Una nube de polvo proveniente del Sahara viajó sobre el Océano Atlántico hasta llegar al Golfo de México, en las cercanías de la Península de Yucatán. Se trata de un extenso cúmulo de arena de este desierto, que propicia ambiente brumoso y amaneceres y atardeceres pintados con colores naranjas y rojizos, según reportó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Pese a las grandes cantidades de polvo provenientes del Sahara que normalmente llegan a México, no representan un riesgo alto para la población.