En esta segunda entrega, Adal Pérez habla de su cuarteto, de su presencia en la JM Jazz World Orchestra y hace una serie de reflexiones en torno a la música.

One for four

Tengo mi cuarteto, me acompañan Alex Lozano [batería], Jorge Gamboa [contrabajo] y Aldo Rivera [piano], son muy buenos amigos. Tocamos música mía y algunos standards de jazz que nos gustan un montón, nos hemos presentado en algunos festivales de aquí, nos hemos presentado fuera de Xalapa y tenemos un EP digital que está en YouTube y en SoundCloud como Adal Pérez Cuarteto.
Lo que toco es música contemporánea, son sonoridades nuevas o actuales pero sin perder la estética de la tradición, cuando mando mi carpeta, la explicación es que el cuarteto se caracteriza por hacer música basada en experiencias biográficas, o sea, trato de plasmar en mi música lo que a mí me pasa, todos los títulos de mis canciones tienen una explicación, por ejemplo One For Greg se la dediqué a Greg Osby, una canción que se llama Tu sonrisa se la dediqué a mi novia, tengo otra que se llama A mis padres, compuse una canción que se llama DNA, está dedicada a unas primas que tienen ciertas afecciones genéticas y han sufrido mucho pero ahí siguen, sus papás las apoyan y las quieren muchísimo. Tengo un arreglo de Agustín Lara, una rearmonización que le hice a Veracruz que a está medio pesada, pero a la gente le gusta (risas). Más que nada, de eso se trata, es música nueva, música actual, pero con una estética tradicional de la música de jazz como el swing, be bop, el hard bop, el lenguaje modal, de eso se trata la música del cuarteto.

Jazz World Orchestra

Hace dos años audicioné para la JM Jazz World Orchestra, es una orquesta que está dirigida por Luis Bonilla, quien es el trombonista de la big bang de Village Vanguard, es trombonista de Phil Collins, es trombonista de Willie Colón, es trombonista de la Big Band de Charles Mingus, o sea, es un señor que trabaja bastante. Es una convocatoria que se abre a nivel mundial para escoger a los 18 mejores músicos jóvenes del mundo. Quedé y todo el mes de junio de 2016 estuvimos de gira por Italia, Croacia y Eslovenia, fue bastante interesante esa experiencia porque me permitió adentrarme en realidad en el jazz, había muchachos de 19 años ya hechos unos monstruos tocando. Volví a audicionar y volvieron a aceptarme, en la gira de este año vamos a visitar Macedonia, Croacia, Italia, Eslovenia y Serbia, es del 30 de junio al 15 de julio. Estoy muy contento.

¿Quién dijo que todo está perdido?, yo vengo a ofrecer mi saxofón

Esos son logros, pero lo que más he aprendido de todo esto es a expresarme honestamente, a hablar siempre con la verdad, a apreciar siempre lo que las otras personas me dan. Eso me ha dado la música, esa es mi gran experiencia de vida y creo que no se va a acabar pronto, voy a seguir conociendo gente increíble. Aprecio todo lo que muchas personas me aportan, he aprendido a quedarme con lo bueno de todo eso a pesar de que ha habido cosas difíciles, siempre te topas con ratos oscuros, por ejemplo, yo no sabía si iba a ir a mi gira de Europa porque el gobierno no me dio ni un peso, pero organicé un par de fiestas y todas las personas iban con una actitud increíble, había gente que yo ni conocía y me decían no te preocupes, Adal, vas a ver que te vas a ir chido, pagaban su cover, pagaban sus chelas y se hacía una súper fiestota, todo mundo celebraba, todo mundo estaba contento y tenían la convicción de que yo iba a poder ir y que iba a representar a Xalapa de manera digna. La Universidad Veracruzana y JazzUV también me apoyaron, me dieron dinero para que pudiera pagar el avión, porque el puro boleto costaba un montón de dinero.
Creo que lo más importante y lo más bonito de esta carrera tan honesta, es que uno debe de expresarse con lo que trae aquí adentro y darse cuenta de que no todo está perdido, los músicos podemos ser chocosos y de repente tiramos mala vibra de los demás, pero al final nos subimos al escenario y compartimos, y terminando la tocada nos abrazamos todos y decimos estuvo bien chido.
En la música te encuentras amigos que son para toda la vida, hay gente bien honesta que te presta su tiempo de vida, que te da su talento, que te da sus ganas de vivir. Sabemos que a la mejor no nos vamos a hacer ricos de esto, pero ya estamos encontrando lo más importante de la vida, que es la felicidad, arriba y abajo del escenario nos estamos sintiendo felices cada vez que nos vemos, cada vez que nos saludamos, la música crea conexiones que van más allá de lo tangible, en realidad son conexiones con el alma, yo así lo veo.
Antes, yo pensaba de manera más académica, más fría, decía tengo que estudiar por esto y por esto, pero aprendí a vivir, me di cuenta de lo que las personas estaban dispuestas a dar y me dije ¿qué les puedo dar a cambio? Cambié mi perspectiva de vida, de cómo me veía a mí mismo, de lo que quería hacer y desde ahí han venido cosas increíbles que me he ido topando en el camino poco a poco.

Dos gardenias para mí

El festival en el que estuvo Antonio Sánchez, cuando escuché a Seamus Blake me pareció increíble, después vino Chris Potter al festival de jazz del Ayuntamiento, esos dos conciertos para mí han sido cosas increíbles, que me motivan. Esos dos saxofonistas en particular para mí han sido impresionantes, de las cosas que he escuchado en vivo, yo creo que esos dos conciertos son los que me han marcado.
Lo que me marcó de Miguel Zenón y de Luis Bonilla, es su calidad humana, son unas personas increíbles que te apoyan, que te toman de la mano, que te dicen vámonos por aquí. El cómo te dicen las cosas, lo que te plantean desde su experiencia, dice mucho de ellos como seres humanos.

(CONTINÚA)

PRIMERA PARTE: El camino del guerrero
TERCERA PARTE: Entre utopías y sueños


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