¿Y como qué beneficio trae a Veracruz el haber viajado hasta Oaxaca para ir a ver a la Guelaguetza? –Chopenjawer

Han trascendido al menos dos versiones por el caso de la persona asesinada enfrente de las instalaciones de Tránsito del Estado, caso por el cual se reveló que los asesinos son dos militares con licencias vigentes (aunque en el Ejército dice que ya desertaron) y un policía en activo de la Secretaría de Seguridad Pública.

Por lo anterior, se había dicho que estas tres personas habían discutido con otra por un choque que inicialmente había sido en Arco Sur y terminaron llevando su pleito a las oficinas de Tránsito para conciliar, pero eso nunca pasó. Es decir: nunca hubo tal accidente en Arco Sur y por lo tanto jamás hubo traslado de los involucrados alguno a las oficinas de Tránsito.

De aquí surgen dos hipótesis que están conectados a un problema personal entre –al menos– dos de los involucrados, derivado de un lío de faldas que viene desde la Torre de SSP.

Una versión comenta que los militares y el policía encontraron a la persona ejecutada (de nombre Juan Fernando Rodríguez Nolasco) porque lo estuvieron localizando vía telefónica con intenciones de confrontarlo por el tema del lío de faldas. Rodríguez Nolasco era conocido de los soldados y el policía, y éstos tenían su número telefónico, por lo que por medio de una llamada, el ahora fallecido les dijo que se encontraba en Tránsito del Estado (aunque no se sabe por qué realmente). Hasta ahí llegaron los militares y el policía, quienes discutieron con dicha persona y finalmente uno de ellos lo mató a balazos.

Al momento de la huida, personal de Tránsito y de la Policía Vial se preparaba para emprender hacia un punto donde se instalaría un retén de alcoholímetro, justo con quienes se toparon los asesinos en unas calles cercanas. El policía quiso apantallar diciendo que eran parte de la Ayudantía del Subsecretario Operativo, pero los policías estatales se mantuvieron firmes y no permitieron que escaparan.

Otra versión va en el sentido de que previamente, por la tarde-noche, hubo una reunión de altos mandos de la SSP ese día de los hechos funestos, precisamente en la oficina de Tránsito del Estado. En esa reunión habría estado presente incluso el secretario Hugo Gutiérrez Maldonado, por lo que el lugar se encontraba sitiado de policías que fungen como escoltas.

El asunto es que los militares y el policía que participaron en los hechos sangrientos sí participaban como parte de una escolta, pero de otro alto funcionario de la SSP; hay rumores en este sentido de que los tres pertenecían a la vanguardia del secretario Gutiérrez (vehículo que va hasta adelante del convoy cuando el funcionario se desplaza) y que en ese momento se encontraban esperando a dicho personaje en las afueras de la oficina de Tránsito del Estado.

Según esta hipótesis, Juan Fernando Rodríguez Nolasco también sería un escolta o acompañante de otro funcionario de la SSP, por lo que también esperaba afuera de dicho lugar pero ya mantenía una confrontación con sus asesinos por el tema de la dama en cuestión que terminó en balazos.

Es decir, así como hace algunos años se mataron entre sí unos guardaespaldas del ex gobernador Miguel Alemán Velasco por un conflicto personal, esta situación fue similar. Por lo pronto, quizás algún día se conozca la verdad histórica; tocan a las autoridades correspondientes el deslindar responsabilidad, quién ejecutó el arma, etc.

Lo que sí es un hecho es que nunca hubo un accidente de tráfico que los llevó a Tránsito del Estado, ni que tampoco eran desconocidos tratando de conciliar por un choque vehicular. Los involucrados en esta tragedia se conocían entre sí y hubo una intención clara de asesinato más allá de una simple discusión por una colisión.

«Haiga sido, como haiga sido», este lunes el secretario Hugo Gutiérrez salió a reconocer a los elementos que lograron la detención de los presuntos homicidas y que no se dejaron intimidar con la «charola» de que eran parte del personal de Ayudantía de la SSP (guaruras, pues); en este contexto, lanzaron un comunicado donde aseguran que la dependencia «reprueba la participación de servidores que, escudándose en la insignia de Seguridad Pública, empañan el prestigio de la institución y de quienes la integran. No se consentirá que ningún elemento ponga en entredicho la honorabilidad de la corporación».

Quizás al boletín le faltó explicar que todo se derivó de un conflicto personal por el amor de una dama que los llevó a discutir y que esto no se toleraría; que se lamentaba la muerte de una persona, pero que los involucrados ya estaban a disposición.

Tardaron quizás un poco en aclararlo, pero al final de cuentas, la lección es que no deberían de ocultar hechos como se hacía en tiempos pasados, que al final de cuentas sale a relucir la verdad… aunque sea a cuentagotas.

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Leído en eso que llaman el Feisbuc de un jarocho llamado Pepe Ramírez: «Se desploma techo de esta casa que fue parte del Veracruz viejo; su dueña dijo que el Instituto de Antropología nunca le da el permiso para darle mantenimiento y por eso se desplomó». Lo anterior es algo que también se está notando en los viejos edificios del centro histórico de Veracruz que literalmente se están cayendo a pedazos y no se ven intenciones de darle mantenimiento. Lo de las trabas que pone el INAH no es la primera vez que lo escuchamos, pues son quejas constantes de los dueños de que dicho instituto no deja meter mano a dichas propiedades (con el argumento de que son monumentos históricos) a menos que sea bajo sus condiciones y con materiales que a veces terminan siendo exageradamente caros.

OTRA NOTA: Que este día sorprendió que un equipo de beisbol que actualmente está participando en un torneo en Sabinas, Coahuila, esté usando playeras deportivas con la frase «Yo Con Eric», a manera de promoción. No hay que ser genios ni pensarle mucho que ese Eric es el secretario de Gobierno, quien se promueve políticamente (como si estuviésemos en campaña) usando recursos oficiales como una página del Instituto Veracruzano del Deporte. Bastante patético, pero no lo distraigan.

LA ÚLTIMA PORQUE TACOS DIVINOS AL PASTOR YA ESTÁN HACIENDO EFECTO: Lo de Lydia Cacho es netamente un atentado contra la periodista que ha investigado la pederastia y ha puesto nombres a gente poderosa como Emilio Gamboa Patrón o Miguel Ángel Yunes Linares, el ex gobernador de Veracruz que todavía nos quería recetar a su «chiquito» heredándole la gubernatura como en los tiempos Fidel-Duarte. La valiente Lydia ha sido una periodista contumaz que dejó en clara su postura: «Por más que lo intenten no dejaré de investigar. El miedo no colonizará mi espíritu. Soy periodista, soy feminista y defensora de #DerechosHumanos el poder conlleva responsabilidad social. A los que me amenazan les digo: #AquíNadieSeRinde #Justicia #NiñezPrimero». Nuestra solidaridad.

@pablojair