Con el fin de propiciar el desarrollo de Veracruz y México en materia económica e industrial, estudiantes de diferentes áreas académicas de la Universidad Veracruzana (UV) tienen la oportunidad de formarse y realizar estancias e intercambios en China.

Universidades como la de Changzhou, de Ciencia y Tecnología de Chongqing (CQUST), del Pueblo (Renmin Daxue) y de Estudios Internacionales de Beijing (BISU) son las opciones que se ofrecen a los universitarios, a través de la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI), y con las cuales la UV mantiene alianzas.

Este tema se abordó durante un encuentro con estudiantes de la máxima casa de estudios de Veracruz beneficiados por el programa Jóvenes de Excelencia Citibanamex, que les otorga la oportunidad de cursar algún posgrado en otro país.

En este sentido, Aníbal Carlos Zottele Allende, coordinador del Centro de Estudios China-Veracruz (Cechiver), los exhortó a reflexionar en torno a sus decisiones y considerar a China como una oportunidad de desarrollo.

Esta misma posibilidad existe para empresarios mexicanos, pues sus productos pueden ser comercializados en países  asiáticos, dado que para 2030 la región encabezada por China representará el 65 por ciento de todas las clases medias del mundo.

Resaltó que en 2017, 145 millones de turistas chinos viajaron alrededor del mundo y de éstos sólo alrededor de 160 mil llegaron a México. Las proyecciones indican que para 2022 la cifra aumentará a 200 millones, con un consumo promedio de ocho mil dólares por persona.

Para nuestra entidad, propiciar el crecimiento de esta actividad significaría una gran transformación, afirmó, considerando la atracción que existe en su turismo cultural, orientando la oferta hacia la riqueza de las culturas precolombinas y a los pueblos mágicos.

Es decir, si las acciones y áreas de oportunidad se concentraran en las ciudades pequeñas y medianas y no sólo en las grandes cadenas hoteleras o en los puntos de mayor densidad, muchas regiones de México podrían disfrutar de una importante derrama económica y cambiar la vida de pueblos enteros.

“Conocer Asia representa muchas opciones y oportunidades a nivel empresarial y comercial, pero lo más importante, de orden personal y académico, es que traten de pensar en ese mundo global pero diverso”, enfatizó.

 

Evolución y crecimiento en China 

Respecto a este tema, Roberto Ruiz Ramón, director de Banca Empresarial y de Gobierno de Citibanamex, hizo un cuestionamiento en torno a que si bien muchos articulistas hablan de los logros de China en materia económica, por otra parte se destaca el decremento de su producto interno bruto (PIB).

En respuesta Zottele, puntualizó que desde el inicio del proceso de modernización (1978) el PIB de China creció en promedio del 10 por ciento anual. Esta transformación no sólo trajo beneficios, también tuvo impactos negativos, entre otros temas, la contaminación del ambiente en vastas regiones de este país.

En fechas recientes y como producto de la planificación consensuada, el PIB promedia 6.5 anual y la composición de su estructura industrial se modificó.

“Dejaron que muchas de las industrias más nocivas emigraran hacia otras regiones del mundo, especialmente hacia el sureste asiático, y por eso se da un proceso de reconversión industrial donde China apuesta a productos de media y alta tecnología cambiando aquella vieja historia”.

Además, el titular de Cechiver contestó: “lamento que el conocimiento sobre México y China dependa de las agencias noticiosas internacionales que ni son mexicanas ni chinas”.

En este contexto resaltó la idea de acercar tanto a académicos, estudiantes y empresarios, hacia este país. Como ejemplo citó el curso de Cultura y Negocios en China, a efectuarse en octubre próximo, con el fin de que visualicen las posibilidades de intercambio a nivel académico y empresarial.

“Me parece importante apostar a la diversificación, abrirnos no sólo al mundo chino sino a todo lo que tiene que ver con Asia”, concluyó.

Claudia Peralta Vázquez/Prensa UV