El primero de enero debería declararse Día internacional del tedio; uno está solo en una ciudad deshabitada y no sabe qué hacer con tanto chipi-chipi, tanta niebla, tanto silencio y tan pesado, tantas horas que no terminan, y los ojos se niegan a escudriñar los libros, las carteleras ofrecen películas ramplonas, bobas y hasta la música, manjar de los oídos, suena hueca, desangelada, y uno tiene que sobrevivir como Dios le dé a entender pero parece que ese día hasta el mismo Dios descansa y no nos dice nada.

Juan Gelman
Juan Gelman

El primero de enero de este 2014 fue miércoles pero podría haber sido sábado o lunes, da lo mismo, de todos modos el primero de enero es como un domingo profundo e infinito (si es que acaso domingo infinito no es pleonasmo). Después de 37 vueltas a la cama me convencí de que no dormiría más y me levanté a preparar café. Recorrí, tasa en mano, el pleno de mi videoteca y ningún video me hizo un guiño.
Con desgano encendí la computadora para ver si FaceBook me ofrecía algún consuelo. En algún muro, no registré de qué contacto, apareció la tabla de salvación: una nota periodística en la que, con impecable factura, Vicente Leñero reseñaba un Concierto para piano jazz, guitarra flamenca, batería, tres poetas y orquesta.

José Emilio Pacheco
José Emilio Pacheco

La dirección corrió a cargo de Luis Herrera de la Fuente y los concertinos fueron Enrique Nery en el piano, Paco de Lucía en la guitarra, Tony Cárdenas en la batería, y Juan Gelman, José Emilio Pacheco y Ramón Rodríguez en la lírica. En el programa había una serie de vallenatos con letra de Gabriel García Márquez. Con exquisita soltura Leñero hablaba de la dichosa conjunción de las notas y la letras; el jazz, el flamenco y la poesía se ponían al servicio de una batuta para traernos las buenas nuevas del territorio de la creación. La transmisión del concierto fue hecha por Jorge Saldaña para RTV.

Enrique Nery
Enrique Nery

-Ojalá publiquen pronto el dvd o alguien lo trepe a YouTube, pensé antes de encender el cigarro y dar el siguiente sorbo.
Se trataba, por supuesto, de un delirio de primero de enero pero, en ese momento, tal concierto imaginario era posible y siguió siéndolo durante 13 días. El 14 de enero supimos que Juan Gelman, el entrañable poeta argentino que eligió nuestro país para vivir y para morir, no podría estar presente.

Paco de Lucía
Paco de Lucía

Pocos días después, el viernes 24, José Emilio Pacheco escribió su columna Inventario para el Semanario Proceso, el tema era justamente la muerte de su amigo poeta, La travesía de Juan Gelman la tituló. Fue lo último que hizo, al terminar de escribir sufrió un desvanecimiento y dos días más tarde se convirtió en el segundo gran ausente.
Con ese duelo transcurrió enero y buena parte de febrero. Antes de terminar el segundo mes recibimos dos nuevas sacudidas, ahora en terreno de la música:

Tony Cárdenas
Tony Cárdenas

El 23 murió Enrique Nery, maestro indiscutible de la generación de jazzistas que entre los años 80 y 90 hacían sus pininos y que actualmente son el soporte de la escena jazzística nacional. Entre ellos Tony Cárdenas, quien partió a finales de septiembre.

Jorge Saldaña
Jorge Saldaña

Tres días después, el 26, Paco de Lucía, el guitarrista andaluz que llevó la guitarra flamenca a ondear por todos los cielos del mundo, sucumbió ante un infarto en nuestras playas.
En una de mis primeras colaboraciones en este medio publiqué el texto Póquer de jazzes, en el que comentaba que este 2014 parecía tener algo contra los artistas, ignoraba que apenas comenzaba;  el 27 de abril el cielo de llenó de mariposas amarillas, habían venido por Gabriel García Márquez, El Gabo, colombiano universal, cierto, pero más nuestro que de nadie.

Gabriel García Márquez
Gabriel García Márquez

Tras una tregua de algunos meses, hacia finales de septiembre (no sé la fecha exacta), Tony Cárdenas, el baterista de Antropóleo, de Viva Fidel, del trío de Enrique Nery, de tantos proyectos jazzísticos, fue el nuevo convocado de la muerte.

Vicente Leñero
Vicente Leñero

El 30 de octubre le tocó el turno ausentarse a Jorge Saldaña, periodista, cronista, locutor, productor, conductor de televisión, escritor, comentarista, narrador de radionovelas, cantante aficionado; muy ilustre banderillense.

Luis Herrera de la Fuente
Luis Herrera de la Fuente

Diciembre ha abonado tres nombres al inventario de desdichas: el día 3, Vicente Leñero, periodista, escritor, dramaturgo, guionista y académico, una de las plumas más trascendentes e influyentes de nuestro país. Dos días después, el 5, Luis Herrera de la

Fuente, compositor y director de orquesta a quien Xalapa debe tanto porque dirigió la Orquesta Sinfónica de Xalapa y la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz, y fue fundador del Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz.

Ramón Rodríguez
Ramón Rodríguez

Y el día 12, Ramón Rodríguez, poeta cordobés residente en Xalapa, «autor de una poesía irónica y hermética, con paráfrasis de temas corteses y a la vez coloquiales» según se lee en su página de FaceBook.
Diez lastimaduras, diez grandes oquedades imposibles de llenar. Quedan sus semillas y seguirán germinando para acompañar nuestras venturas y desventuras, y hacer más grandes las primeras y menos densas las segundas.
El mundo era mejor con ellos, por supuesto, pero acaso en estos días, en algún lugar de la galaxia, esté realizándose el concierto que imaginé en esa suerte de delirium tremens que provoca la inaudita soledad del primero de enero.



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