Hay que escanciar para cobrar
Hace unos días platicaba con un cuate sobre la situación de los jazzistas en Xalapa, que no pagan bien y una serie de cosas pero le digo que es una cosa más compleja, no nada más se trata de ir y cobrar una lana, hay sopesar la cultura de quien te está contratando. Para muchos restauranteros el músico de jazz suple el disco porque en realidad es una especie de músico ambiental del lugar, entonces tu competencia directa es un disco, la diferencia es que el disco es absolutamente gratuito y puede tocar las horas que sea y tú tienes un tiempo determinado y cobras una cantidad, esa es la percepción de tu cliente y es muy difícil que logres que te pague más por una cosa que él supone que le puede salir gratis, esa es la curva de precios, eso lo aprendí en FCAS. Tienes que profesionalizar tu trabajo en una dimensión distinta porque si para él es música ambiental es porque no distingue la delicadeza de la calidad de una interpretación a otra, para él es lo mismo que toques con una guitarra afinada que con una desafinada, de todos modos no va a entender absolutamente nada, es como cuando llegas con alguien que jamás en su vida ha tomado un vino y le das un Concha y Toro Selección y luego le das un Casa Madero, a él le va a saber igual; lo mismo pasa con los clientes, tienes que demostrarle que tu producto vale la pena, que vale la pena ser adquirido por un precio mayor porque tiene una calidad mayor, pero en función de las cosas que él sí puede apreciar, y desde su cultura, porque no lo vas a cambiar de un día para otro. ¿Cuáles son esas cosas?, presentarle un plan de medios y decirle:
-Yo tengo estos contactos en la prensa, mi plan es que si presentamos una tocada de aquí a dos semanas, una semana previa voy a estar moviendo esto en redes sociales, tengo esta audiencia, tu marca la va a ver un público de 500 o 600 personas diariamente o sea, vas a tener una exposición total de 3000 o 3500 personas en una semana y eso no te va a costar absolutamente nada porque es una promoción que yo hago con mi grupo y de paso te jalo también a ti
Eso no pasa en los Estados Unidos porque hay managers, hay alguien que lo hace pero aquí, ni modo, lo tienen que hacer los músicos.
Ese tipo de cosas son las que en realidad determinan que te paguen más, no que toques muy bien ni nada de eso, aquí eso le vale a la gente, el aparato de poder en México no está capacitado para entender la cultura en ningún ámbito.
Extensiones de la memoria y la imaginación
Mi primer libro es el que escribí en Canadá, se llama Andar, lo publicó la Universidad Veracruzana en 2010, el segundo es La caja para encender, lo publiqué con Tierra Adentro en 2012. Se supone que estas alturas ya deberían estar otros dos, uno que se llama La ciega intermitencia, también con la UV y otro que se llama La seña del quieto, ese va a salir con Sonámbula Editorial, un editorial de Guadalajara y estoy en espera con otro que se llama Las formas del derrumbe que va a salir, me imagino, a principios de 2015 o, si me va bien, este mismo año.
Hay otro que se llama Luminiscencias del retrete, es de filosofía y tiene una historia extraña: un día estaba chocholeando en Internet y vi una convocatoria que decía Concurso Nacional de Reflexiones Filosóficas Zigurat 2014, se pedían textos filosóficos que tuvieron un lenguaje accesible, que trataran distintos temas como sexo, violencia, poder, literatura, cultura, en fin y que no ocuparan más de 15 páginas. Me di a la tarea de buscar una serie de cosas que he posteado en Facebook con el nombre de Cosas que uno piensa cuando le baja al WC, las envié y fui uno de los ganadores.
Esos textos, en realidad, no los pensé como textos filosóficos, los empecé a postear porque hasta ese momento había ocupado el Facebook para poner cosas más humorísticas, más otro tipo de tono y las Cosas que uno piensa mientras le baja al WC eran un poco más serias, pero tampoco me quería darme aires de grandeza como diciendo mira, aquí viene don intelectual opinar de la vida, no, es filosofía de mierda, por eso le puse lo del WC. Empecé a escribir esas cosas más o menos constantemente, a veces cada día, a veces cada semana, no sé pero cuando mi cuenta ya llevaba tres años escribiéndolas y creo que todo mundo me conoce más por eso que por la poesía o por la música (risas), de hecho. una vez publiqué un texto sobre educación en Performance y en la reseña de mi colaboración decía: «Diego Salas, es filósofo de debate y tal…». Son textos misceláneos que hablan de distintos ámbitos, de una forma más bien desenfadada que pueden tener o no razón, pero ahí están.
Extensiones de otras imaginaciones
Grabé un par de piezas con Paulo Piña, para su proyecto, con Daniel Ávila y Tello Castillo.
Con Los Tres Pies del Gato grabamos una serie de piezas para un disco homónimo, pero yo creo que vamos a seguir grabando un poco más.
He grabado otras cosas por ahí, para RTV y para comerciales.
En 2012 comencé un proyecto de fusión que se llama Huésped, ese es mi proyecto personal; las composiciones son mías, la direcciones es mía, todo. Es un proyecto musical que se está transformando en disco, el concepto es que la música ya va a estar armada, las piezas ya están seleccionadas pero los músicos van a cambiar, entonces la expresión estética final va a variar siempre porque nunca van a ser los mismos músicos. La alineación puede ser la misma o no, puedo tocar la misma pieza con un trombón, con una trompeta o con un saxo. Con ese proyecto grabé tres piezas, todas son fusión; hip-hop con jazz, electrónica con jazz. La primera que grabé es un poco más convencional, es una bossa nova y ahorita estoy preparando una adaptación de una pieza tradicional oaxaqueña a este ámbito ecléctico, a ver si no me linchan los conservadores, pero yo la quiero meter. El proyecto va lento porque le apuesto más a la paciencia y a la perseverancia que al ímpetu de sacarlo todo de trancazo porque si de algo me convencí en todo este tiempo es de que lo que uno necesita es precisamente perseverancia, así es como de veras logras cosas que valen la pena.
El hoy fugaz es tenue y es eterno…
Ahorita estoy tocando a trío con Adolfo (Álvarez) y Jorge Gamboa, el bajista que suple a Carlos Zambrano; suena muy distinto a Los Tres Pies del Gato, pero súper distinto y somos los mismos Músicos. Este es un proyecto horizontal, no hay líder.
También estoy montando unas cosas de guitarra sola, así empecé y mi desarrollo ha sido gradual. Normalmente los músicos primero forman su banda y empiezan a tocar, luego hacen proyectos a dúo y luego son solistas; yo lo hice al revés, empecé tocando solo, después a dúo, después a trío y después con cuarteto y de alguna manera eso me dio una especie de tabla distinta para responder a las exigencias de la guitarra, entonces ahorita estoy queriendo retomar esa primera parte montando baladas en guitarra sola, sobre todo baladas como de los años 30, por alguna razón esa es la época que me mueve.
Post data: las batajazz por venir
Y así he llevado la literatura y la música pero además entrené capoeira como 10 años, entrené judo, entrené karate y ahorita estoy formalmente en MMA (Artes Marciales Mixtas) y mi proyecto es, de aquí a un año subirme al octágono y darle, el combate cuerpo a cuerpo es una cosa de la de la que no me podido desprender, y ser entrenador de MMA a los 50 años.