Bien dice la canción que “la vida es una tómbola”. La política, también.
Y es que quién iba a decir, hace un año, que las suertes del gobernador Javier Duarte y del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, iban a cambiar drástica y diametralmente, a grado tal que ahora el hidalguense –a quien en 2013 le atribuían cierta animadversión hacia el mandatario veracruzano, cuya cabeza habría intentado ofrendar a la oposición a raíz del escándalo electoral del “Boca-gate” que obligó al presidente Enrique Peña Nieto, para salvar el Pacto por México, a firmar un adendum con las dirigencias nacionales del PAN y PRD para garantizar que no se manipularan los programas federales de la Sedesol a favor de los candidatos priistas a diputados y alcaldes de esta entidad– ha quedado en una posición políticamente muy vulnerable tras la crisis de Iguala, Guerrero, por la desaparición de 43 jóvenes normalistas, mientras el Ejecutivo jarocho, a pesar de sus desafortunadas declaraciones sobre la inseguridad, se ha reposicionado y reivindicado en el ánimo presidencial con motivo de la creación de la Fuerza Civil de Veracruz, un nuevo cuerpo de élite de Seguridad Pública que inicialmente contará con dos mil elementos policiacos instruidos no solo en materia de derechos humanos sino capacitados también en plataformas de operación, comunicación e inteligencia, tecnología y herramientas de última generación acorde a un modelo policial profesional que buscará evolucionar de un esquema de actuación reactivo a uno preventivo, anticipándose a los hechos para revertir la violencia e inseguridad que amenazan el orden y la paz social del estado.
Este lunes 20, en Poza Rica, en el acto de relanzamiento del programa “Prospera”, el presidente Peña cerró su intervención refiriéndose “a algo importante que el día de mañana (martes 21) el gobernador de Veracruz estará anunciando, y que desde ahora quiero augurarle el mejor de los éxitos, y que realmente este esfuerzo que realiza su gobierno cumpla con el objetivo que se propone, que es la puesta en marcha de la Fuerza Civil, que es la creación de un nuevo cuerpo de seguridad pública que estará al servicio de los veracruzanos. Éste es un modelo, y felicidades, señor gobernador, por este esfuerzo, por este interés y por este involucramiento en esta importante tarea, por dar seguridad a los veracruzanos.”
“Como lo he señalado ya de manera reiterada, el Gobierno de la República trabaja en equipo, en coordinación, en cooperación y colaboración con los otros órdenes de gobierno, y me refiero a los órdenes estatales y a los órdenes municipales, para cumplir en todos los frentes que nos permitan propiciar desarrollo y progreso para los mexicanos.
“Uno de ellos, que es tarea fundamental, es el de la seguridad pública.
“Y como lo hemos, o ustedes lo han conocido a través de los medios de comunicación, todo este esfuerzo colectivo que estamos llevando a cabo, todo este compromiso que asumimos los órdenes de gobierno y la sociedad en su conjunto, que también participa a través de distintas organizaciones o como ciudadanos, alzando la voz y demandando justicia y mayor seguridad pública, todo este esfuerzo lamentablemente se ha visto empañado por los hechos ocurridos, como lo han sabido ustedes, en el municipio de Iguala, Guerrero”.
Sin proponérselo deliberadamente, pero de manera indirecta, Peña Nieto le dio un raspón a Osorio Chong, quien en esta administración reconcentró las funciones de la desaparecida Secretaría de Seguridad Pública, creada en el régimen panista del presidente Vicente Fox y fortalecida en el sexenio de Felipe Calderón, el último mandatario surgido del PAN.
Este martes 21 se esperaba la presencia de Osorio Chong para encabezar en el puerto de Veracruz la ceremonia de abanderamiento de la nueva policía de élite, considerada la mayor apuesta de la administración de Duarte de Ochoa, quien al tomar la palabra dijo que “como gobernador será mi legado dejar, dotar a la sociedad de una institución policial garante de la justicia social, en cumplimiento de la ley y estado de derecho se funda el país que cambia…”
Sin embargo el secretario de Gobernación no vino, en su representación mandó al titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García. Pero… ¿qué les habría dicho Osorio Chong a los elementos policiacos de la Fuerza Civil de Veracruz, quien como cabeza del gabinete federal de seguridad pública fue omiso en Iguala, Michoacán, ya que desde hace más de un año fue alertado por el líder perredista René Bejarano sobre algunos crímenes y los nexos con un grupo de la delincuencia organizada que desde junio de 2013 se le imputaban al alcalde prófugo José Luis Abarca y a la familia de su esposa, implicados ahora en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa?
Y no sólo eso, hace cuatro días el hidalguense tuvo que pasar un trago amargo debido a que le llevaron hasta la puerta principal de la SEGOB, en Bucareli, el féretro con el cadáver de doña Margarita Santizo, una madre que buscó a su hijo Esteban Morales Santizo –un policía federal desaparecido en Michoacán– hasta el último de sus días y quiso reclamar justicia aun después de la muerte. Poco antes de fallecer, le pidió a su hija Teresa que llevara su cuerpo frente a la Secretaría de Gobernación, donde nunca atendieron su caso. “La mató la búsqueda de mi hermano”, reprochó Teresa. “Se malpasaba en sus comidas. Y del coraje que hacía en las marchas se le reventó la vesícula…”.