Si nuestros gobernantes administraran los recursos públicos con la prudencia, recato y eficacia como lo hacen con sus empresas privadas, las finanzas de algunos gobiernos estatales como el de Veracruz seguramente no habrían llegado a la situación crítica en la que actualmente se encuentran debido al despilfarro y los altos niveles de endeudamiento de los más recientes ex mandatarios.
El comentario es inevitable ante el sonado caso de la empresa naviera Oceanografía, una de las mayores proveedoras de Pemex que actualmente está en concurso mercantil y la que el grupo empresarial del ex gobernador Miguel Alemán Velasco estaba a punto de comprar.
Sin embargo, debido a la destrucción de valor de la naviera de Amado Yáñez, Grupo Alemán (Galem) decidió no seguir adelante con su intención de adquirirla. “Dadas las circunstancias que rodean a Oceanografía, éste es un proceso en el que se advierte una clara destrucción de valores en perjuicio de la sociedad mexicana, en particular de los empleados, accionistas y acreedores de la empresa. Desafortunadamente, la participación de Grupo Alemán no hubiese impedido este resultado”, indicó mediante un comunicado el consorcio del ex gobernador que al término de su sexenio, en noviembre de 2004, dejó en Veracruz una deuda pública de 3 mil 500 millones de pesos, la cual, según cifras oficiales, acrecentó casi doce veces más su sucesor Fidel Herrera Beltrán al final de su mandato en 2010.
Galem, encabezado por Alemán Velasco y su hijo Miguel Alemán Magnani, detalló que la decisión de abandonar este proyecto vino después de entrevistarse con el director del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), Héctor Orozco, y revisar los más recientes reportes financieros de la compañía. El monto definitivo de los pasivos fue considerablemente mayor al que los dueños de Interjet y también accionistas de Grupo México y Transportación Marítima Mexicana (TMM, de José Serrano Segovia, suegro de Alemán Magnani) habían anticipado.
“Tampoco se trata de trabajar por los próximos 25 años para ir pagando deudas a bancos y acreedores. Se trata de crear valor y dar la vuelta a un negocio, salvar empleos, y ya después, una vez que le das la vuelta al negocio, hacer los pagos correspondientes”, expresó la semana pasada el hijo de Alemán Velasco en entrevista con Radio Fórmula.
La familia Alemán tenía planeado adquirir el 75 por ciento de las acciones de la firma, que estaban en manos de Amado Yáñez Osuna, quien está bajo investigación de la PGR por delitos considerados no graves.
La semana pasada, Magnani dijo que no tenía contemplada una asociación con el dueño de Oceanografía y que su inyección de capital estaba sujeta a que el empresario dejara la naviera. Yáñez acaba de librar por ahora el fraude a Banamex, pues la PGR sólo ha señalado a su socio Martín Díaz Álvarez de ser “el verdadero dirigente de la secuela delictiva” en el fraude de 5 mil 312 millones 329 mil 400 pesos al banco.
En la causa penal 51/2014, donde se giró la orden de aprehensión contra Díaz Álvarez, la PGR lo identifica inclusive como miembro de una “célula criminal”. El socio de Amado Yáñez es sobrino del ex secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz, y yerno del ex diputado federal por Coatepec y ex senador veracruzano Dionisio Pérez Jácome, quien además fue jefe de la Oficina de Programa de Gobierno con el gobernador Herrera Beltrán y dirigió durante dos años el Comité Organizador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 en la presente administración.
Según el expediente de la Procuraduría General de la República, Díaz Álvarez realizó con éxito “su empresa criminal”, pues con estimaciones falsas –conducta que constituye un delito grave– consiguió una línea de crédito, el cual fue depositado a la cuenta 144296633 de Oceanografía. Inicialmente, ni Yáñez ni sus otros colaboradores habían sido consignados por la gestión de esos créditos. Sin embargo, este miércoles 22 la PGR decidió consignar al principal accionista de Oceanografía por haber usado los créditos que le otorgó Banamex para fines distintos al financiamiento de sus contratos con Pemex, ocasionando un perjuicio patrimonial a la institución bancaria. Igualmente, Martín Díaz y los ejecutivos de Banamex fueron acusados y están prófugos.
Esa habría sido también una de las razones por la que el Grupo Alemán decidió retractarse de la compra de Oceanografía, actualmente en un proceso de concurso mercantil en el que, en unos días, se dictará la sentencia de reconocimiento y graduación de créditos, que fijará el monto total de la deuda de la empresa, que es de al menos 17 mil 800 millones de pesos, casi la tercera parte de la deuda pública reconocida oficialmente y acumulada en las administraciones de los ex gobernadores Alemán Velasco y Herrera Beltrán.
Campanazos de la PGJE
Claro que en materia de procuración de justicia todavía falta mucho por hacer en Veracruz, pero hay que reconocer el esfuerzo que viene realizando el procurador Luis Ángel Bravo Contreras, quien ayer informó sobre la reaprehensión de Jorge Antonio Hernández, (a) “El Silva”, asesino confeso de la periodista Regina Martínez, así como de la captura de los tres homicidas del joven Antonio Pérez Luna, sobrino del dirigente estatal del Partido Cardenista, Antonio Luna Andrade, el cual fue ejecutado hace un par de semanas en la ciudad de Córdoba, donde despacha como subprocurador regional el abogado tuxpeño Alejandro Dávila Vera.