Nunca estuvo la ciudad de Xalapa tan deplorablemente  derruida, escena que para cualquier pintor del dramatismo es una auténtica oportunidad deslumbrante de miseria, rebosante de hoyos y montículos en que se han convertido las deterioradas rúas de la Capital de uno de los estados de mayor “riqueza” de este país, empobrecida como esta, no tan sólo en lo económico, que ya es bastante, sino en la pobreza de pensamiento de quienes se encuentran al frente de las funciones administrativas de esta municipalidad.

En las calles, palpita vehemente la destrucción y la inseguridad, ante una población nerviosa, que apática se queja en silencio, sin el valor de atreverse a manifestarse, tal pareciera que padecer, es su condición. Sacudida en su dinamismo, su resplandor se ha opacado. De la Atenas, sólo queda apenas, porque así a penas se va desenvolviendo en su oscuridad y ostracismo un ayuntamiento mediocre y corto de entendederas, sin suspicacia ni sagacidad política, un remolino que enardece y cansa, a aquello que fue una esperanza para los habitantes de Xalapa, que para nada florece, se ha convertido en una inusitada borrachera, que como un remolino arrastran los integrantes, casi todos, de la comuna municipal, genuflexos que con el cogote inclinado arroban un silencio apasionado en deplorable nerviosismo de la douce Xalapa, que ha desaparecido.

Ellos, los integrantes de la comuna, son corresponsables de lo que ha la ciudad le sucede, las sombras del anochecer arrinconan a la ciudad en donde miles de ciudadanos padecen la congoja de un alcaldecillo, que parece recién despertado en un amanecer de estruendosa tormenta a las tres de la mañana, en donde los rayos y relámpagos intentan alumbrarle la desastrosa condición en que mantiene a la ciudad, como si de una historia de Edgar Allan Poe se tratara, en donde el drama, no sólo estaría en la tormenta espectacular, sino en la absurda “razón” de colocar en el manejo de el dinero municipal, producto de los contribuyentes de esta territorialidad, a una señora apodada tula, con magros antecedentes dentro de la administración de las finanzas publicas de la entidad, que no logró entender y atender los conflictos financieros cuando fungió como secretaria de finanzas del señor Flavino Ríos Alvarado, que asustado como estaba permitió esa imposición, y ya en la continuación con el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, no llegó a concretar ni un solo beneficio de la estratosférica deuda que agobia al pueblo de Veracruz. A la señora Clementina Guerrero, se le debe de realizar una auditoria integral urgente a las áreas en que mal ha desempeñado  las funciones de las finanzas, tanto de la Universidad Veracruzana, como de la Secretaria de Finanzas del Gobierno del Estado, porque la auditoría social, esta ya realizada: No sirve, no sabe, no funciona, y se le relaciona con el grupo estrecho de intereses indebidos de la señora en funciones de rectora, de la UV, Sara Ladrón de Guevara, que junto con la síndica Ivonne Cisneros Luján, son quienes titiritean al señor Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, que con la consulta ciudadana que pretende realizar lo que queda del Partido de la Revolución Democrática en Veracruz, que según a dicho la regidora décimo tercera Luiza Angélica Bernal Velázquez, se llevará a cabo en plazas públicas el próximo 26 de noviembre, después de días de muertos, seguramente saldrá estrepitosamente reprobado.

Tiempos de democracia, tiempos de oportunidades, tiempos de demostrar destrezas, habilidades, visión, para frenar la cumbre de desamparo en que ha sido sometido este país. Tiempos que se deben de aprovechar con sumo cuidado, con orden, con mesura, hasta el máximo, y no arrodillarse con los brazos levantados hacia el cielo en actitud de estar tan sólo rezando y no actuando, porque lo que se pretende, es construir grandiosidad, en la obra que se esperaba y se espera, porque ya ha sido demasiada paciencia, y la Fe se esta cansando.

Sintácticas

En México como en Veracruz, los votos hacia MoReNa, fueron por el fenómeno AMLO, no por la arrogancia de un senador que en la pequeñez de su “grandeza” enseña la soberbia.

El Gobernador Electo de Veracruz, que quede claro, se llama Cuitláhuac García Jiménez, y por ser de alta confianza de AMLO, tiene acceso directo al Presidente Electo de la República y a quien será el Secretario de Hacienda.

Vivaldi. Cuatro estaciones (Invierno)