La noche de este martes 20, en una amplia entrevista concedida al programa de televisión por internet “Polaca a la veracruzana” –video que usted puede consultar en los portales periodísticos de versiones.com.mx y formato7.com–, el ex secretario de Gobierno y ex procurador general de Justicia del estado, Reynaldo Escobar Pérez, no sólo sorprendió con la presentación de un disco CD que grabó de boleros románticos, sino por las revelaciones que hizo, pues aseguró tener pruebas y señaló directamente a Víctor Hugo Moctezuma Lobato, ex funcionario del IFE y actual secretario ejecutivo del Instituto Electoral Veracruzano (IEV), de haber operado en su contra en la elección de diputado federal de 2012, la cual el ex candidato priista perdió en la totalidad de las casillas del décimo distrito electoral (Xalapa Urbano), pese a que un mes antes de los comicios las encuestas lo colocaban con un amplio margen en la preferencias electorales por encima de los contendientes del PRD y PAN, que inesperadamente lo superaron en la votación.

El caso de Escobar Pérez debería ser tomado en cuenta por los duartistas que están por ser postulados a la diputación federal, a los cuales aparentemente se les perfilan escenarios cómodos debido a que en sus respectivos distritos, el PAN, principal partido de oposición a vencer, está por abanderar a militantes y simpatizantes muy bajo perfil y poco competitivos, salvo algunas excepciones como en el distrito de Martínez de la Torre, por donde contenderá Alba Leonila Méndez Herrera, ex alcaldesa de Atzalan y ex diputada federal y local, quien hasta hace poco se desempeñaba como secretaria del Ayuntamiento de Teziutlán, Puebla.

Y es que tampoco deben olvidar que Reynaldo Escobar no fue el único que fue derrotado en la elección federal de 2012 a pesar de que no tenía enfrente contrincantes de gran peso político –por ejemplo, el perredista Uriel Flores Aguayo, quien obtuvo más de 71 mil votos, jamás había ganado anteriormente una elección municipal ni al interior de su partido; mientras que la abanderada del PAN, Rosa Hilda Llamas González, era conocida en Poza Rica pero no en Xalapa donde el partido blanquiazul la impuso de última hora para cumplir con la cuota legal de la equidad de género–, pues en Córdoba también sucedió algo increíble con Francisco Cessa Servín, ex subsecretario de Ganadería y Pesca muy allegado al gobernador Javier Duarte de Ochoa, el cual punteaba hasta abril de ese año en las encuestas con el 42 por ciento de las preferencias, en tanto que Leticia López Landero, del PAN, figuraba con el 26%.

López Landero, quien finalmente ganó la elección, era una candidata panista a modo, pues ni campaña hizo. Con fama de ludópata, dicen que doña Leticia pasaba la mayor parte de su tiempo jugando en el casino.

Sin embargo, habría que considerar que en aquél proceso electoral un factor importante que influyó también en los resultados fue la alta participación del electorado que acudió a las urnas motivado principalmente por el interés de la elección presidencial.

Ahora no se elegirá Presidente de la República, pero existen otros elementos y circunstancias que podrían incidir en el voto de castigo contra los candidatos del PRI más identificados con el gobierno duartista y muy señalados por sus aspiraciones en la sucesión gubernamental de 2016.

Hasta el momento, todos –precandidatos, partido y gobierno– están operando lo que en la política veracruzana se ha vuelto costumbre hacer: “tumbar” a los más fuertes aspirantes del PAN y hasta cooptar a ex militantes panistas con cargos en la administración pública del estado. Ya se sabrá en las elecciones federales de junio próximo si la estrategia les dio resultado. A ver si la liebre no les salta por otro lado, como les ocurrió hace tres años a Reynaldo Escobar y a Francisco Cessa Servín.

Operación cicatriz

Por cierto, delicada tarea tiene tanto el dirigente formal como el líder real del PRI en la entidad para evitar los resquemores de los desplazados en las candidaturas a las diputaciones federales.

Habrá casos en que los no favorecidos arremetan u operen en contra de los abanderados, y en otros escenarios, muy escasos por cierto, los no nominados asumirán una actitud de madurez y civilidad políticas.

Esta última postura es la que está caracterizando a la ex dirigente priista y lideresa sindical de los trabajadores del Cobaev, Érika Ayala Ríos, quien ha privilegiado el proyecto político de su partido más allá de intereses personales.

Esto no es muy común verlo en estos días en que los no contemplados en las listas de los candidatos ya planean desde ahorita socavar las estructuras del partido. ¡Aguas!

Diálogo ciudadano

Este miércoles 21, en un conocido hotel de Xalapa, la Dirección General de Desarrollo Político e Institucional de la Secretaría de Gobierno organizó una importante reunión con intelectuales, comunicadores, académicos, líderes empresariales y de organizaciones sociales en donde se refrendó la política de puertas abiertas de la actual administración estatal, así como la disposición para mantener un diálogo permanente con la sociedad civil.

En dicho evento, el titular de esta dependencia de la SEGOB, Fernando Sánchez García, reconoció el papel de los ciudadanos en la construcción de un nuevo modelo de gestión social, acorde con el México de nuestros tiempos.

Primero con el apoyo de Erick Lagos Hernández y ahora con el de Gerardo Buganza Salmerón, quien acaba de retornar a la titularidad de la SEGOB en sustitución del aspirante priista a la diputación federal por el distrito electoral de Acayucan, Sánchez García continúa trabajando en grandes proyectos editoriales y en un ambicioso programa de acercamiento con la sociedad civil.