El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Inegi, dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, con cifras actualizadas al segundo trimestre del presente año.

En términos generales, destaca que la población desocupada (aquella que no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta) fue de 2 millones de personas en todo el país, lo que significa un 3.5 por ciento con relación a la Población Económicamente Activa, en tanto que la población subocupada (que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le demanda) alcanzó 4.2 millones de personas, 7.6 por ciento.

En todo el país, de acuerdo con la fuente, la población ocupada informal (trabajo doméstico remunerado de los hogares, trabajo agropecuario no protegido y trabajadores subordinados que aunque trabajan en unidades económicas formales, lo hacen en modalidades fuera de la seguridad social) llegó a 30.9 millones de personas; por otro lado, hay 15.3 millones de mexicanos que se emplean en unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad, sin que se constituya como empresa, indica el Inegi.

¿Cómo están las cosas del empleo en Veracruz?; no van del todo mal, dado que la tasa de desocupación es de 2.6 por ciento, una de las más bajas del país.

La encuesta establece que hay 87 mil 957 veracruzanos desempleados; y que la tasa de desocupación y ocupación parcial es de 8.3 por ciento, la octava más baja entre las entidades federativas.

El problema para Veracruz no es, sin embargo, el desempleo, sino las condiciones críticas de ocupación: sólo superado por Chiapas y Tlaxcala, la entidad es la tercera con la más alta tasa en dicha variable, con 27.7 por ciento.

Para tener un punto de referencia habría que decir que ese indicador en el ámbito nacional se ubica en 18.9.

El indicador de las condiciones críticas de ocupación establece la relación entre las horas laborales y la remuneración que perciben los trabajadores; contempla a quienes trabajan menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a su voluntad; a quienes trabajan más de 35 horas pero ganan menos de un salario mínimo; y a quienes trabajan más de 48 horas por semana con un ingreso inferior a dos salarios mínimos. En esa casilla es donde se encuentra el problema veracruzano relacionado con las condiciones laborales: muchas horas de trabajo con poco ingreso.

Sólo los trabajadores de Chiapas y Tlaxcala, decía, están en peores condiciones que los veracruzanos.

Por otro lado, en la encuesta del Inegi llama la atención que Veracruz es la octava economía estatal con la mayor tasa de informalidad laboral, con 67.7 por ciento, mientras que la cifra nacional está en 56.3.

Son datos duros, cifras contundentes del Inegi, que plasman la realidad de un estado donde la explotación laboral afecta a un alto porcentaje de la población, que al parecer está condenada a trabajar mucho para percibir salarios de hambre.

A fin de cuentas, esas son las condiciones que han contribuido a la pobreza de más de 5 millones 88 mil veracruzanos, 61.8 por ciento de la población total del estado, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval.

@luisromero85