En esta segunda parte de la conversación, Rive Quiroz habla de su proyecto Nixtaband, del ambiente mexicano en Nueva York y de sus experiencias en Xalapa.

Del jazz a las tortijazz

Cuando terminé la maestría, invité a algunos compañeros de la escuela a que tocaran conmigo en mi recital de titulación y accedieron, es gente con la que encontré una conexión y como músico he aprendido que entre más conexión logres tener con las personas, la música puede fluir mejor.
A esa banda le puse Nixtaband por el nixtamal, está formada por un bajista neoyorquino que se llama Leonardo Catricala, es descendiente de italianos, excelente músico, viene de una escuela que se llama Purchase College que está en North New York; Beto Jiménez, guitarrista oaxaqueño pero radicado aquí en Xalapa; Linda Elizabeth, una chica mitad neoyorquina y mitad poblana, es una cantante con un talento increíble; y en el piano está Alec Castro, un chico de Los Mochis, Sinaloa, que estudió composición y arreglo en William Paterson University, es un tipazo, tiene un disco que se llama Paseo que está increíble y en el cual tuve la oportunidad de grabar la batería, Jhoe Garay, la guitarrista mexicana, también grabó ahí.
En mi examen profesional tocamos arreglos de standards de jazz pero también música brasileña y música mexicana, traté de hacerlo un poco extenso porque siento que haberlo hecho así me permitió demostrar lo que aprendí en la maestría, no nada más armónicamente sino también rítmicamente.

Voz de la bataca mía / al despertar la mañana…

Empecé a componer y a arreglar música mexicana con ese gusto que me viene de los boleros, siempre que tocaba jazz me interesaba mucho que mis composiciones jazzísticas tuvieran algo mexicano.
Me gusta mucho María Grever, la compositora mexicana que en tiempos de la revolución se fue a Nueva York y la hizo durísimo, muchos no lo saben pero allá la conocen muy bien, en una ocasión tuve una plática con un melómano que me la mencionó y yo dije órale, a mí me encanta ella, y platicando con él me vino la idea de arreglar la canción que se llama Júrame. También tengo un arreglo de una canción que canta Javier Solís; uno de una canción de Roberto Cantoral que se llama Me odio; arreglé Cien años, la que canta Pedro Infante; por ahí está Te quiero, dijiste, de María Grever; tenemos Luz de luna, de Álvaro Carrillo; a Linda le gusta mucho la cuestión ranchera, entonces hemos hecho cosas como Cielo rojo y Deja que salga la luna, de José Alfredo. Nos hemos enfocado en lo mexicano, tocamos un poco de bolero, un poco de huapango, un poco de son.

Nixtaband

Seguí tocando con Nixtaband y de pronto surgió una invitación para que tocáramos en Minton’s Playhouse, este recinto donde tocaron los Messengers, Ella Fitzgerald, todo mundo. Se llamaba Minton’s, lo cerraron durante un tiempo y lo reabrieron con el nombre de Minton’s Playhouse, de todas maneras no pierde su esencia, sigue siendo el Minton’s.
El proyecto empezó a crecer y de pronto salió otra oportunidad para tocar en Brooklyn, en un restaurante mexicano que se llama Guadalupe Inn. Ahí nos empezaron a agendar, primero cada dos semanas y luego cada semana y en eventos privados, Nixtaband casi se ha convertido en la banda del restaurante y es un lugar que tiene un buen auge y una proyección bastante interesante porque propone cosas nuevas musicalmente y culinariamente, entonces está empujando bastante.
Nixtaband ha crecido inmensamente en redes sociales, la gente ha estado pidiendo más todo el tiempo, nos escriben y nos dicen oigan, ¿cuándo van a venir a tocar a Los Ángeles? Una vez estábamos tocando en el Guadalupe Inn y cuando terminamos se nos acercó una pareja y nos dijeron venimos de Chicago por cuestiones de trabajo pero allá escuchamos de la agrupación y quisimos venir a este restaurante a comer y a verlos.
Las cosas corren más de lo que uno piensa, la banda está sonando por varios lugares y está padre, yo creo que la proyección que está teniendo es porque estamos en Nueva York, o no sé a qué se deba, pero es mucha, cada video que subimos tiene bastantes views, likes y comentarios, eso nos motiva a seguir en el proceso.

… quiere cantar la alegría / de mi tierra mexicana

Después conocí a Rey David Alejandre y también he colaborado con él, a veces tocamos en otro restaurante mexicano. La comunidad mexicana se está afianzando en Nueva York, entonces hay oportunidades. Con Nixtaband he tocado en un bar que se llama Cantina Cumbancha que también es de mexicanos, están yendo muchos veracruzanos, Zenén Zeferino Huervo va mucho para allá y le prestan ese espacio para que dé sus cursos. La dueña es Julia del Palacio, es bailarina, zapatea, toca jarana. Ahí nos presentamos muy seguido con Nixtaband y yo he estado colaborando personalmente con ellos, en ese espacio también he presentado mi trío de jazz y pienso seguir ahí colaborando con ellos.
Después de estudiar la maestría te dan una extensión que se llama OPT con la que te permiten trabajar un año para que pongas en práctica lo que aprendiste, en ese año me puse a trabajar con Nixtaband, a componer, a salir a tocar a los clubs.

Xalapa

Recientemente vine a hacer una gira a México con el quinteto de Jhoe [Garay], hicimos tres ciudades diferentes: fuimos a Guadalajara, nos presentamos en PALCCO, es un súper escenario, nos trataron súper bien. Después vinimos aquí a Xalapa, a La Brújula, y en la Ciudad de México hicimos el Museo Rufino Tamayo y unos jazz club de la ciudad.
Yo no conocía Xalapa pero sabía que estaba empujando bien duro porque por todos lados se escucha Xalapa, Xalapa, Xalapa, por ejemplo, en Queens College conocí a Jatziri Gallegos y resulta que se vino a dar clases a Xalapa, eso para mí fue un impacto durísimo, ¿cómo alguien puede salirse de Nueva York para venirse acá?, es totalmente comprensible pero para mí fue como un parteaguas en cuanto a visiones, y resulta que está haciendo un gran papel aquí como maestra. Siempre estamos en comunicación y me mantiene al tanto de lo que sucede en Xalapa, ahora vine a hacer unas fechas con ella y a grabar su disco. Desde que venía ya estaba súper prendido, emocionado, siempre lo estuve pero no había tenido la oportunidad de venir, por fin se me hizo y estoy súper agradecido y contento de estar aquí.
Yo soy fan de la música brasileña, de hecho, ahorita vengo de una masterclass que dio Marcos Milagres en Cauz. No importa que esté en Nueva York, en México o aquí, donde quiera que esté, siempre que me entero de algo, voy, aprender es algo que llevo con la bandera arriba, me encanta. La masterclass de hoy estuvo increíble, aprendí cosas que no hubiera aprendido si no hubiera ido, entonces creo que es bien importante tener ese chip y creo que es lo que me ha impulsado a estar en Nueva York y estar sobreviviendo y dando patadas de ahogado pero estando en la línea de siempre.

(CONTINÚA)

PRIMERA PARTE: Steps to heaven
TERCERA PARTE: La verdadera voz

 

 



 

 

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