Era un evento cien por ciento pepeyunista, por eso a nadie debió sorprender la frialdad con que fue recibido a su entrada a los salones Ulúa del World Trade Center de Boca del Río el senador Héctor Yunes Landa, quien al igual que su compañero de partido y escaño, José Yunes Zorrilla, también busca ser candidato del PRI a la gubernatura del estado en 2016.

Quizá Pepe Yunes pasaría por la misma situación si se presentara como invitado especial a la comida anual de Alianza Generacional que los simpatizantes de Yunes Landa andan organizando en cuatro sedes regionales, iniciando el 22 de noviembre próximo en Martínez de la Torre y cerrando el 6 de diciembre en el puerto de Tuxpan.

Por eso ayer, al hacer la presentación de los personajes más destacados que asistieron como invitados especiales a su informe legislativo, Yunes Zorrilla hizo un generoso y cálido reconocimiento a Yunes Landa, a quien distinguió públicamente por su “gran prestancia para atender los problemas de Veracruz” y por el “gran honor de caminar a tu lado”.

Ese afectuoso detalle ha venido a confirmar lo que en días anteriores había declarado el propio Héctor Yunes con motivo del informe legislativo de Pepe Yunes y que algunos analistas políticos habían malinterpretado.  “Nosotros estamos unidos hasta que la convocatoria nos separe”, dijo Yunes Landa en alusión a que cuando su partido abra el proceso interno no romperá con el joven priista peroteño sino que naturalmente tendrá que disputar con él la adhesión de la militancia tricolor.

De hecho sorprendió la presencia de Yunes Landa –igual que la del senador panista Fernando Yunes Márquez, el hijo de Miguel Ángel Yunes Linares, al que por cierto el legislador nativo de Perote se olvidó de mencionar, aunque en su mensaje convocó a seguir trabajando por Veracruz, “entrelazando las manos, dejando de lado los odios, tratando de prescindir de aquello que nos divide, de aquello que nos confronta”–, pues diez días antes, en una comida privada en el rancho San Julián, de Normandía, Pepe Yunes había anticipado que no esperaba en este evento la asistencia de prominentes figuras de la política nacional, y ni siquiera la de sus compañeros del Senado de la República.

Yunes Zorrilla lo habría dicho en alusión a su entrañable amigo el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien estaría apuntalándolo políticamente para la próxima sucesión gubernamental de Veracruz, y al gobernador Javier Duarte de Ochoa.

Efectivamente, ambos personajes no estuvieron presentes, como tampoco lo hizo el coordinador de los senadores priistas Emilio Gamboa Patrón, quien grabó un breve pero emotivo videomensaje.

El gobernador Duarte no acudió al informe de su ex coordinador de campaña pero en su representación mandó al secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández. Además estuvieron presentes otros miembros de su gabinete, entre ellos el secretario de Desarrollo Social, Marcelo Montiel, y el contralor general Ricardo García Guzmán.

Videgaray tampoco vino –seguramente lo hará hasta el año próximo, previo al de la sucesión estatal–, pero en cambio sí asistió otro gran amigo y ex condiscípulo de Pepe Yunes en el ITAM: José Antonio González Anaya, un joven tecnócrata nativo de Coatzacoalcos, más famoso por ser concuño del ex presidente Carlos Salinas que por ser el actual director general del IMSS.

Yunes Zorrilla había aclarado muy pertinentemente que este informe legislativo no era desde luego un escenario de “predestape”; sin embargo, la presencia de diputados federales y locales, de sus respectivos coordinadores políticos, de medio centenar de alcaldes del PRI y de AVE , de líderes sindicales y de organizaciones de productores, de connotados empresarios como el xalapeño Antonio Chedraui Obeso y de los cordobeses Othón Porres y Julián García, y de la estructura priista encabezada por la presidenta del Comité Directivo Estatal, Elízabeth Morales, harían suponer que la “cargada” estaría desde ahora bien aceitada para arropar al ex alcalde y ex diputado local de Perote en cuanto el partido tricolor expida formalmente su convocatoria para elegir a su candidato a gobernador.

Habrá quiénes digan que aún falta poco más de un año para el proceso interno del PRI, y que en ese lapso todavía pueden presentarse muchas circunstancias inesperadas, lo cual es totalmente cierto.

Y es que no solamente habrá que esperar qué otros aspirantes integrarán en 2015 la próxima camada de diputados federales priistas, ver con cuántos votos gana cada quien su elección y si logran dar también el estirón político en la LXIII Legislatura al Congreso de la Unión; pero, además, aún está pendiente el proyecto de reforma constitucional para homologar la siguiente elección de gobernador con la presidencial, que los duartistas pretenden empatar en el año 2018 y sus opositores hasta el 2021.

Por lo mientras, en tanto son peras o son manzanas, este domingo 26 fue el día de Pepe Yunes, un evento al que política y mediáticamente bien pudo sacarle mucho más jugo, pero lamentablemente se observó que el senador y aspirante a gobernador adolece de muy malos asesores en imagen y mercadotecnia política, lo que ya se había advertido previamente con su desafortunada propaganda desplegada en anuncios espectaculares y de televisión.