Incluso para aquellos que no sienten particular interés o atracción por la actividad física, como los millones de gamers que en el mundo que prefieren pasar horas sedentarias frente a un videojuego antes que estirar los músculos.

Lo que ofrece el nuevo prototipo de la firma Black Box VR para ellos, y cualquier persona aficionada al ejercicio, es la oportunidad de hacer un trabajo completo de gimnasia transportada a otro mundo.

Una rutina de 30 minutos magnificada gracias a que se vive a través de realidad virtual (VR, en inglés).

Black Box VR asegura que su uso de equipos basados en la resistencia dinámica permite al usuario sumergirse en una experiencia en la que no necesita realizar ajustes manualmente.

Esta es una de las novedades más atractivas que ofrece este año el Consumer Electronics Show (CES) sobre la realidad virtual y el mundo del fitness y entrenamiento personal, tendencia que pisa con fuerza en 2018.

La experiencia se vive a través de una avanzada máquina de resistencia y el casco de realidad virtual HTC Vive en un espacio que ocupa la medida de un cuarto de baño de tamaño familiar.

En ella las personas entran en una arena virtual donde compiten contra un avatar o, eventualmente, frente a otros participantes.

Precaución

Pese a lo atractivo de la oferta, ya hay voces que han expresado su preocupación por la seguridad de las personas, un factor que advierten se debe tener en consideración para que la idea tenga éxito.

«Los seres humanos encuentran muy difícil, por lo general, mantener el hábito de hacer ejercicios y ha habido muchos intentos para que la actividad física sea más atractiva para las personas», explicó J P Gownder de la consultora Forrester.

«La realidad virtual tiene sentido desde la perspectiva que puede hacer del gimnasio un sitio menos aburrido».

«Pero el costo del equipo hará que sea una alternativa muy cara para empezar y no estoy al tanto que Vive haya hecho hincapié en este tipo de uso», agregó Gownder.

«Tendrán que probar que han tomado en cuenta el impacto que puede tener en el cuerpo usar el casco durante una sesión de ejercicios intensa».

¿Pérdida de peso?

Job Stauffer, quien trabajo como programador de videojuegos y ahora trabaja con el Instituto VR Health, que colabora con Black Box VR en la promoción del nuevo dispositivo, aseguró que se ha beneficiado personalmente del entrenamiento con realidad virtual.

Según le dijo a la BBC, Stauffer llegó a perder más de 30 kilogramos jugando, además de haber mejorado considerablemente su dieta.

«Es probable que a fines de 2016 me encontraba en el momento menos saludable de mi vida, pensando más de 135 kilogramos», admitió.

«Cuando comencé a jugar con el HTC Vive y Oculus y noté que estaba sudando haciendo el mejor trabajo físico que jamás había tenido«.

Stauffer comentó que comenzó con el juego Sound Boxing, que describió como una «Guitar Hero para los brazos», y luego probó suerte con el juego Space Pirate Trainer, al que comparó con el uso de una máquina elíptica por la cantidad de calorías que quemaba en cada sesión.

La idea es desarrollar una categorización según el nivel de actividad de los juegos.

«Mucha gente en el negocio de los videojuegos trabaja una cantidad increíble de horas y frecuentemente no tienen el tiempo suficiente que necesitan parta cuidarse«, advirtió Stauffer.

«Al mismo tiempo, jugar es una experiencia sedentaria, pero el VR cambia esa percepción al activar todo tu cuerpo».

Extraño

El mercado de la realidad virtual para el trabajo físico todavía sigue siendo pequeño, pero se trata de uno en el que su crecimiento es constante.

Falta ver que se posicione como una alternativa viable en el futuro para aquellas personas que busquen una alternativa distinta para estar en forma.

«El concepto de ponerse en forma mientras se juega es tan antiguo como el deporte mismo», apuntó Zoe Kleinman, enviada de la BBC al CES y quien probó la máquina de Black Box.

«No hubo una latencia que se notara entre mis movimientos y la acción que veía con el VR, y los gráficos, si bien algo extraños, eran envolventes«, afirmó.

«Claramente fue mejor que los programa de noticias sin sonido que ponen en los gimnasios. Pero no puedo decir que sea algo que me vaya a atraer a largo plazo, aunque debo reconocer que tampoco lo hace ir al gimnasio».