Bienandanza.
(De bien y andanza).
1. f. Felicidad, dicha, fortuna en los sucesos
(DRAE)
Afromanantial
Esta vez llegué a Xalapa, esto fue en el 90 y, entre Javier Cabrera, Enrique D’flon, Marco Antonio Flores Mávil y otras gentes que ya no me acuerdo, formamos un grupo que se llamó Rumbamba,
he seguido con ese grupo desde entonces aunque tenemos poco trabajo porque no me quieren pagar, siempre quieren todo gratis, entonces solo vamos a festivales, dos o tres al año y algunas veces tenemos presentaciones, por ejemplo, el 16 de marzo tenemos función.
Ya me quede aquí en Xalapa; muchos años di clases de lunes a jueves en un estudio que está por Coapexpan y luego anduve de un estudio a otro y, sí, formé toda una generación de chavos que bailan afro profesionalmente con mucho éxito y algunos son maestros.
Cuando llegué tenía cierta ventaja el hecho de que Taumbú haya llegado antes por acá y les haya enseñado mucho de percusión caribeña, de tumbas, y después vino Zimbo Abuba Baba, un afroamericano que estuvo unos meses por acá y les enseñó algunos ritmos guineanos. Yo usaba música grabada y lo que me gustaba era el afro-haitiano que es muy sutil, muy bonito pero me dije un amigo: oye, aquí está Javier Cabrera.
Lo invité a acompañar mi clase y empecé a dar el calentamiento con lo que me acordaba de los ritmos guineanos y resultó que les empezó a gustar más y más, no se porqué, pero llegó el momento en que dejé de dar el afro-haitiano para dar puro guineano, y a revolver ritmos senegaleses con guineanos. Los músicos de aquí sabían tocar muy bien pero no sabían exactamente cómo eran los ensambles entonces se los tarareaba; Javier, aparte de excelente músico, es muy intuitivo, es un artista entonces siempre supo seguirme muy bien.
Se dio la coyuntura de que había aquí una base musical y dio la casualidad de que yo era la única en el país que estaba haciendo eso y es por eso que en Xalapa se dio el movimiento afro, no es por otra cosa, y también porque aquí hay un montón de gente inquieta, curiosa, que viene a estudiar y le interesa todo. Yo pensé que iba a pasar de moda pero no, al contrario, cada vez tiene más fuerza.
Yo traje un maestro senegalés que me dio clases en Nueva York de un tipo de baile que se toca con un tambor que se llama sabar. Es otro tipo de toque que, para mí, es precioso y se baila de otra manera. Gustó más o menos pero no como gusta el yembé, todo lo malinke y todo el tambor guineano, eso no tiene parangón, es lo que más, más, más gusta aquí, de hecho, han venido los cubanos, enseñan muchas cosas y el cubano tiene una riqueza musical y dancística extraordinarias porque tiene toda la parte profana de la música pero también tiene la parte sagrada que es todo lo que se toca con batá, que es súper difícil de ejecutar y de bailar, y no ha tenido la fuerza que tiene el pequeño país de Guinea aquí.
Fusiones y confusiones
Los jóvenes están muy enamorados de sacar nuevos pasos y de moverse cada vez más acrobáticamente,
incluso he tenido alumnas que no tienen ni dos años de bailar y ya están dando clases, se me hace increíble, aunque sean muy buenas bailarinas no es lo mismo ser bailarín que ser maestro, lleva tiempo, claro que enseñan pasos hechos y no enseñan muchas cosas que deben enseñar pero es porque el joven está muy en eso, muy, muy en eso.
Las famosas fusiones son dificilísimas de hacer, es casi milagroso si consigues hacer algo, casi siempre son parches. El jazz y el son jarocho son fusiones pero se han logrado a lo largo de generaciones, no nada más es de decir voy a ser una fusión. Nosotros hemos tratado de hacerlo en Rumbamba, es muy difícil, yo creo que no lo hemos logrado pero estamos en ese intento. Llamarle fusión es mucha pretensión pero es la idea de hacer cosas diferentes, de crear, de hacer una mezcla entre el son jarocho, el estilo caribeño, el congolés (el Congo tiene mucho que ver con el son jarocho creo yo) y un poquito de guineano; el guineano no me interesa tanto pero lo pongo porque es muy vistoso entonces es comercialón, a la gente le gusta, lo meto pero realmente a mí me interesa más lo del Caribe porque es lo más cercano a nosotros, es mucho más accesible a la cultura nuestra. Es lo que hemos estado tratando de hacer en los últimos 10 o 15 años y hemos logrado, musicalmente, alguna cosa bonita por ahí. Nos presentaremos el lunes 16 de marzo en la explanada del Palacio Municipal de Poza Rica con un espectáculo que se llama Veracruz Afromestizo, la entrada será libre.
Buenandanza
Ahora tengo mucha competencia porque mis alumnos dan clases (risas) entonces, de vez en cuando, doy cursos de danza africana, doy algunos shows con Rumbamba y también hacemos mucho teatro mi esposo y yo, nuestra compañía se llama Producciones Cañandonga, ahorita estamos haciendo una obra que se llama Estado de Sitio, de Albert Camus, que tiene mucho que ver con la realidad de nuestro país y tenemos un repertorio que puede estar en escena en cualquier momento. Acabamos de tener una temporada de una obra que se llama Historias del Zoológico, de Edward Albee.
Hasta ahora me han hecho tres homenajes; yo digo ¿homenajes?, ni que estuviera tan vieja (risas), digo, se los agradezco pero en los tres he dicho que mi mejor homenaje es que me den trabajo porque ya estoy en la tercera edad, es cierto, pero no estoy como para retirarme.
Todavía bailo, claro que no bailo como cuando estaba joven, pero sigo activa, de hecho tengo algunas cosas muy mías de un espectáculo que hice que se llama Danzas de Niebla que es una recreación de símbolos y mitos prehispánicos, ahí tengo una Coatlicue que me encanta hacer. Se llama Danzas de Niebla porque la niebla siempre tiene algo misterioso, algo oculto, después supe que la zona se llama Ruta de la Niebla pero no tiene nada que ver, es más bien por la idea de lo antiguo, de lo ancestral, de algo que no ve. Esto lo abordé desde un sentido intuitivo, aunque me gusta mucho la arqueología y siempre me gusta estar leyendo, me gusta ir a los museos y todo eso pero no soy ni antropóloga, ni arqueóloga, ni nada simplemente abordé este espectáculo desde el sentido estético y quedó muy padre, lo pusimos en el teatro J. Herrera y de ahí saqué varios Dioses y he hecho otras cosas con eso mismo. Ese es otro camino mío que es poco conocido pero, de hecho, me interesa mucho más porque lo siento más cercano