A mí el jazz no me engaña, ya supe que se las ingenió para volver a Xalapa este año. El año pasado anduvo presumiendo por todos lados que estuvo dos veces aquí, logro que obtuvo gracias a los buenos oficios de la Universidad Veracruzana y del Ayuntamiento de Xalapa. Este año, la Universidad no podrá invitarlo porque ya ven cómo la trae el góber, lejos de pagarle, sigue desviando a vayan ustedes a saber dónde los recursos que por ley le corresponden. ¿A dónde andarán esos 2500 millones?

En contraste, el Ayuntamiento se dispone a celebrar el segundo encuentro internacional, ahora llamado Xalapa Jazz Festival. Segunda Edición y el jazz volverá a hacer de las suyas. Con las ínfulas que la da institución municipal, no se andará con cuentos y traerá a varias de sus grandes estrellas. Los nombres de Gonzalo Rubalcaba, John Patitucci, Chris Potter, Miguel Zenón, Horacio «El Negro» Hernández y Marco Pignataro, que estuvieron el año pasado, George Garzone y John Lockwood, por citar solo algunos, solamente se ven juntos en los festivales más importantes del mundo. Muy pronto, ellos y muchos más, estarán aquí, sincopando nuestras noches de luna, esas que huelen a jazzmín.

Pero eso al jazz no le basta, como no le gusta ser estrella que titila en galaxias remotas, como prefiere andar entre la gente y como tiene vocación de semilla y siempre anda buscando el menor rinconcito para sembrarse y germinar, se trasladará hasta 12 centros educativos que van de jardines de niños a preparatorias para decirle a los niños, a los adolescentes, a los afanadores y a los docentes que es un pájaro agorero que viaja por el mundo con su plumaje de creatividad, que aletea para agitar los elementos de la cultura y hacer un remolino que la agrande. Que es un ave viajera que entona, en cuanta rama se posa, un trino sincopado que invoca a la paz.

Como es insaciable, también instruirá a sus grandes exponentes para que impartan clases maestras que puedan aprehender no solo los músicos sino también los melómanos, los que acaben de enamorarse, los abandonados, los que están hasta la madre del tráfico, los que marchan por las calles y todos aquellos para quienes él, el jazz, es un signo vital.

Pero no es todo, habrá presentaciones de libros, exposiciones y jam sessions. Pa’ colmo, todo será gratuito.

Del 20 al 26 de junio, el jazz volverá a hacer de las suyas en Xalapa, les iré comentando los pormenores, por lo pronto les aseguro que, en esas fechas, en un milagro jazzeado / se convertirá la ciudad / porque el jazz quiere nuestro sueño arrullar, / sueño que es flor de azahar.

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