En los círculos del gobierno del estado ha sorprendido muy gratamente el trato político, tan cálido y solidario, más allá de la elemental cortesía institucional, que ha mostrado recientemente el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, hacia el gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Y es que todavía hace un año, luego del escándalo de los videos que exhibió el PAN en el proceso electoral local de julio de 2013, en algunas influyentes publicaciones de la capital del país corrían versiones acerca de que Duarte se habría quejado con el dirigente priista César Camacho, de que Osorio Chong le prestaba más oído a Miguel Ángel Yunes Linares, su acérrimo enemigo, que a él.
Sin embargo, a partir del 6 de noviembre la relación y el trato entre el titular de la SEGOB y Duarte se estrechó y mejoró notablemente por la causa común de atender el problema de la inseguridad. En esa ocasión, al presidir en el puerto de Veracruz la Reunión Regional de Seguridad Zona Sureste, Osorio Chong reconoció los grandes resultados que la administración duartista ha tenido en esta materia, y señaló que en esto no hay casualidades “porque aquí está un gobernador comprometido con su estado”.
Acompañado por el gobernador Duarte de Ochoa y los mandatarios estatales de Tabasco, Chiapas, Campeche, Oaxaca y Yucatán, Osorio Chong destacó las estrategias que Veracruz ha utilizado en materia de seguridad, que han sido ejemplo a nivel nacional. “Esta zona en la que estamos ahora es la de menor índice delictivo de todo el país. Ésta es una región que ha avanzado muy bien y no vamos a bajar la guardia”, afirmó.
Dos meses después, a mediados de enero de 2014, el secretario de Gobernación volvió a visitar la entidad veracruzana para apadrinar a 883 graduados en el Nuevo Modelo Policial de la Academia de Policía de El Lencero. En esa ceremonia, el hidalguense resaltó que el de Veracruz es un gobierno responsable que está respaldado por el Gobierno Federal para hacer un estado seguro.
El último espaldarazo de Osorio Chong a Duarte ocurrió este lunes 8, justamente al otro día de las marchas realizadas en Xalapa, Coatzacoalcos y Minatitlán por ciudadanos que exigieron mayor seguridad. Entrevistado en Boca del Río donde inició la Campaña Nacional “Septiembre, Mes del Testamento”, el titular de la SEGOB declaró que “la seguridad no es un problema que se resuelva de la noche a la mañana, estamos trabajando con el gobernador, lo estamos haciendo de una manera muy seria, responsable, hay acciones contundentes, estamos mejorando todas nuestras posiciones, y sabe el gobernador que cuenta con todo nuestro respaldo y sabemos el compromiso que tiene el gobernador en esta materia”.
La pregunta que se hacen muchos ahora es por qué de repente tanto calor y apapacho al mandatario veracruzano, cuyos detractores, por cierto, apostaban que no concluiría su administración. La deducción más lógica es que para las aspiraciones futuristas de Osorio resulta fundamental el éxito que en materia de seguridad concrete el régimen de Duarte, cuyo sexenio concluye en noviembre de 2016 pero cuyos logros evidentemente abonarían a favor de Chong en la búsqueda de la anhelada candidatura presidencial del PRI en 2018.
Y es que totalmente en contra de las estadísticas oficiales, acerca de una supuesta tendencia a la baja en los índices de la criminalidad, este martes 9, al comparecer ante el Senado de la República en el marco de la glosa del Segundo Informe de Gobierno, el secretario de Gobernación fue duramente increpado por legisladores de la oposición que le reclamaron el incremento de la violencia, la inseguridad, la corrupción y la impunidad en el país.
A nombre de la bancada del PAN, la senadora Adriana Dávila le reprochó que “las cifras no son alentadoras y se acompañan con dichos del Presidente que da una justificación cultural a los problemas de corrupción e impunidad como si fuera una especie de distintivo nacional. Somos referentes negativos en materia de crimen organizado. Se dice: ‘no inviertan’, ‘no vacacionen’, ‘no trabajen en México’. Es mucha la tolerancia a la corrupción acompañada de impunidad”, señaló la panista, quien criticó también la relación entre el gobierno y los medios de comunicación. “No debe existir, ni como insinuación, un autoritarismo que marque línea”, dijo.
También Alejandro Encinas, del PRD, consideró que se requiere de una gobernabilidad democrática y no un gobierno fundado en la manipulación mediática de la opinión pública, que utilice el poder del Estado para corromper y comprar conciencias. El ex jefe de Gobierno interino del Distrito Federal descalificó los resultados de la administración de Peña Nieto en materia de combate al crimen y acusó la prevalencia de prácticas como la tortura, así como la falta de voluntad para escuchar las demandas de la sociedad civil. “La violencia supera a la registrada en el gobierno anterior”, sostuvo el perredista.
Los legisladores del PAN, PRD y PT criticaron además la creación de comisionados especiales, como el caso Michoacán. “Encontramos una posible sustitución de las instituciones públicas”, sostuvo la panista Dávila. “La Secretaría de Gobernación está reducida a atender los asuntos de la seguridad pública, anulando en algunos casos a la autoridad local, como acontece con la presencia de la PFP y la nueva Gendarmería en Michoacán”, cuestionó Encinas. “Son como virreyes”, ironizó Manuel Bartlett, actual senador por el Partido del Trabajo y ex secretario de Gobernación.
El trayecto, pues, hacia la candidatura presidencial de 2018 pinta para Osorio Chong muy extenuante por lo sinuoso y escabroso que le representa el problema de la inseguridad, en cuya estrategia de solución y su permeabilidad en la percepción ciudadana es fundamental el apoyo y la total coordinación con los jefes de los gobiernos de entidades estratégicas como Veracruz.