Se ha anunciado para esta semana el retorno a nuestra entidad, por enésima vez, del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ahora con motivo de la presentación oficial de la Fuerza Civil de Veracruz, un nuevo agrupamiento de élite, muy similar al del estado de Nuevo León, que contará con dos mil elementos policiacos evaluados, certificados y adiestrados especialmente en armamento y equipamiento de alta tecnología por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), dependiente ahora de la SEGOB.
Muchos seguramente se preguntarán por qué las frecuentes visitas del hidalguense a Veracruz cuando la entidad que gobierna Javier Duarte de Ochoa no iguala los altos índices que en el llamado “delitómetro” nacional encabezan otros estados como Tamaulipas en número de secuestros; Guerrero, en homicidios; Morelos, en extorsiones, y el Estado de México en robo de vehículos.
Es cierto que tampoco se puede afirmar que Veracruz está en completa calma, pues como bien lo dijo este sábado 20 el nuevo comandante de la 26 Zona Militar con sede en El Lencero, Juan Arturo Cordero Gómez –un General nativo de Hidalgo como Osorio Chong pero muy ligado a la entidad veracruzana, pues creció en el puerto de Tuxpan–, es indudable que “no se pueden negar los problemas de seguridad porque están a la vista de todos y de los medios de comunicación”, más sin embargo “se están haciendo todos los esfuerzos necesarios para recobrar la seguridad que el país requiere”.
Lo mismo que el día anterior, viernes 19, expresó también en el sur de la entidad el gobernador Duarte de Ochoa al poner en marcha el operativo “Blindaje Minatitlán”.
Ante autoridades municipales y representantes de la sociedad civil de esa región, el mandatario veracruzano afirmó que “en materia de seguridad pública no hay espacio para la autocomplacencia ni para la tregua; el combate al delito y su sanción, es una tarea permanente”.
“Estamos hoy aquí para decirles a los ciudadanos que sabemos cuál es nuestro deber y lo asumimos con toda responsabilidad y decisión”, expresó Duarte de Ochoa, quien además de entregar al Ayuntamiento minatitleco 20 patrullas y 10 motocicletas para mejorar “las capacidades tácticas y de movilización de los cuerpos de seguridad”, anunció el despliegue de 380 elementos “que resguardarán a las familias y su patrimonio”.
Ya Osorio Chong, desde el 7 de noviembre 2013 al presidir la Reunión Regional de Seguridad Zona Sureste, reconoció ante los gobernadores de Tabasco, Chiapas, Campeche, Oaxaca y Yucatán los grandes resultados que Veracruz con Javier Duarte había obtenido hasta esa fecha en esta materia, señalando que ello no era casualidad “porque aquí está un gobernador comprometido con su estado”.
Y tras destacar las estrategias que en la entidad veracruzana se han utilizado en materia de seguridad y que han sido ejemplo a nivel nacional, el titular de la SEGOB se ufanó de que en “esta zona en la que estamos ahora es la de menor índice delictivo de todo el país”, por lo que conminó a los mandatarios estatales a no “bajar la guardia”.
Dos meses después, el 14 de enero de este año, al presidir en la Academia de Policía de El Lencero la ceremonia de graduación de 883 elementos de la séptima y octava generaciones de Oficiales en el Nuevo Modelo Policial, Osorio Chong dijo que Duarte de Ochoa fue uno de los primeros gobernadores en ir a la Secretaría de Gobernación para sumarse a la estrategia de Enrique Peña Nieto, “y fue a manifestar su compromiso con el Presidente y con los veracruzanos en el tema de la seguridad. Revisamos juntos las grandes preocupaciones, región por región, cuáles eran nuestras capacidades y en qué teníamos que fortalecerlas”.
“Hoy en Veracruz –remarcó el funcionario federal en esa ocasión– se está haciendo un gran trabajo, un trabajo para regresar la tranquilidad, la seguridad a todos los veracruzanos, yo tengo que reconocerlo públicamente y me da mucho gusto que así sea”.
Y a eso parece regresar Osorio Chong esta semana a la entidad: para alentar al gobierno de Javier Duarte a no bajar la guardia ante la delincuencia organizada y del fuero común, y a reiterar en materia de seguridad el pleno apoyo de la administración del presidente Peña Nieto a Veracruz, una entidad estratégica no sólo por las mega inversiones nacionales y extranjeras que se esperan en este sexenio por la reforma energética sino porque también a finales de este año estará en el escaparate internacional; primero, del 14 al 30 de noviembre próximo, por los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe que congregarán a atletas de 31 países de esta región continental, y luego, entre los días 8 y 9 de diciembre, por la XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Ufff, casi nada. Pero es obvio que esta anfitrionía no ha de caer nada bien a los malquerientes y detractores del gobernador Duarte de Ochoa que le siguen apostando al fracaso de su administración, aunque ello signifique llevarse entre los pies la buena imagen que durante décadas han construido otros regímenes de la entidad así como la tradicional reputación que se ha ganado a pulso por su arte y cultura el noble y risueño pueblo veracruzano.