Cuando Iván Zepeda Valdés vino a la Feria del Libro Infantil y Juvenil, se quedó enamorado de Xalapa y de una xalapeña. Desde hace siete años está en esta ciudad, narrando historias en su proyecto Noche de Leyendas, en el Festival Cuentos y Flores, en el foro homónimo y en otros escenarios. Ha creado, además, un Taller de Narración Oral y ha grabado el disco En el principio era el cuento.
Una iguana se cayó/ de arriba de una escalera…
Cuando vine a la Feria del Libro Infantil conocí a Honorio Robledo y por su culpa estoy aquí; me oyó, le gustó, me dio uno de sus libros y me dijo:
-Ten, léelo
Lo agarré y lo leí:
-Está padre
-Te invito que al rato vayas a mi exposición a contarlo
-¿Te cae?, pero si acabo de leerlo
-Cuéntalo
Tenía una exposición de las ilustraciones de uno de sus libros que se llama Bemberecua y yo improvisé el cuento de la Iguana bailadora; a Honorio le encantó.
Él estaba dando talleres de pintura para los chavos de Monte Blanco, porque ahí hay una gran población migrante y los chavos son carne de bracero, entonces, ese proyecto hecho por el CIESAS trataba de darles herramientas, sobre todo artísticas, para que cuando emigraran lo hicieran con otra perspectiva, que ya no se fueran tras el sueño americano sino que llevaran un arraigo más fuerte con su tierra. Se trataba de hablarles de la cultura mexicana, de las tradiciones, de la música, del son jarocho, de la pintura.
Honorio tenía que irse a los Estados Unidos y me dijo:
-Yo me voy, pero te puedes quedar tú; no les des pintura, dales lo que tú sabes hacer, cuéntales cuentos y enséñalos a que cuenten.
Se fue y me dejó la chamba. Empecé a viajar a Xalapa y a hacer vínculos; di ese taller y luego empecé a buscarle por ahí. Me ennovié con una chica que vive aquí; ella iba Córdoba, yo venía y un día me vine a vivir con ella. Empecé a buscarle por aquí y por allá y un día hice un proyecto que se llama Noche de Leyendas, es un recorrido por el Centro Histórico que hago desde hace siete años. Cuando empecé le hice la propuesta al ayuntamiento de aquel entonces pero, igual que el de ahora, me dijo que no le interesaba, que se prefería gastar el dinero en otras cosas; entonces lo eché a andar de manera independiente y me ha funcionado muy bien. Ahí me empezó a ver la gente, empezaron a contratarme y eso fue lo que me empezó a dar a conocer aquí en Xalapa.
Además de ese proyecto, actualmente tengo otras cosas: un foro, un taller de narración oral y un festival.
Que la vida es un festival/ y yo quiero vivir contando…
El año pasado estaba la alcaldesa Elizabeth Morales. Fui, le hice una propuesta para poder trabajar juntos con Noche de leyendas, no nos ajustamos en los precios pero ella me hizo una contraoferta que fue contar cuentos en la Cueva de la Orquídea, todos los jueves. Ella me pagaba la función y al público le salía gratis. Estuve un año ahí y me fue muy bien, cada mes iba cambiando de espectáculo y llegué a tener funciones con 300 personas, para el Día de Muertos. Después le dije que ya que estábamos en eso, me apoyara para hacer un Festival de Cuentos:
-Cumplo 15 años como narrador y quiero organizar mi fiesta, con mis 15 chambelanes
-Mira, 15 son muchos, te pago 11
-Va
Cerramos el trato e hicimos un festival, durante cuatro días, con 11 narradores: dos de Colombia y los demás nacionales, con una muy buena trayectoria. Yo nunca había organizado un festival porque sabía que es un trabajo titánico, mal pagado y estresante pero, para celebrar mis 15 años de narrador dije, va, me voy a aventar el tiro. Hice el festival con el apoyo de Ric Rodríguez y fue todo un éxito.
Uno de los narradores colombianos era mi mejor amigo, mi súper brother; en cada festival nos pegábamos unas fiestas locas, quedábamos en el mismo cuarto precisamente por eso; éramos carnales. El festival terminó el 26 septiembre y justo un mes después, el 26 octubre, falleció en un accidente automovilístico; una pipa se quedó sin frenos y mató a cuatro narradores que venían de contar cuentos. Fue un golpe muy fuerte para mí, fui hasta Oaxaca donde velaron su cuerpo y me prometí a mí mismo que yo quería hacerle un homenaje, que consiste en hacer el festival de este año dedicado a él y hacer una función especial de homenaje a Gabriel Martínez, “el Gabo”.
Cuenta conmigo…
Hicimos las gestiones con el ayuntamiento, anduvimos pidiendo apoyo a todo mundo y como todos se lavaban las manos y endosaban el festival a otros, lanzamos una campaña para recaudar fondos y ha brindado frutos.
Hemos tocado muchas puertas y ya se han sumado instituciones como la Normal Superior, que va a ser cede, y el IVEC pagará el hospedaje de los narradores durante todo el festival.
Poco tiempo después de que terminó el festival del año pasado, fundamos el foro Cuentos y Flores (es el mismo nombre del festival). Empezamos en el Foro Abierto del Ágora, y hace tres meses nos mudamos al Foro Abierto de la Casa del Lago.
