesta fue nula y me olvidé del asunto durante varios meses. Un tiempo después, quizá un año, volví a buscarla, encontré un poco más de información y de música y la presenté en mi programa de radio, una semana más tarde me enteré que vendría al Festival JazzUV. Cuando la conocí supe que tenía 22 años y que su sencillez y su simpatía eran tan grandes como su talento. Me acompañó a conducir el programa un par de ocasiones, platicamos mucho y nos despedimos. Un mes después me invitaron al Festival Ejazz que se realiza en la ciudad de Puebla y ahí volvimos a encontrarnos.

George Coleman
George Coleman

Me platicó, entre muchas otras cosas, que era muy amiga de George Coleman, que le daba clases gratis y que, incluso, en algunas ocasiones le había prestado su saxofón para alguna tocada; ese es un honor muy grande que habla de una gran confianza, los músicos suelen ser muy celosos con su instrumento. Me platicó que Coleman ya no se mueve de su casa por menos de 10 000 dólares, que prefiere quedarse a ejercer otra de sus pasiones, la cocina y que, cuando supo que vendría, le encargó orégano porque el orégano mexicano, le dijo, es muy bueno. Jamás había imaginado eso, pero no hay razón alguna para dudar de él. Con cierto tono de complicidad me platicó, como quien confiesa una travesura, que se había levantado temprano y había andado por el centro de Puebla buscando orégano y no había encontrado. Finalmente los amigos poblanos la llevaron a un supermercado para que comprara su tan anhelada hierba aromática.

Melissa Aldana, Jure Pukl y  Marcos Aldana
Melissa Aldana, Jure Pukl y Marcos Aldana

-Yo estaba chiquitica y andaba atrás de mi papá, jode y jode con que me enseñara a tocar, él no quería pero tanto le insistí que un día que faltó un alumno a su clase y necesitaban otra voz, me dio un sax alto y me puso a tocar nada más dos notas, -me comentó otro día.
Melissa nació en Santiago de Chile en 1988 y el jazz y el saxofón forman parte de su código genético; es nieta de un saxofonista, Enrique Aldana y su padre, el también saxofonista Marcos Aldana, fue uno de los primeros músicos chilenos en darse a conocer internacionalmente.
A los seis años empezó las clases con su padre quien la ponía a escuchar, transcribir y tocar cientos de veces la música de los grandes maestros: Charlie Parker, Cannonball Adderley, y Michael Brecker. En la adolescencia comenzó a conocer músicos por su cuenta y cuando descubrió a Sonny Rollins fue tal el impacto que le causó que le dijo a su padre que quería cambiarse al tenor. Marcos le regaló el sax de su abuelo, un Selmer Mark VI, instrumento que conserva y que la ha acompañado por el mundo.
En poco tiempo desarrolló una gran técnica, participó en los concursos Bravo, bravíssimo, y Quiero ser una estrella, y en ambos obtuvo el primer lugar.
Free FallEn mayo de 2006 fue invitada tocar con Randy Brecker en un par de conciertos que ofreció en Chile. Ese mismo supo que Danilo Pérez se presentaría en Chile y se empecinó en conocerlo, fue a la prueba de sonido, se presentó y el pianista la invitó al Festival de Jazz de Panamá, posteriormente la convenció de que fuera a Estados Unidos y la ayudó a preparar audiciones para Berklee College of Music y el New England Conservatory. Fue aceptada en ambas instituciones y optó por quedarse en Berklee donde obtuvo una beca completa.
Yo no fui a Berklee a aprender a tocar el saxofón porque mi padre ya me había enseñado, fui a crecer como músico, a estar cerca de los jóvenes y a aprender de los veteranos, -narra en su página web.
4 Second CycleLlegó a Boston sin hablar inglés, sin dinero, sin conocer a nadie, con mucho frío y soledad pero con un entusiasmo y un tesón a prueba de fuego. Tomó clases con Joe Lovano, George Garzone, Frank Tiberi, Greg Osby , Hal Crook, Dave Santoro, Bill Pierce, Dino Govoni y Ralph Peterson. Se graduó en 2009 y se trasladó a Nueva York donde conoció a George Coleman quien se convirtió en su mentor. En 2010 grabó su primer álbum, Free Fall, acompañada por Michael Palma en el piano, Lyles West en el bajo y Ralph Peterson en la batería.
Para su siguiente álbum, Second Cycle, incluyó otro aliento, la trompeta de Gordon Au; Joseph Lepore en el bajo y Ross Pederson en la batería completaron la formación.
5 Melissa Aldana & CrashTrioEn septiembre de 2013, a los 24 años de edad, ganó el premio de saxofón Thelonious Monk Internacional que organiza el Thelonious Monk Institute of Jazz, el jurado estuvo formado por Jane Ira Bloom, Branford Marsalis, Jimmy Heath, Wayne Shorter y Bobby Watson. Fue la primera mujer en ganar ese premio, en una entrevista declaró:
Entiendo que ser de Chile, ser joven y ser mujer me hace sobresaliente, pero lo que realmente quiero que la gente vea es que el jazz y la música trascienden el género y la edad. Lo más importante es la calidad de la música y lo que se siente cuando se le oye.

The Cash Trio
The Cash Trio

La última vez que vino (espero que no sea la última) fue en 2013 y se presentó con su nuevo proyecto, el Crash Trio, formado por su conterráneo bajista Pablo Menares y el baterista cubano Francisco Mela. Con ellos grabó el año pasado su nuevo disco, Melissa Aldana & Crash Trio. El álbum fue grabado en Nueva York, en Sear Sound Recording Studio en sólo dos días y está compuesto por temas originales de los tres integrantes de la banda y un par de covers, You’re My Everything, de Harry Warren y Ask Me Now, de Thelonious Monk.

Melissa Aldana, Francisco Mela
Melissa Aldana, Francisco Mela

El año pasado Édgar Dorantes me comentó que había renunciado al festival por motivos personales y, con él, Francisco Mela había renunciado a la dirección artística del mismo, era él quien invitaba a Melissa y a tantos más. Esperamos que este año se retome el festival y los jazzistas históricos, los consagrados y los jóvenes vuelvan a pasear por las calles de Xalapa y vuelvan a dejar todo su talento en el escenario, en nombre de la cultura xalapeña y nacional se lo pedimos, doctora Sara Ladrón de Guevara.

SEGUNDA PARTE: Despacio, que voy muy lejos



 

CONTACTO DE FACEBOOK        CONTACTO EN G+        CONTACTO EN TWITTER