Las campañas que recién comenzaron nos entregaron ya a la primera víctima –al margen del resultado que tenga la nota publicada hace unos cuantos días por The Wall Street Journal, acerca de la corrupción prevaleciente en el gobierno del estado de Sonora– a la cual, no sería extraño, se uniría en los días siguientes algún colega del gobernador Padrés pero, eso sí, de filiación política diferente.

De acuerdo con la nota, uno de los hermanos del actual gobernador sonorense y un sedicente empresario han sido señalados de ser cómplices en un esquema diseñado y puesto en práctica para obtener millones de dólares mediante la conocida relación soborno-cohecho que, para evitar su detección, fueron depositados en cuentas bancarias en el extranjero.

Sin embargo, para cualquier sonorense medianamente informado y por encima del revuelo que la nota pudo haber causado en el centro del país, lo  señalado ahí, nada nuevo les dice; la corrupción en Sonora, practicada desde el aparato gubernamental, ha sido desde hace seis años, the name of the game.

Al margen de la suerte que pudiere correr y el uso que se diere a lo publicado, en Sonora se habla ya de una negociación entre el aún gobernador y las altas esferas, para entregar la cabeza del candidato panista, Javier Gándara, y la gubernatura misma al partido opositor, el PRI. El objetivo a alcanzar por Padrés sería, sin duda, asegurar la obligada y muy necesaria impunidad, para él y su familia.

Hace unos meses vimos cómo fue sacrificado en el altar de la moral republicana un gobernador del PRD y parte de su equipo de saqueadores del erario guerrerense y ahora, con la nota citada, que no se sabe si fue una bien orquestada filtración, se exhibe a uno del PAN y a parte de su familia. ¿Ahí quedarán las cosas o seguirán las sorpresas?  Desconozco la respuesta pero, la pregunta es obligada. El respetable, dicen unos, quiere conocer el nombre del gobernador priista que sigue y para completar la cuarteta, ¿por qué no agregar el del Verde?

¿Usted qué piensa? ¿En verdad sigue uno del PRI y luego el del Verde? ¿Por qué no? Cuando se trata de recuperar la confianza, no lo olvide, todo es posible, incluso soñar. Además, aquí todos los políticos son útiles para concretar aquel objetivo.

¿Y si todo quedare en fuegos de artificio?