La idea de este foro es traer espectáculos de narración oral de calidad, que no nada más me vean a mí; en todo este tiempo se han presentado Honorio Robledo, Sael Bernal, Triciclo de Metal con títeres, Isidro Merlos con su espectáculo de circo, Zenén Zeferino que cuenta cuentos del sotavento, Gloria Álvarez, del Distrito Federal, en fin, muchos.
Otro de los objetivos es democratizar el arte, es decir, ponerlo al alcance de todas las personas, que no dejen de asistir a un espectáculo de narración porque no tengan dinero, por lo tanto las funciones del foro son a cooperación voluntaria, se pasa el sombrero y la gente aporta lo que puede. El público es muy agradecido y el todo este tiempo ha aportado.
Aunado a esto, hace ya cuatro o cinco meses, no recuerdo bien, lancé la convocatoria para abrir un Taller de Narración Oral que se llama Contando que es gerundio; la cede es la Casa de Nadie, en el Callejón de Jesús te Ampare.
A ese taller asisten jóvenes y adultos, la más joven actualmente tiene 16 años y hay universitarios, madres de familia, actrices, en fin, hay de todo un poco. Es un grupo muy bonito, ya están contando cuentos desde hace dos meses y todos van a participar en el festival.
En el principio era el cuento
Otro proyecto es el disco En el principio era el cuento. Es una selección de cuentos de tradición oral que hablan sobre el origen de los seres y de las cosas; hay unos cuentos recopilados por Andrés Henestrosa sobre el origen del murciélago y el origen de la tortuga. Hay un cuento de Felipe Garrido, de su libro Coyote tonto, que habla sobre el origen del coyote. La producción estuvo a cargo de Ric Rodríguez, él puso los sonidos ambientales e hizo música original, junto con un amigo que se llama Uriel.
Los cuentos encierran esa magia que está dentro de los mitos. Todas estas historias que nos explican el origen de los seres y de las cosas, son historias que se han venido contando a través siglos, de generación en generación y son muy ricos, son muy importantes porque nos transmiten la forma de pensar de los pueblos originarios.
Es el primer disco que saco y estoy muy contento con el resultado.
Lo sacamos a la venta este fin de semana porque la idea es que nos ayude a capitalizarnos para el festival, pero a mi regreso de Colombia quiero hacer la presentación.
Está a la venta en el foro de Cuentos y Flores (los domingos, en la Casa del Lago), en La Casa de Nadie (Callejón de Jesús te ampare), también pueden pedirlo por Facebook al grupo Cuentos y Flores o mi página personal que aparece como Iván Zepeda Valdés.
Como parte de la campaña para recabar fondos estamos ofreciendo, entre otras cosas, dar a las escuelas funciones al 2 × 1; es decir, si nos compran una función, después yo, junto con los alumnos del taller, iremos a la dar una función gratuita. Si alguien quiere hacernos un donativo en efectivo, podemos darle recibos deducibles de impuestos, expedidos por La Casa de Nadie A.C., que es con quien estamos organizando el festival. Seguimos buscando patrocinios de comidas, si un restaurante nos quiere patrocinar, las fechas son del 13 al 19 octubre. Todo tipo de patrocinio es bienvenido.
El origen del coyote
Uno de los cuentos del disco es El origen del coyote, de Andrés Henestrosa.
Se supone que es un muchacho, que se llama Coyote, que es muy fuerte y tiene siete novias y todas son hermanas; un día lo mandan a cortar árboles al cerro y es la fiesta del pueblo, entonces las hermanas se van y están ahí en el bailongo y una de ellas se sale porque es la única que extraña a Coyote y de repente aparece una escalera, jala a las hermanas y se suben al cielo. Ahí se ponen a brillar y cuando Coyote vuelve, las busca y no las encuentra hasta que una de ellas, la que estaba enamorada de él, le dice que suba; se desamarra los listones con los que traía las trenzas y los deja caer. Coyote va subiendo, va subiendo cuando una de las hermanas se da cuenta y suelta el listón; él iba a mitad del cielo, así que empieza a caer, a caer, a caer y conforme va cayendo va perdiendo la camisa, pantalón, los zapatos, el sombrero, la ropa, el cabello, la carne hasta que al final son los puros huesos que rebotan en el piso y cuando la abuela escucha el ruido, sale del jacal, mira el reguero de huesos y sabe que son los huesos de su nieto. Los junta y los empieza moler en la piedra del metate y mientras los va moliendo llora y muele, llora y muele y las lágrimas de la abuela se mezclan con el polvo de huesos y hace una masa. Hace varias bolitas de masa, las pone en una olla, la coloca debajo del anafre y piensa irlas a enterrar al día siguiente, al panteón en donde tiene enterrado su marido al pie de un sauce.
Se acuesta en el petate, se duerme y al otro día, cuando despierta, se da cuenta de que la olla está rota y no hay masa; entonces se pone a buscar como loca por toda la casa y por todo el pueblo y empieza a preguntar si alguien sabe de los huesos de su nieto y la gente piensa que se volvió loca. En la noche descubre qué fue lo que pasó; escucha que alrededor de su jacal hay como muchos pasos que van y vienen y van y vienen y hacen ruido; entonces prende un quinqué, sale de la casa y ve que alrededor de su jacal hay un montón de coyotes como los conocemos ahora. En el momento en que los ve, descubre que su nieto se ha convertido en esos animales; lo sabe porque los coyotes tienen los mismos ojos soñadores que su nieto, y desde entonces los coyotes aúllan en la noche, porque están llamando a sus novias, las estrellas.
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